viernes, 25 de enero de 2013

Capítulo 11: SÉ TU MAYOR SECRETO


No iba a volver la vista atrás. Tras unos minutos en mi coche esperando a que bajara la rojez de mi rostro entré a mi casa decidida a lucir bien. Mis padres estaban viendo juntos la televisión. Los saludé y les conté todo lo que había hecho con Ally. Evite contar que esa iba a ser mi última salida con ella. Subí las escaleras hacia mi dormitorio. Frente a mi puerta estaba la de mi hermano y se escuchaban voces. Debía estar jugando a la Wii con sus amigos.

Entre a mi habitación y encendí la música para no escuchar mis pensamientos. Para entretenerme empecé a probar peinados que podría hacerme con el nuevo corte de pelo. Cada vez me gustaba más. Terminé maquillándome por puro aburrimiento.

Tocaron a la puerta y quité la música, me levanté del tocador y abrí. En el pasillo vi a Kayla.
  • Hola – dije sorprendida – ¿qué tal?
  • Bien – tenía una sonrisa resplandeciente – ¿nuevo “look”?
  • Sí, me lo hicieron hoy.
  • Te ves bien … oye, ¿vienes conmigo? Mike y otros dos están en su cuarto jugando y soy la única chica.
  • Oh, vale – sonreí.
Abrimos la puerta del cuarto de Mike. De pie frente a la televisión estaban Mike y otro chico al que llamaban Ryan. Sentado en la silla del escritorio … Zayn. Di un pequeño saludo a todos con la mano y me senté con Kayla en la cama de mi hermano. Estaban jugando a Just Dance.
  • Juguemos a otra cosa – dijo Kayla – estoy harta de que ganes – acusó a Mike.
  • No es mi culpa ser el mejor – se regodeó – ¿qué proponéis?
  • Lo único que te va mal – dije yo – Sing Star – alcé las cejas retándole.
  • Eres una pesadilla – me miró mal. Reí.
  • Solo contigo – me levanté y cambié el disco del juego.
  • Yo quiero competir con Mike – se alegró Kayla – algo en que ganar, ¡por fin!
  • No te confíes linda – le advirtió mi hermano.
  • Lo justo es que cante primero ____ que acaba de llegar – comentó Zayn con una sonrisa maliciosa.
  • ¿Contra ti? - inquirí.
Zayn se encogió de hombros y se levantó con aires de suficiencia. Era irritante ver cuán confiado se veía. Revisé la lista de canciones.
  • Me las sé todas – comenté – elige tú.
  • Hmm … Just The Way You Are – señaló en la lista.
  • Se lo has puesto tirado – bufó mi hermano.
  • Mike, cierra la boca – le dije.
  • Apologize es mejor elección – dijo sonriendo. Sabía que esa era difícil.
  • Bruno Mars tiene más mi estilo – le contestó Zayn.
  • Tú y yo cantaremos Apologize – le respondió Kayla a Mike.
  • Que bien – dijo sarcásticamente. Todos reímos.
La canción empezó a sonar. Cogí el micro, no necesitaba mirar a la pantalla, pero aún así me juré que no apartaría la vista de las letras para no encontrarme con la mirada de Zayn.

Empezaba yo. Oh, her eyes, her eyes, make the stars look like they're not shinning … seguí cantando hasta todo el estribillo. Después empezó Zayn. Her lips, her lipsLo miré, tenía una hermosa voz al cantar. Her laugh, her laugh, she hates but Dios, me está mirando a los ojos. She's so beautiful, and I tell her everyday. Oooh, you know, you know, I never ask you to change

Me estaba poniendo nerviosa. “_____ baja la mirada” me grita mi subconsciente. Le hice caso. Oh mierda. Sentía mis mejillas calientes. “¿Qué **** te pasa?” Me acusaba la ___ interior, y mi yo más externo no sabía responder. Zayn terminó el estribillo. Cause girl you're amazing, just the way you areMe tocaba a mí, oh sí, las notas altas de esa canción me mataban. Zayn también las tenía que hacer. Terminamos la canción juntos. When I see your facenos miramosthere's not a thing that I would change, cause your amazing, just the way you are. Yeeah.

"!Oh Dios, ha sido increíble!" Me encantaba cantar y con él había sido genial. La diablesa de lo más profundo de mi ser asientía feliz y decía. “Oh vamos, nena, sabes que él quería eso, no te quedes atrás en el juego” ¡No! La reprendí. Yo cambié, nada de juegos con más chicos.

