¿Quién me iba a
decir que mi padre acabaría teniendo razón? Por más que le diera
vueltas, la ecuación “Justin + _____” era igual a terminar
separados. Desde que había vuelto todo eran obstáculos: primero mi
hermana, luego mi padre y ahora los estudios. No era justo que mi
padre pudiese regodearse y echarme en cara en el futuro todo lo que
hice por un solo chico. No quería aquello, me negaba a la idea de
separarme de nuevo de Justin. Que pasase un año y reencontrarnos de
nuevo como amigos sería insoportable. Maldije por dentro … por
muchos esfuerzos que hiciese todo se volvía en mi contra. Escuché
un grito desde la calle. Mi hermana entró corriendo al pasillo,
tenía una carta en la mano. Mi madre acudió enseguida para ver que
pasaba. Trudy se sentó en el sillón de la sala de estar mirando
atentamente el sello.
- Es de Oxford – dijo al fin.
- ¿A qué esperas? ¡Ábrela! - le animé colocándome detrás del sillón para leer al mismo tiempo que ella.
- … por eso le informamos que ha sido aceptada en nuestra universidad – terminó de leer Trudy entre lágrimas – Dios mío, me voy a Inglaterra – suspiró.
- ¡Te aceptaron! - gritó mi madre abrazándola.
- ¡Me voy! - se emocionó mi hermana levantándose – no me lo puedo creer – dio vueltas por la estancia con la mano en la frente releyendo el documento – ¡Qué me voy!
- ¡Felicidades! - dije abrazándola.
Justin había ido
con Jeremy y Alan a pasar el día juntos, le habían explicado al
pequeño los cambios familiares. Por lo poco que Justin me había
adelantado por teléfono, Jeremy iba a comprar un piso en el centro
de Nueva York para la nueva familia, mucho más cerca de su trabajo.
Emma regresaría a Inglaterra para arreglar la mudanza y se
despediría de los suyos en un mes.
Justin tocó al
timbre de mi casa y me apresuré para abrirle. El cielo estaba
nublado y tenía pinta de que iba a llover. Cogí el paraguas y
fuimos a su coche.
- ¿Cómo pasaste el día? - le pregunté.
- Bien. Fuimos a comer con Alan y le dijimos que soy su hermano mayor.
- ¿Cómo se lo tomó?
- De maravilla – sonrió – creo que le caigo bien.
- ¿Y a quién no? – reí.
- Mi padre se va a comprometer con Emma – le miré atenta – supongo que es lo normal – suspiró – yo tuve unos padres unidos durante mi infancia, Alan también lo merece.
- No sabes lo orgullosa que me siento de ti – puse mi mano sobre su pierna mientras conducía – eres un gran hermano.
- Gracias, amor – dijo poniendo su mano sobre la mía manejando con una sola.
- ¿Y tú que hiciste hoy? - me preguntó para romper el silencio.
- Nada emocionante … lo único que destaca hoy es que mi hermana se va a Oxford. Parece que todo el mundo se va de mi lado – mascullé.
- ¿Eso va por mí?
- Sí – ambos permanecimos callados unos instantes – No quiero ser egoísta, ni tampoco hacerte sentir mal Justin … pero tú sabes que siempre te he sido sincera y la verdad es que odio la idea de que te vayas. No quiero que tú seas un simple amor de verano, tú no. ¿Lo entiendes? Hemos pasado por muchas cosas en poco más de un mes para esto.
- Lo sé, cielo. Por eso … no voy a ir a Harvard.
- ¡¿Qué?!
- Me admitieron en la universidad de Nueva York, estudiaré ahí.
- ¡No! Justin no puedes comparar esa universidad con Harvard.
- ¿Y tú que propones?
- Mantener la relación a distancia – alzó las cejas incrédulo – A mí tampoco me gusta, pero no puedes tomar esa decisión por mi culpa, podemos hacer que funcione – me desesperé.
- _____ - puso la palma de su mano en mi mejilla – Harvard puede esperar.
- No, es tu carrera y sería muy egoísta por mi parte.
- Haré mi primer curso aquí y después nos iremos juntos a Harvard … o Princeton, cualquier campus, me da igual. Me niego a separarme de ti.
- Pero es tu futuro …
- Yo te dije lo mismo cuando decidiste estudiar empresariales, ¿recuerdas? _____, nos conocemos de toda la vida. Lo nuestro es especial, tú también lo sientes. Si la gente piensa que me equivoco me importa poco, es mi vida y quiero que tú estés en ella.
Las lágrimas de
emoción surgieron por el filo de mis ojos y resbalaron hasta los
dedos de Justin, que aún sostenía mi rostro. La fina lluvia se
empezaba a notar.
- Quiero demostrarle a tu padre de qué somos capaces, ¿qué dices? - sonrió pasando su dedo pulgar por mi cara.
- A tu lado soy capaz de cualquier cosa, lo que sea. Es una locura, pero … ¿qué importa?
Justin se levantó
del suelo y me ofreció su mano para que yo también lo hiciera.
- El amor es una locura, ¿no? - sonrió, yo asentí – Juntos, tú y yo.
- ¿Para siempre?
- Esa es mi mayor meta en la vida, que seas todo mi futuro – me besó.
FIN
Diez años después
…
- Señor Bieber, su esposa le llama desde la línea dos.
Sally me avisó y
salió del despacho. Mi padre sonrió al ver mi propia sonrisa al
escuchar la noticia, salió del despacho y me dejó solo para
conversar. Presioné el botón del teléfono.
- Hola, mi amor – le saludé – ¿qué tal los negocios?
- Bien, por fin terminé los trámites de asociación – noté su tono de voz triunfante – ¿quién iba a decir que las empresas rivales de nuestros padres se unirían? - se burló.
- Ay, eso era impensable hasta que tú tuviste esa fabulosa idea – suspiré por los recuerdos.
- Lo malo es que tuve que viajar a Los Ángeles sola con el abogado Taylor y he pasado un día entero sin ti y sin mi niño – bufó – ¿cómo está él?
- Él está bien, lo lleve personalmente a la puerta del colegio. Hoy presumió de papá – sonreí – ¿Cuando vuelves?
- Estaré allí en un par de horas, cogeré el primer vuelvo que pueda – escuché el sonido de fondo – estoy en el aeropuerto.
- ¿Nos reunimos en casa?
- Te veo allí, cielo. Te quiero.
- Y yo a ti, amor.
La línea se cortó.
Me senté en el sillón de mi despacho y vi las fotos sobre el
escritorio. ____ y yo juntos siendo adolescentes … todo había
cambiado tanto.
Yo había empezado a
trabajar en la empresa en cuanto me gradué en Harvard. Mientras yo
iba perfeccionándome en los negocios, ella también terminó sus
estudios y después nos casamos.
Fue una boda
sencilla, solo nosotros dos, nuestros padres y nuestros hermanos. La
ceremonia fue rápida … pero después nos fuimos un mes de luna de
miel.
Al poco tiempo,
_____ se quedó embarazada de nuestro hijo, Julian. Decidimos
mudarnos a una casa mayor donde creciera la familia que estábamos
formando.
______ trabajó
conmigo para enterarse de como iba el negocio que nos mantenía. Mi
padre terminó adueñándose de la empresa en la que trabajaba, pero
poco después me asoció a ella y junto con ____, pasamos a ser los
socios mayoritarios.
La empresa en la que
trabajaba John, iba a quebrar, por eso ____ decidió viajar a L.A,
donde estaba el centro de negociaciones con el dueño empresario, y
sí, ella la compró con su parte de beneficios salidos de nuestra
empresa. John iba a pasar a ser el jefe en poco tiempo …
Por increíble que
pareciera, su aversión contra mí no había cedido. Aún así, nos
respetábamos y no discutíamos porque _____ era feliz y ahora le
habíamos dado su primer nieto, con el cuál, todos estaban muy
encariñados.
Miré la otra foto.
_____ y Julian me sonreían abrazados. Amaba a esas dos personas con
todo mi ser, sin ellos, mi vida no tendría sentido más allá de
todo el éxito empresarial y el dinero que habíamos conseguido.
Salí del
rascacielos lleno de oficinas en el que trabajaba todos los días …
Mi esposa se había esforzado muchísimo para que no nos tuviéramos
que separar demasiado por los negocios y lo estaba consiguiendo.
Estábamos en lo más alto, nosotros mandábamos y poníamos los
límites, si había que tramitar algo con el extranjero mandábamos a
nuestros representantes y fin de la discusión.
Cogí mi BMW y
conducí rumbo a la zona del instituto y el colegio. Cuando llegué
aparqué cerca y salí en busca de las personas a las que más
protegía desde que llegaron a mi vida.
Alan acababa de
salir de sus clases. Él ya tenía dieciséis años e iba a terminar
pronto el instituto. Pasé mi brazo por sus hombros en un gesto
amistoso. Desde que mi padre y Emma se mudaron a Nueva York estuvimos
muy unidos y yo era su hermano confidente, el que lo aconsejaba en
todo lo que fuera necesario cuando no se atrevía a preguntar a
nuestro padre o a Emma.
Juntos, fuimos a
buscar a Julian en la zona infantil del centro estudiantil.
Julian tenía el
mismo color de pelo que yo, pero lo tenía algo ondulado como su
madre. Sus ojos eran grandes, rasgados y había heredado el color de
mis irises. Sus labios eran como los de ____ cuando era pequeña.
Mi niño corrió
hacia mí en cuanto me vio y lo cogí en el aire. Enseguida me dio un
beso en la mejilla y después saludó a su tío Alan.
- ¿Y mamá? - preguntó triste.
- Seguramente la veremos en casa – le sonreí – ¿quieres verla?
- Sí – dijo con energía – vamos a por mamá.
- Vamos, corre – lo bajé de mis brazos y corrió por delante de mí hacia la salida del colegio.
Alan corrió tras el
pequeño y jugueteó con él haciéndole bromas.
Mi familia había
crecido y se había hecho fuerte en cuestión de tiempo. Mi madre
seguía trabajando en el hospital para estar ocupada y venía todos
los días a vernos en mi casa cuando le quedaba tiempo libre.
Conducí despacio
hasta la casa de Alan y vi como Emma lo recibía en la puerta y me
saludaba mientras yo seguía en el coche. Volví a arrancar y conduje
hasta mi casa.
Julian me contaba lo
que había hecho en su clase con entusiasmo y me enseñó un dibujo
que le iba a regalar a ____ cuando la viese.
Llegué a casa
pronto. _____ no había llegado todavía. Le di de comer a Julian y
jugué un rato con él hasta que estuvo cansado y se quedó dormido
en mis brazos.
Escuché el sonido
de la puerta abrirse. ____ se asomó a la sala y me vio sentado en
sofá con Julian dormido profundamente.
- Hola – susurró sonriente.
Se agachó y besó
la frente de nuestro hijo. Después volvió su vista a mí y rozó un
suave beso en mis labios. Mi dulce esposa, había vuelto para seguir
haciéndome feliz.
- Le hemos echado de menos, señora Bieber.
El amor es una locura, ¿no? - sonrió, yo asentí – Juntos, tú y yo.
ResponderEliminar¿Para siempre?
Esa es mi mayor meta en la vida, que seas todo mi futuro – me besó. me mataste con eso amo este capitulo!!!!!aww!!! AMO A JULIAN Y A ALAN k monada enserio me as exo llorar :') espero con entusiasmo la proxima novela jujujuju