Cogí el gran bolso con ropa y bajé por las escaleras. Me despedí
de mis padres, que estaban viendo la televisión tranquilamente y les
aseguré que “me portaría bien”.
Tal y como Justin dijo, me esperaba en la puerta de mi casa. Abrí el
maletero y metí el bolso. Después me senté en el asiento de
copiloto y Justin puso su mano sobre mi muslo mientras conducía.
Coloqué mi mano sobre la suya acariciándola mientras miraba por la
ventanilla, viendo el montón de luces de los locales, farolas y
resto de edificios.
Pasé mi atención al atuendo de Justin. Llevaba un pantalón de tela
negra y, bajo una chaqueta de cuero marrón, una camiseta de manga
corta también negra con el cuello en pico que marcaba sus músculos.
Me encantaba la postura tan casual que adoptaba para conducir,
además, en esos momentos era cuando más podía concentrarme en olor
cítrico que emanaba de su piel.
- ¿En que piensas? - me interrumpió.
- Que esa camisa en pico me vuelve loca, ¿por?
- Me pones nervioso – rió – me miras como si fuera lo único que estudiar de arriba a abajo.
- Bueno, eres lo que más alegra mi vista – me encogí de hombros.
- Y tú la mía – torció sus labios en una sonrisa traviesa.
Caminamos juntos hacia el local. Justin saludó al portero que ya nos
conocía de sobra y pagó mi entrada. En una de las mesas nos
esperaba Ally con Lucas y Marcy; nos acercamos a ellos.
- ¿Ya estáis bebiendo? - les pregunté atónita.
- Llevamos un rato aquí – contestó Lucas.
- Yo también iré a por algo de tomar – dijo Justin – ¿quieres algo? – me ofreció.
- No, gracias – miré a las chicas – prefiero bailar equilibrada.
- Yo estoy lista – respondió Ally levantándose.
Al cabo de media hora fui a la mesa donde estaban los chicos. A
Justin y a Lucas se habían añadido dos chicos más. Me acerqué de
forma casual comprobando si era o no inoportuna. Justin me indicó
que me sentara en sus piernas y supuse que no molestaba. Estaban
bebiendo distintas bebidas, la de Justin era un Blue Lagoon, nuestro
cocktail favorito. Cogí la copa y me la llevé a los labios
saboreando el sabor.
- ¿Quieres uno para ti? - susurró en mi oído por la música.
Cogí a Justin del cuello de su camisa y lo llevé hacia donde estaba
la gente bailando. Él sabía realmente como moverse e iba a mi
compás. Movía la cintura y la cadera pegada a su cuerpo. Nuestras
piernas se cruzaron y enrosqué mis brazos en su cuello. Justin pasó
la punta de su lengua por el filo de mis labios. Me remojé los
labios antes de lanzarme sin permiso al interior de su boca. Me puse
de espaldas a él mientras me sujetaba de la cadera y nos movíamos
al ritmo de la música. Su aliento en mi oreja me estremeció.
- Te estás portando muy mal – me giré y lo rodee colocando mis manos en su lumbar.
- Ni que no te encantase – dije bajando las manos a su trasero.
- Vamos al apartamento.
- Eso parece una urgencia – me burlé – ¿aguantarás hasta el apartamento?
- Coche o baño – rodó los ojos.
- Mil veces tu coche – reí.
- ¡Cuanto tiempo Justin! - los dedos de la chica caminaron por los brazos de Justin hasta su pecho. Solté la mano de Justin desde atrás y me interpuse entre él y aquella *beep *.
- Sí, quizás más de lo que lleva saliendo conmigo .
- Oh, ¿me remplazaste por esto?
Ambas acabamos cogiéndonos del pelo, le arañé la cara y el brazo,
ella a cambio rompió mi top y clavó su tacón de aguja en mi pie.
Todo pasó en menos de un minuto, Justin terminó por alzarme del
suelo agarrándome de la cintura mientras pataleaba en el aire,
gritaba e insultaba a la entrometida.
En la calle me soltó y me puso frente a él poniendo sus manos sobre
mis hombros.