“Pues no juegues” me animó mi subconsciente racional, “dijiste que saldrías adelante, VIDA SOCIAL” me gritó. Cierto, no iba a mirar atrás, pero había aprendido de mis errores pasados. Sin embargo, eso no significaba que no volvería a salir con chicos. Si Zayn quería algo conmigo, ¿por qué iba a rechazarlo de inmediato?Aunque claro, iba a tomarme mi tiempo. En lo más profundo de mi mente me pregunté, ¿Justin habrá salido ya con otras? Deseché ese pensamiento, no iba a moverme en función de como lo hiciera mi ex-novio. Iba a actuar en función de mi felicidad.

Estaba harta de mis estúpidos debates mentales. Cogí mi móvil y escribí un mensaje mientras mi hermano y Kayla cantaban su canción.

<<Linda voz. Aún así gané ;) >> Enviar. Zayn cogió su móvil del bolsillo. No sonó, lo tenía en vibración. Sonrió y escribió. Enseguida recibí otro mensaje. <<Gracias, la tuya también. Me darás la revancha?>> << Cuando quieras >>

Nuestras miradas se cruzaron, su sonrisa despampanante sumergió. Sonreí tímida y volví la vista a los cantantes. Mike estaba haciendo el ridículo contra Kayla. Mi móvil vibró.

<<Ahora tengo tu número>> Zayn. Bufé rodando los ojos. <<Esa era mi intención>> ¿Creía que le mandaba mensajes por que no me atrevía a hablar cara a cara? Sacudí la cabeza.

Mi hermano y Kayla terminaron la canción. Todos cantamos un par de canciones cambiando de parejas. Fue divertido. Pasamos todo el tiempo hablando, haciendo bromas y bailando y cantando. Terminamos tarde. Les acompañamos a la puerta de casa cuando decidieron irse. Kayla me dio un abrazo antes de salir por la puerta con Mike. Ryan se fue con un simple adiós y Zayn se acercó a mí.
  • Daré buen uso de tu número de móvil.
  • Eso espero – le sonreí.
Zayn torció sus labios. Me dio un rápido beso en la mejilla y salió de mi casa sin comentar nada más. “Oh, nena, niégame que eso te gustó” Se burló mi diablesa. “Vuelve a tu cueva” Le mascullé.

* * *

Nuevo día de instituto. Mi hermano se había ofrecido a llevarme, algo extraño, quería saber algo. Cuando subimos al coche y me puse el cinturón de seguridad arrancó y empezó a acosarme.
  • ¿Qué tal anoche?
  • Estuvo bien. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien – respondí sincera.
  • Ya, me alegro – tensó los nudillos sujetando el volante – ¿pasó algo cuando te trajo Zayn a casa la otra noche? - tuve que contener mi risa.
  • ¿A qué te refieres?
  • No te hagas la tonta, no te queda bien – masculló irritado.
  • Me llevó a casa en su moto, le agradecí y listo. ¿No te fías de tus amigos, Mike?
  • ____ – paró el coche, estábamos frente al instituto – nunca me he metido en tu vida, pero si vas a salir con mis amigos quiero que seas sincera. Somos ya mayores como para andar con tonterías – me intimidó con su reciente madurez.
  • Te sientan bien los veinte años – sonreí, él me correspondió – te he dicho la verdad.
  • Anoche lo vi, Zayn quiere algo contigo … y lo sabes – asentí – ten cuidado.
  • Mike … sé lo que hago.
  • Te lo digo porque Zayn es mi amigo, pero tu eres mi hermana. Ya te he visto mal suficientemente tiempo y todos hemos estado impotentes por no saber que te pasaba y qué hacer. No quiero malos rollos, pero ten en cuenta que si tengo que defender a alguien si algo sale mal, será a ti.
  • No sabía nada de eso – agaché la cabeza – siento haberos preocupado.
Mike me cogió por los hombros y me abrazó. En esos momentos adoraba a mi hermano mayor.
  • Serás cuidadosa – me ordenó.
  • No tengo intención de ir rápido con ningún chico, Mike – el asintió. Pasé un minuto en silencio bajo el brazo de mi hermano – ¿Desde cuando eres así de protector conmigo?
  • Desde que te escuché llorar por las noches – mierda. – Te oí en mi habitación. Además, Kayla me aconsejó …
  • Me gusta Kayla, hacéis buena pareja – me incorporé. Mike sonrió.
  • Lo sé. Será mejor que entres a clase o te retrasarás.
  • Esto se siente como cuando estábamos en el colegio y siempre me defendías en las peleas con niños mayores – sonreí por el recuerdo – después te hiciste un adolescente arrogante.
  • Ya … y tú una mocosa presumida.
Hice una cara de indignación, pero ambos estábamos de buen humor. Salí del Volvo y coloqué mi mochila sobre mis hombros. Me despedí alzando la mano desde fuera y entré al edificio. Desde el rabillo del ojo vi a Ally con Lucas, pero seguí adelante. Ya nunca más me detendría en el pasado.

