viernes, 11 de enero de 2013

Capítulo 3: Eso Parece Una Urgencia


Cogí el gran bolso con ropa y bajé por las escaleras. Me despedí de mis padres, que estaban viendo la televisión tranquilamente y les aseguré que “me portaría bien”.

Tal y como Justin dijo, me esperaba en la puerta de mi casa. Abrí el maletero y metí el bolso. Después me senté en el asiento de copiloto y Justin puso su mano sobre mi muslo mientras conducía. Coloqué mi mano sobre la suya acariciándola mientras miraba por la ventanilla, viendo el montón de luces de los locales, farolas y resto de edificios.

Pasé mi atención al atuendo de Justin. Llevaba un pantalón de tela negra y, bajo una chaqueta de cuero marrón, una camiseta de manga corta también negra con el cuello en pico que marcaba sus músculos. Me encantaba la postura tan casual que adoptaba para conducir, además, en esos momentos era cuando más podía concentrarme en olor cítrico que emanaba de su piel.
  • ¿En que piensas? - me interrumpió.
  • Que esa camisa en pico me vuelve loca, ¿por?
  • Me pones nervioso – rió – me miras como si fuera lo único que estudiar de arriba a abajo.
  • Bueno, eres lo que más alegra mi vista – me encogí de hombros.
  • Y tú la mía – torció sus labios en una sonrisa traviesa.
Aparcó cinco minutos más tarde cerca de la discoteca a la que íbamos. Justin me abrió la puerta y la cerró tras de mi cuando salí del coche, a la vez que me agarraba de la cintura.

Caminamos juntos hacia el local. Justin saludó al portero que ya nos conocía de sobra y pagó mi entrada. En una de las mesas nos esperaba Ally con Lucas y Marcy; nos acercamos a ellos.
  • ¿Ya estáis bebiendo? - les pregunté atónita.
  • Llevamos un rato aquí – contestó Lucas.
  • Yo también iré a por algo de tomar – dijo Justin – ¿quieres algo? – me ofreció.
  • No, gracias – miré a las chicas – prefiero bailar equilibrada.
  • Yo estoy lista – respondió Ally levantándose.
Marcy se unió a ella y fuimos juntas a pista de baile. Nos mezclamos entre la gente y empezamos a bailar, saltando, moviendo nuestros pies, nuestros brazos y nuestras caderas de un lado a otro. No miraba a nadie a mi alrededor, tan solo me reía de vez en cuando por algún movimiento o algún gesto de mis amigas.

Al cabo de media hora fui a la mesa donde estaban los chicos. A Justin y a Lucas se habían añadido dos chicos más. Me acerqué de forma casual comprobando si era o no inoportuna. Justin me indicó que me sentara en sus piernas y supuse que no molestaba. Estaban bebiendo distintas bebidas, la de Justin era un Blue Lagoon, nuestro cocktail favorito. Cogí la copa y me la llevé a los labios saboreando el sabor.
  • ¿Quieres uno para ti? - susurró en mi oído por la música.
Yo asentí y abandoné su regazo. Justin me cogió de la mano para que le siguiera hasta la barra. Allí Justin pidió al camarero un cocktail y un whisky para él. Brindamos con cuidado y bebimos. Empezamos con aquellas bebidas, después seguimos con un par de cubatas y yo ya empezaba a notar el efecto del alcohol.

Cogí a Justin del cuello de su camisa y lo llevé hacia donde estaba la gente bailando. Él sabía realmente como moverse e iba a mi compás. Movía la cintura y la cadera pegada a su cuerpo. Nuestras piernas se cruzaron y enrosqué mis brazos en su cuello. Justin pasó la punta de su lengua por el filo de mis labios. Me remojé los labios antes de lanzarme sin permiso al interior de su boca. Me puse de espaldas a él mientras me sujetaba de la cadera y nos movíamos al ritmo de la música. Su aliento en mi oreja me estremeció.
  • Te estás portando muy mal – me giré y lo rodee colocando mis manos en su lumbar.
  • Ni que no te encantase – dije bajando las manos a su trasero.
  • Vamos al apartamento.
Negué con la cabeza enredando un mechón de pelo en un dedo de manera inocente. Su cadera se pegó a mi cuerpo y me demostró cuanto necesitaba que nos quedáramos a solas.
  • Eso parece una urgencia – me burlé – ¿aguantarás hasta el apartamento?
  • Coche o baño – rodó los ojos.
  • Mil veces tu coche – reí.
Justin me cogió de la mano y se dirigió a la salida. Antes de salir del montón de gente bailoteando, una chica detuvo a Justin poniéndose frente a él bailando.
  • ¡Cuanto tiempo Justin! - los dedos de la chica caminaron por los brazos de Justin hasta su pecho. Solté la mano de Justin desde atrás y me interpuse entre él y aquella *beep *.
  • Sí, quizás más de lo que lleva saliendo conmigo .
  • Oh, ¿me remplazaste por esto?
Los ojos de la rubia pasaron por encima de mí preguntándole a Justin. Aquello me sacó de quicio. No solo me había ignorado, se refirió a mí como si no fuera una persona. Le di una bofetada con todas mis fuerzas. Al principio la chica se llevo la mano a la cara. Unas cuantas personas del medio captaron lo que sucedía. Sin previo aviso, la chica me cruzó la cara.

Ambas acabamos cogiéndonos del pelo, le arañé la cara y el brazo, ella a cambio rompió mi top y clavó su tacón de aguja en mi pie. Todo pasó en menos de un minuto, Justin terminó por alzarme del suelo agarrándome de la cintura mientras pataleaba en el aire, gritaba e insultaba a la entrometida.

En la calle me soltó y me puso frente a él poniendo sus manos sobre mis hombros.
  • ¿Estás loca? - no le respondí. Si lo hacía le gritaría y no quería discutir con él. Se quitó la chaqueta y me la pasó por los brazos cubriéndome. La costura izquierda estaba abierta por completo, mi top solo colgaba del único tirante que tenía originalmente – Estoy impresionado – cerró la cremallera para que no tuviera frío – ¿desde cuando peleas así? – se burló – Le has dejado un bonito recuerdo de tus uñas. ¿Tú estás bien?
  • Sí, solo supo dejarme medio desnuda – bufé.
  • Tendrías que haberla ignorado e irnos.
  • No, Justin. Que quede bien claro que estás conmigo y que no voy a dejar a ninguna otra zorra que se acerque a ti.
  • Mi chica tenías que ser – dijo orgulloso – Seguro que nadie más se meterá en tu territorio – rió cogiendo mi mano y guiándome al coche – has tenido una clara victoria.
  • Vamos al depa, estoy harta.
Justin condujo hasta su departamento mientras escuchábamos algo de música en la radio para relajarnos. Le mandé un mensaje a Ally para decirle que nos íbamos y que no se preocupase. Recordé al acosador y se me hizo raro que no me comentara nada sobre la pelea, ¿se había ido a dormir y me dejaría la noche tranquila? ¿O se había cansado del juego? Realmente lo dudaba, pero me alegraba de que me dejase en paz aunque fuese por unas horas.

Llegamos al departamento sobre media noche. Me quité la chaqueta de Justin y la dejé sobre el respaldo del sofá. Justin se acercó por detrás rodeando mi cintura y empezó a besarme el cuello.
  • Tu y yo teníamos un asunto pendiente.
  • ¿Así? - me hice la despistada.
  • Espero que no hayas bebido tanto como para olvidarte de la noche que vamos a pasar.
  • Créeme, recordaré cada detalle – me giré entre sus brazos y le guiñe un ojo – Llevas queriendo hacer esto todo el día. No te contengas.
  • No es mi estilo nena – respondió mordiéndose el labio.
Su mano derecha terminó por arrancarme el resto del top en un solo tirón. Me agarré a su cuello y Justin se agachó para cogerme del culo y levantarme del suelo. Enrosqué mis piernas en su cintura mientras nos besábamos. La lengua del uno exploraba en la boca del otro en ansias de estar cada vez más cerca el uno del otro. Era difícil cerrar más la distancia, pero por mucho que lo tuviera entre mis brazos sentía que necesitaba cada vez más y más de él.

Sus dedos apretaron mis nalgas provocando que diera un pequeño salto a la vez que emitía un sonido desde mi garganta. Justin nos llevó hasta la espaciosa cama de su cuarto. Se sentó conmigo sobre él. Tiré de su camisa hacia arriba y Justin alzó los brazos para sacarla. Paseé mis manos por sus abdominales hasta sus pectorales desde dónde le empujé hacia atrás para que quedara por completo bajo mi dominio. Besé sus labios y bajé por su barbilla hasta su cuello. Justin puso sus manos en mi cintura y las llevó hasta el botón de mi pequeño pantalón. Después pasó las yemas de sus dedos por mi columna hasta llegar al broche de mi sujetador. Tiré de la piel de su cuello haciéndole emitir un gemido. Se deshizo de mi sujetador y me giró para quedar él sobre mí. Toda la ropa que nos quedaba era un estorbo. Se sentía realmente incómodo con aquel calor.

Mientras Justin me marcaba ambos lados del cuello bajé el mini-short y sacudí mis piernas ligeramente para bajarlo. Sus manos cogieron las mías colocándolas por encima de nuestras cabezas, quedando codo con codo, mientras su lengua se deslizaba junto a la mía. Volví a enroscar mis piernas en su cintura y alzando la cadera rocé su erección. Un jadeo brotó de ambos. Su boca fue a uno de mis pechos para succionar, mordisquear y chupar mi pezón mientras masajeaba el otro con la mano. Me agarré a las sábanas mientras el seguía su camino de besos por mi vientre hasta mi ombligo. Bajó su pantalón junto a los boxers y retiró mi tanga. Justin iba a coger un preservativo de la mesilla de noche cuando le detuve.
  • Empecé a tomar anticonceptivos – Justin alzó sus cejas – nada de barreras.
  • Eres jodidamente perfecta – besó mis labios mientras se colocaba sobre mí – tan sexy – rió para sí – tan hermosa – susurró al tiempo que encajaba nuestras caderas.
Arqueé mi espalda hacia su cuerpo al tiempo que lo sentía cada vez más dentro de mí. Sus dedos se enredaron en el cabello de mi nuca, tirando de él. Justin salió y volvió a entrar despacio mientras dejaba salir todo el aire de mis pulmones. Llevé mis brazos por detrás de sus hombros, agarrándome con todas mis fuerzas a él. Inqué mis uñas en su fornida espalda.

Pasamos más de media hora dando vueltas en la cama, clamando cada uno el nombre del otro, acariciando cada rincón de nuestro cuerpo hasta que culminamos la cima con sus aceleradas penetraciones.

Se separó de mí y ambos quedamos boca arriba en la cama con nuestros pechos balanceándose a un gran ritmo por la agitada respiración. Sus dedos buscaron los míos a tientas por el colchón.
  • ¿Qué tal?
  • Agotada – carcajeé suavemente.
  • Todavía queda mucha noche por delante – se apoyó sobre su codo sonriente y delineó el contorno de mis labios con la punta de sus dedos.
  • Te quiero – musité involuntariamente al fundirme en sus ojos.
Justin se sorprendió por como habían escapado mis palabras. Inmediatamente giré la cara contra el colchón dejando que mechones de mi pelo cayeran tapándome el rostro. Él los retiró con suavidad poniéndolos detrás de mi oreja. Sentí su cálido aliento chocar contra mi cara antes de que me susurrara en el oído.
  • Nena, sabes que yo también te quiero. No te escondas.
Alzando los párpados vi su rostro con el esbozo de una sonrisa. Encajé mis labios con los suyos de forma efusiva. Él me respondió de buena gana sin poder evitar sonreír sobre mi boca, regalándome un nuevo lote de caricias. Nos dejamos llevar y nos enredamos entre las sábanas durante horas de placer hasta poco antes de que saliera el sol.


1 comentario:

  1. ai dios mio k me da algo!!!! continua!!!! yo kiero k se kede con Zayn sinceramente...pero bueno lo k tu veas :D

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