- ¿Estás loca? - no le respondí. Si lo hacía le gritaría y no quería discutir con él. Se quitó la chaqueta y me la pasó por los brazos cubriéndome. La costura izquierda estaba abierta por completo, mi top solo colgaba del único tirante que tenía originalmente – Estoy impresionado – cerró la cremallera para que no tuviera frío – ¿desde cuando peleas así? – se burló – Le has dejado un bonito recuerdo de tus uñas. ¿Tú estás bien?
- Sí, solo supo dejarme medio desnuda – bufé.
- Tendrías que haberla ignorado e irnos.
- No, Justin. Que quede bien claro que estás conmigo y que no voy a dejar a ninguna otra zorra que se acerque a ti.
- Mi chica tenías que ser – dijo orgulloso – Seguro que nadie más se meterá en tu territorio – rió cogiendo mi mano y guiándome al coche – has tenido una clara victoria.
- Vamos al depa, estoy harta.
Llegamos al departamento sobre media noche. Me quité la chaqueta de
Justin y la dejé sobre el respaldo del sofá. Justin se acercó por
detrás rodeando mi cintura y empezó a besarme el cuello.
- Tu y yo teníamos un asunto pendiente.
- ¿Así? - me hice la despistada.
- Espero que no hayas bebido tanto como para olvidarte de la noche que vamos a pasar.
- Créeme, recordaré cada detalle – me giré entre sus brazos y le guiñe un ojo – Llevas queriendo hacer esto todo el día. No te contengas.
- No es mi estilo nena – respondió mordiéndose el labio.
Sus dedos apretaron mis nalgas provocando que diera un pequeño salto
a la vez que emitía un sonido desde mi garganta. Justin nos llevó
hasta la espaciosa cama de su cuarto. Se sentó conmigo sobre él.
Tiré de su camisa hacia arriba y Justin alzó los brazos para
sacarla. Paseé mis manos por sus abdominales hasta sus pectorales
desde dónde le empujé hacia atrás para que quedara por completo
bajo mi dominio. Besé sus labios y bajé por su barbilla hasta su
cuello. Justin puso sus manos en mi cintura y las llevó hasta el
botón de mi pequeño pantalón. Después pasó las yemas de sus
dedos por mi columna hasta llegar al broche de mi sujetador. Tiré de
la piel de su cuello haciéndole emitir un gemido. Se deshizo de mi
sujetador y me giró para quedar él sobre mí. Toda la ropa que nos
quedaba era un estorbo. Se sentía realmente incómodo con aquel
calor.
Mientras Justin me marcaba ambos lados del cuello bajé el mini-short
y sacudí mis piernas ligeramente para bajarlo. Sus manos cogieron
las mías colocándolas por encima de nuestras cabezas, quedando codo
con codo, mientras su lengua se deslizaba junto a la mía. Volví a
enroscar mis piernas en su cintura y alzando la cadera rocé su
erección. Un jadeo brotó de ambos. Su boca fue a uno de mis pechos
para succionar, mordisquear y chupar mi pezón mientras masajeaba el
otro con la mano. Me agarré a las sábanas mientras el seguía su
camino de besos por mi vientre hasta mi ombligo. Bajó su pantalón
junto a los boxers y retiró mi tanga. Justin iba a coger un
preservativo de la mesilla de noche cuando le detuve.
- Empecé a tomar anticonceptivos – Justin alzó sus cejas – nada de barreras.
- Eres jodidamente perfecta – besó mis labios mientras se colocaba sobre mí – tan sexy – rió para sí – tan hermosa – susurró al tiempo que encajaba nuestras caderas.
Pasamos más de media hora dando vueltas en la cama, clamando cada
uno el nombre del otro, acariciando cada rincón de nuestro cuerpo
hasta que culminamos la cima con sus aceleradas penetraciones.
Se separó de mí y ambos quedamos boca arriba en la cama con
nuestros pechos balanceándose a un gran ritmo por la agitada
respiración. Sus dedos buscaron los míos a tientas por el colchón.
- ¿Qué tal?
- Agotada – carcajeé suavemente.
- Todavía queda mucha noche por delante – se apoyó sobre su codo sonriente y delineó el contorno de mis labios con la punta de sus dedos.
- Te quiero – musité involuntariamente al fundirme en sus ojos.
- Nena, sabes que yo también te quiero. No te escondas.
ai dios mio k me da algo!!!! continua!!!! yo kiero k se kede con Zayn sinceramente...pero bueno lo k tu veas :D
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