Fui a mi taquilla para sacar lo que necesitaba en la siguiente clase. Al abrirla un pequeño papel cayó al suelo. Lo recogí y leí lo que ponía. << SÉ TU MAYOR SECRETO>>

Me puse pálida. ¿Qué secreto? Miré alrededor, todo el mundo iba a su tema. Nadie sospechoso. Arrugué el papel en un bolita y lo tiré al fondo de la taquilla. Yo no tenía grandes secretos, pero ¿quién utilizaría uno contra mí? Yo no tenía enemigos … bueno, ahora parecía que sí.

Seguí todas las horas de clase, concentrada en los temarios. Con suerte no suspendería nada y tendría buenas notas en algunas asignaturas. Todo el alumnado estaba revolucionado con la fiesta de graduación. Quería encontrar la manera de salir de ese tema lo antes posible. La semana siguiente estaba llena de exámenes y después podría descansar por todo un verano.

Revisé el móvil al salir de la clase de historia. Un nuevo mensaje.

<<Te apetece salir a comer?>> Zayn me estaba invitando a salir con él y yo no tenía idea de que hacer después de la charla con mi hermano. Le prometí ir despacio y tener cuidado, y lo había hecho por mi bien. Pero comer en compañía no hacía daño a nadie, ¿no? Además, era un buen plan conocerlo un poco más.

<<Me recoges? Salgo en cinco minutos del instituto>>

<<Ahí estaré :)>>

Dejé mis cosas en la taquilla y fui al baño para comprobar como estaba. Mi recogido estaba perfectamente colocado. Mi camisa fucsia apenas tenía arrugas y mis pantalones vaqueros rotos a lo largo de las piernas me quedaban genial. Llevaba unos zapatos negros planos, lo normal para ir a clase. Saqué el brillo labial de mi bolsillo y lo apliqué en mi boca. Un simple retoque. Mandé un mensaje a mi madre diciendo que salía a comer con una amiga.

Al salir del edificio vi a Zayn sentado en su moto. Mierda. Aquella imagen me recordaba demasiado a cuando me recogía Justin. “No, ____, se acabó. Pasa página.” Bajé despacio las escaleras hasta ponerme frente a él.
  • Hola – sonrió – ¿qué tal tu mañana?
  • Clases aburridas … ¿la tuya?
  • Una buena mañana de trabajo – sacó un casco y lo puso con cuidado en mi cabeza – sube.
  • ¿A dónde me llevas? - dije apoyándome en sus fuertes hombros para sentarme en la moto.
  • ¿Te gustan los kebabs?
  • Me encantan. Hace mucho que no como uno – me ilusioné.
Zayn arrancó y puso la moto a toda velocidad. Me abracé a él con fuerza. Empezaba a pensar que lo estaba haciendo apropósito. Diez minutos después estábamos frente a un restaurante. Me bajé primero, mientras Zayn se quitaba su casco. Después se acercó a mí y quitó el mío al ver que yo no podía. Era penoso. Me sonrojé. Y Zayn … ¿no podía borrar la sonrisa de su cara?
  • ¿En qué trabajas? – le pregunté por buscar una distracción.
  • Soy la imagen para la publicidad de algunos anuncios.
  • ¿Modelo?
  • Sí, bueno – se encogió de hombros – suena mejor imagen publicitaria – se rió.
  • Ya, claro – reí. Zayn se puso a mi lado y empezamos a caminar hacia el restaurante – tiene que ser entretenido – él asintió.
Entramos en el restaurante. Apenas había cola. Ambos pedimos el mismo menú. Mientras esperábamos a que estuviera listo, nos sentamos en una mesa con nuestras bebidas y unas patatas fritas.
  • Mike ha hablado conmigo – me comentó Zayn dando un trago a su cerveza tranquilamente.
  • Oh, Dios – alcé una ceja – ¿qué te ha dicho?
  • ¿Qué crees? - torció sus labios en una sexy sonrisa.
  • También habló conmigo llevándome a clase …
  • Tienes un hermano protector.
  • Algo que jamás creía que pasaría – bufé. No sabía si me alegraba ya de eso. Comí una patata.
  • Básicamente me partirá la cara si te hago algo malo.
  • ¿Y sigues aquí? - me sorprendí – quiero decir, vives de tu “imagen publicitaria” – me burlé.
  • Ya, pero yo no creo que te haga daño – cuadró los hombros.
Un silencio incómodo se apoderó del momento. Por suerte llegó el camarero con nuestra comida. Tenía hambre. Empecé a comer enseguida. Decidí empezar un tema nuevo.
  • ¿Cuántos años tienes?
  • Diecinueve. Tú diecisiete, ¿no?
  • Haré dieciocho en …
Me quedé callada al darme cuenta de que en unos días iba a ser mi cumpleaños y no me había dado cuenta. El tiempo había pasado demasiado rápido.
  • ¿Y bien? - me despertó Zayn.
  • El domingo que viene – respondí – no lo había pensado hasta ahora.
  • ¿Quién se olvida de su cumpleaños?
  • Yo, al parecer – me reí – he estado un poco ausente. No creo que haya mirado mucho el calendario desde hace un par de meses.
  • Tendrás que celebrarlo – sonrió.
  • No creo – mordí el kebab – tengo que estudiar para el complot de exámenes finales.
  • Entonces no puedo robarte mucho tiempo – chasqueó la lengua.
  • ¿Qué tenías pensado?
  • No sé … cualquier cosa, ir despacio. Conocernos.
  • Eso me gusta – sonreí y bajé la vista para dar un trago de mi refresco con la cañita – ¿te lo dijo Mike? - adiviné.
  • Sí – sonrió – pero lo hubiera hecho de cualquier manera. No suelo salir con una chica y después olvidarme de ella – como hacía yo antes con los chicos, pensé – Te has puesto roja.
  • Yo solía … salir con chicos y después dejarlos tirados en la misma noche – admití – era un juego que no volveré a repetir nunca. Me arrepiento bastante de eso.
  • Vaya, ¿por eso quieres ir despacio ahora? - negué con la cabeza.
  • Pasó algo … no quiero hablar de eso ahora, por favor. Supongo que mi hermano ya te dijo algo de como estuve las últimas semanas, eso ya es lo suficientemente embarazoso para mí.
  • Comentó que estuviste deprimida – aceptó – solo eso, pero no tienes porque estar avergonzada – su mirada capturó la mía – todos cometemos errores y tenemos malos momentos. Esas cosas se descubren con tiempo.
No podía haberme dado una mejor respuesta. Sí, eran las palabras perfectas.

Terminamos de comer nuestro menú e hicimos un paseo lento de regreso a su moto mientras hablábamos de trivialidades. Zayn era un chico gracioso o trataba por todos los medios hacerme reír, porque no paré desde que salimos del restaurante. Tenía ganas de taparme la cara por lo roja que debía estar.
  • Para Zayn, en serio, hasta me duele la barriga de tanto reír.
  • Te sienta bien, tus mejillas están rosadas – sonrió.
Vi su mano inquieta. “Te quiere tocar” Me susurraba el subconsciente, la diablesa sonreía triunfante. Empezaba a sentirme estúpida por los apetitos de aquella criatura caprichosa que llevaba por dentro. “Despacio” Me dije a mí misma. Él se estaba controlando y era algo que agradecía. No estaba segura de como reaccionaría por su tacto y no le quería hacer sentir mal si no estaba preparada.

Me llevó de vuelta a casa. Al bajarme de la moto me quité el casco fácilmente, esta vez. Él también se quitó el suyo, pero no bajó de la moto.

Su mirada era cálida y su boca estaba ligeramente curvada.
  • Suerte con tus exámenes – comentó.
  • Gracias, la necesitaré.
Lo noté algo tenso y distante. ¿Se estaba controlando por lo de ir despacio? No quería que estuviese incómodo. Él siempre fue el que hizo que hubiese chispa. Ese instante se sentía soso. Me daba igual, por puro impulso me acerqué y le di un beso en la mejilla. Sus ojos se abrieron notablemente y su boca se torció hacia arriba. Me mordí el labio. Mierda, esa sonrisa torcida me gustaba demasiado y me ponía nerviosa.
  • Espero que me llames – dijo.
  • ¿Yo? - asintió.
  • Te toca a ti, además, la primera noche te dije que lo harías tarde o temprano.
  • Pero apareciste demasiado pronto en mi casa.
  • Me alegro – su sonrisa dejó mostrar una perfecta dentadura.
  • Yo también – me encogí de hombros. – Quizás esté un poco ocupada por los estudios – me excusé.
  • Tarde o temprano – repitió poniéndose el casco – prefiero temprano – me guiñó un ojo.
Sonreí agachando la cabeza y me di la vuelta para entrar a casa. Zayn se perdió por la calle a toda velocidad en menos de diez segundos.

2 comentarios: