Fuimos juntos y estuvimos colocando cosas mientras Janelle saludaba a Christian, quien estaba revisando el garaje. Me apoyé contra la encimera mirando como de concentrado estaba Jase y
sonreí. Él volcó su atención en mí cuando vio que lo observaba con atención y torció sus labios.
– ¿Te gusta lo que ves?
Me acerqué a él lentamente agachando la vista por lo sonrojada que estaba. No me gustaba que me pillara mirándolo embobada. Jase rodeó mi cintura aproximando nuestros cuerpos y yo enrosqué
mis brazos en su cuello alzando levemente mi cara para coincidir con su hermosos ojos mieles.
– Me gusta mucho lo que veo, para ser sinceros.
Rió y me besó apretando sus dedos en mi cintura. Bajé las manos acariciando sus marcados bíceps.
Jason pasó su lengua por el filo de mis labios pidiéndome entrada. Se la negué mordisqueando su labio inferior. Jase bajó sus manos de mi cintura hacia mis caderas. Se separó un poco para que
recuperásemos nuestro aliento y en un momento me cogió de mis muslos y me alzó para sentarme en la encimera. Di un grito inesperado y Jason rió sobre mis labios. Su cuerpo se colocó entre mis piernas mientras seguíamos besándonos. Sus manos me acariciaban las piernas de arriba a abajo haciéndome soltar un jadeo. Jase aprovechó para colar su lengua dentro de mi boca y sentí el deseo crecer en mi interior. Lo atraje hacia mí tirando de su cuello y revolviendo su pelo cuando sentimos a alguien toser en la entrada de la cocina.
– ¿Pasándolo bien? – Janelle se cruzó de brazos sin ninguna vergüenza desde la puerta – Parece que siempre soy la que os interrumpe – sonrió.
Jason se apartó de mí riendo entre dientes. Tenía calor, mucho calor. Ya fuera por la subida de temperatura que Jase había provocado en mí o por la vergüenza al ser pillados en aquel momento, quizás por ambas cosas. Me bajé de la encimera sin ser capaz de alzar la vista.
– Sí, da la impresión de que lo haces apropósito – se quejó Jase.
– No es mi culpa – alzó las manos inocentemente – Iba a preguntarle a _____ sobre colocar su ropa en el armario.
– Emm, sí – titubeé aún nerviosa – Vamos.
– Te veo luego, nena – me agarró la muñeca y me dio un suave beso antes de dejarme ir.
Janelle bufó y rodó los ojos mientras salía de la cocina y yo iba tras ella. Sabía que a ella le divertía y que no le molestaba lo que hubiera visto, pero aún no dejé de sentirme incómoda. Todavía me
resultaba como si estuviera invadiendo un espacio que no me correspondía, tanto por estar con su hermano menor como por mudarme a su casa.
Llegamos a la habitación de Jase. Todo estaba recogido y sobre la cama Jason había dejado el oso de peluche que me había conseguido en mi cumpleaños. Sonreí tontamente mientras nos dirigíamos al armario y abríamos las puertas para ver el espacio que había dejado Jason.
– Vaya, mi hermano ha sido generoso haciéndote sitio – rió Janelle – Debes de gustarle mucho.
Una vez más provocó que me salieran los colores. ¿Alguna vez iba a acostumbrarme a hablar de Jase y de nuestra relación sin mandar toda la sangre a mi cara? Probablemente, no.
– _____ – me llamó Janelle mientras abría una de mis maletas – ¿Por qué esta decisión tan repentina? – preguntó curiosa sabiendo a que se refería – Quiero decir, no es que llevéis tanto tiempo juntos, sois muy jóvenes y decidirlo de un día para otro …
– Sé que es extraño – admití – Créeme yo misma me siento rara, aquí. No es mi intención molestar a nadie, yo …
– Oh no, a mí no me molesta – sonrió mientras cogía ropa del equipaje y la colgaba en perchas – De hecho sé que si mi padre ha consentido esto debe haber un buen motivo.
– Es por problemas con mi familia – dije sabiendo que ella quería una explicación.
Me sentía en confianza con ella. Mientras organizábamos todas las prendas y accesorios en el armario fui contándole todo lo que había pasado en los últimos días. Todos los secretos revelados hasta el último momento de mi vida. Al principio era un poco incómodo porque no sabía como explicarlo, sin embargo ella me escuchaba con atención y hacía preguntas cuando no entendía algo.
Se sorprendió como cualquiera persona con mi historia y finalmente me dio un abrazo.
– Me alegra que tú y Jase os juntarais – se encogió de hombros – Estoy segura de que nuestras madres también estarían felices de veros unidos.
– Hmm … no creo que les gustase tener que interrumpirnos como tú – bromeé.
– Oh, sí. Eso sería divertido – carcajeó – Pero ya sabes, yo soy su hermana y nosotras amigas, así que no hay bronca. Es divertido ver como de roja te pones tú y como se irrita Jase.
Rió confirmando mis sospechas y reí con ella. Sí, Janelle y yo nos estábamos haciendo amigas.
Algo especial tenían los hermanos Bieber para hacerme sentir cómoda con ellos.
Los Bieber tenían una conexión conmigo desde antes de que yo naciera cuando ayudaron a mi madre … y era cierto que de Justin no había tenido una gran primera impresión, pero al fin y al cabo me estaba dejando vivir en su casa en el momento más crítico de mi vida. Sí, se lo tenía que agradecer en cuanto lo viera y posiblemente aquello cambiaría nuestra forma de vernos como a Jase le hacía ilusión. Recordé que íbamos a ir a comer con sus abuelos y con su padre. No sabía que iba a hacer o como debía comportarme, pero tenía el presentimiento de que todo iba a ser agradable.
Era increíble ver como estaba cambiando todo tan rápido. Mis emociones no estaban del todo mal en ese momento, me estaba manteniendo ocupada … pero estaba segura de que toda las buenas
situaciones que estaba ganando con Jase y su familia iban a quedar en el olvido cuando la tormenta regresara a hacer su segundo asalto. Y sin saber porqué, tenía el presentimiento de que sucedería pronto.
* * *
ventana pensando en lo que iba a pasar.
– Relájate, ____ – me dio un apretón – Es solo una reunión informal.
– Me vas a presentar a tu familia – fue mi única explicación.
– Les gustarás, como a mí – sonrió.
– Vamos a visitar los padres de tu madre, ¿no? – él asintió tragando saliva – ¿Dónde están los de tu padre?
– Oh … bueno, mi padre no habla de ellos. Él creció solo – dijo con un poco de molestia – ¿por? – me miró.
– Curiosidad – me encogí de hombros.
Pasamos varios minutos de silencio entre el murmullo del coche. Janelle y Christian nos seguían detrás. No podía evitar notar como Jase iba superando cada vez más el límite de velocidad.
– Vas a hacer que nos estrellemos – mascullé. Él rió.
– Creo que en tu trabajo de ética apuntarás “chico temerario” – bromeó.
– Oh, no lo dudes – aseguré – Sabes que es para dentro de una semana, ¿verdad?
– Sí – asintió – por fin vamos a acabar el maldito curso.
Sonreí. Jason odiaba el instituto, no había persona más desesperada que él por las vacaciones de verano. Me miró atento.
– Tengo muchos planes para nosotros – su mano encontró la mía y bajó la velocidad del coche mientras me acariciaba el dorso.
– ¿Debería asustarme por si es una locura?
– No … – dijo serio – ¿o quizás sí? – se burló.
Reí con ganas hasta que vi que habíamos llegado a casa de sus abuelos y él aparcaba el coche.
Salimos del coche y esperamos a que llegaran Janelle y Christian para entrar juntos. La puerta de la hogareña casa se abrió y de allí salió Justin.
– Os vimos por la ventana del salón – explicó acercándose a nosotros – Hola chicos – Justin me dio un beso en la mejilla y después saludó a su hijo con un choque de manos.
– Esperábamos a Janelle – dijo cuando apareció el coche.
Justin asintió y me dedicó una mirada. Al principio serio haciendo que me pusiera firme, finalmente suavizó sus rasgos y esbozó una sonrisa hacia mí.
– Me alegro de verte, ____ – comentó.
– Yo también señor Bieber – respondí educadamente.
– Justin – me corrigió una vez más como la primera vez que nos vimos. Me sonrojé. Aquel hombre era intimidante – Espero que te sientas bien en la casa.
– Sí … yo, quería darle las gracias – Jase apretó mi cintura de forma consoladora al ver mi nerviosismo.
– No las des – Justin me sonrió abiertamente – Entre tú y yo, Jason se hubiera vuelto loco si no lo hubiese permitido – trató de bromear y Jason bufó – y sé lo desagradable que es estar sin casa y alguien que te ayude, así que … que importa si la casa estaba vacía.
Se encogió de hombros intentando restarle importancia pero me dio la impresión de que sus palabras querían decir algo más. Jason me acababa de decir que su padre había crecido solo, ¿sin padres? De alguna manera aquel hombre se compadecía de mí, estaba muy cerca de saber por lo que estaba pasando porque además tenía conocimiento de datos de mi vida que pocas personas sabían.
Me di cuenta de que Jase podía ser una copia de su padre, no solo físicamente, sino también el aspecto de mostrar sus lados más duros pero además ser personas que sienten y padecen por dentro.
Justin Bieber había pasado por muchas cosas malas que le habían dejado mella en la vida y podría actuar de manera radical ante sus problemas, pero había formado una familia, lo que indicaba que
debía tener una fibra sensible.
Jase admiraba a su padre, se notaba por su mirada en él. Janelle lo abrazó con cariño. Sí … Justin Bieber tenía que ser una buena persona para haber tenido a aquellos dos hijos increíbles. Su madre
no pudo hacer todo el trabajo.
Solo de pensar en aquello me sentí mejor estando cerca de él y me relajé. Jason besó mi mejilla interrumpiendo mis meditaciones y sonreí. Por Jase estaba descubriendo cosas nuevas y cambiando
mi vida en lo que parecía por entonces un giro para bien.
* * *
mismo nombre. Más de una vez habían hecho bromas con Christian cuando llamaba a su novia y respondía la abuela. Justin, Jase, George y Christian estuvieron jugando pocker y haciendo apuestas. Reían y bromeaban. Justin y George fumaban de vez en cuando.
La abuela me acogió con su nieta mientras nos contaba historias de su juventud y un viaje que hizo con su marido en una caravana para celebrar sus bodas de plata.
Hablar de cosas al azar fue lo predominante en aquel día. No hubo preocupaciones, no hubo problemas. Todos estábamos a gusto en aquel ambiente.
Jason me sorprendió una vez abrazándome por detrás dándome un beso en la mejilla delante de su abuela y su hermana produciéndome un respingo. Jase rió sobre mi hombro y las mujeres sonrieron enternecidas.
– Jase siempre ha sido un niño muy dulce – comentó la abuela cuando él se retiró.
No pude hacer otra cosa que sonreír tímidamente sintiéndome orgullosa de tener una persona como él a mi lado.
Cuando abandonamos aquella casa Jason condujo hasta la mansión donde ahora vivíamos. Jase abrió la puerta y me invitó a que yo pasara primero.
Nos teníamos que arreglar para ir a una fiesta con su hermana. Definitivamente aquel día no iba a parar.
– Me voy a duchar – comenté subiendo por las escaleras.
– Oh, no. Yo voy primero – dijo Jason.
– Já – me burlé empezando a correr hacia arriba.
Jason carcajeó siguiéndome escaleras arriba, justo cuando llegué al cuarto me cogió por la cintura alzándome del suelo mientras pateaba en el aire riéndome provocando que se me cayeran los
zapatos desperdigados por la habitación. Jase caminó hasta que entró conmigo en sus brazos en el baño. Me dejó en el suelo y tiró de su camiseta arriba luciendo su perfecto torso.
– ¿Te unes a mí? – preguntó divertido.
– Ni lo sueñes – bufé.
– ¿Cómo sabes que lo soñé? – rió colocando sus manos en el borde de mi camisa y tirando hacia arriba hasta sacarla – Te quiero en la ducha. Conmigo. Ya.
Me crucé de brazos y negué con la cabeza. Jase enarcó una ceja y en un ágil movimiento me cogió y me colocó en su hombro para entrar juntos en la ducha. Grité dándole un golpe en el cu*lo y él rió
mientras abría el paso del agua.
Me colocó sobre mis pies y me arrinconó contra la pared al tiempo que se lanzaba salvajemente a besar mi cuello. Sus manos bajaron por mi cintura y viajaron a mi espalda dando ligeras caricias como yo acariciaba su pecho. El agua nos empezaba a mojar enteros.
Sentí el sujetador caer y Jason lo lanzó fuera de la ducha. Su boca fue bajando de mi cuello a mi clavícula para besar los puntos
sensibles de mis senos haciéndome gemir. Su lengua lamía las puntas de las zonas extremadamente estimuladas mientras sus manos seguían bajando a mi cadera y deshacían el broche del pantalón. En nada me quedé desnuda y expuesta frente a él. Jase sacó un paquete de aluminio del bolsillo trasero de su pantalón y lo aproximó a mi boca para que lo cogiera entre los dientes.
Él se deshizo de sus pantalones quedando en igualdad de condiciones que yo. El agua de la ducha repiqueteaba en nuestros cuerpos. Una de sus manos me quitó el paquete de la boca y acarició mi mejilla mientras la otra me recorría el costado provocándome un ligero escalofrío.
Me acerqué a él para besar sus labios pero él se alejó con una sonrisa torcida. Fruncí el ceño. Sus manos bajaron por mis muslos y sentí su erección contra mi vientre. En un momento Jason me
cogió para sostenerme contra la pared.
– Te deseo, _____ – siseó con voz ronca en mi oído.
Sus palabras me produjeron un remolino de emociones. Me agarré fuertemente a sus fornidos hombros y apoyé mi frente sobre la suya. Con una mano me sostuvo mientras con la otra abría el
envase de aluminio entre sus dientes y deslizó el preservativo en su miembro.
– ¿Preparada? – rozó sus suaves labios sobre los míos.
Asentí y lo noté deslizándose dentro de mí. Apreté mis uñas en su espalda dejando escapar un gemido. Jase se movió despacio y delicadamente para no hacerme daño. Sus labios besaron los
míos lentamente haciéndome saborear el momento y todas las sensaciones en mi cuerpo.
Jason salió y se impulsó hacia dentro agarrándome con fuerza las piernas para no dejarme caer. Sus pulgares trazaban círculos allá donde estaban. Pegué mi pecho contra él sintiéndolo mojado por la
ducha y como se deslizaba su piel con la mía. La suavidad de nuestro tacto me hizo enloquecer. Los labios de Jason besaron mi hombro mientras entraba y salía dentro de mí.
– _____ – susurró con los ojos cerrados deleitándose de nuestro contacto.
Incliné mi cabeza para besar su cuello. Jase gimió como nunca mientras seguía realizando los movimientos con su cadera. Saboreé su piel mojada de su cuello haciendo círculos con mi lengua.
Jason me embistió fuertemente y jadeé ante la sorpresa aferrándome a su cuerpo.
– ¿Estás bien? – preguntó preocupado – ¿Te hice daño?
– No – dije en un murmullo – Sigue, Jase – insté.
Él me hizo caso continuando sus movimientos. No podía evitar retorcerme de gusto entre sus manos. Jason sonrió besándome mientras entraba dentro de mí. Contuvo mis gemidos con su boca.
Le besé tirando de su cabello. Mis piernas se tensaron sobre sus manos y Jase me apretó contra la pared acelerando sus movimientos.
Su aliento chocaba contra mí boca. Jadeé su nombre. Eché mi cuello hacia atrás sintiendo como llegaba al punto más alto.
– Oh, Dios, ¡Jase! – grité. Sus manos apretaron mis nalgas sin parar de moverse en mi interior
– J-Jason – gemí.
Jase soltó un gemido gutural desde su garganta mientras dejaba descansar su frente sobre mi hombro.
– Joder, _____ – siseó.
Con cuidado me dejó sobre el plato de ducha y sus ojos miraron los míos al tiempo que sus manos se posaban en mis caderas. Sus labios presionaron los míos y se quitó el condón.
El agua de la ducha seguía cayendo sobre nosotros. Todo el pelo de Jason dejaba caer gotitas sobre su frente. Sonreí acariciando sus sonrojados labios y alcé la mano para retirarle el pelo hacia atrás.
Jason se veía hermoso con sus ojos caramelo fijos en mí. Extendió un brazo y me mostró un bote de gel con una sonrisa divertida.
– Bueno, ahora … ¿nos duchamos?
Reí rodeando su cuello y lo besé dulcemente. Jase aprovechó espació un poco de jabón por mi espalda acariciándome con sus largas y grandes manos. Su tacto produjo corrientes eléctricas por
mi cuerpo al tiempo que nuestros pechos rozaban.
De manera delicada fue bajando por mis nalgas y mis muslos enjabonando toda mi parte de atrás.
Se echó más gel sobre las palmas de sus manos y las frotó sobre mi cintura mientras me miraba a los ojos con media sonrisa. Empezaba a sonrojarme más de lo que debía estar con el calor de la ducha. Sus manos fueron bajando a medida que se agachaba para cubrir mis piernas de una ligera capa de espuma. Besó mi vientre siguiendo casi hasta mi pubis, pero se detuvo. Solté un suspiro por todo el aire que había contenido. Jason se alzó y besó mis labios mientras lavaba mis brazos y acariciaba de nuevo mis pechos bajando por mi barriga. Gemí cerrando los ojos y deleitándome de su toque. Le quité el bote de jabón y me decidí a hacer lo mismo que él había hecho conmigo.
Su piel era suave y tersa. Pasé mis manos por sus brazos, subiendo desde sus bíceps a su cuello y bajando por sus marcados pectorales. Pellizqué ligeramente sus pezones y soltó aire entreabriendo los labios. Me miró con picardía y yo agaché la mirada continuando con mi tarea, lavando y acariciando cada cuadradito que se formaba en su abdomen.
Lo miré a los ojos sin atreverme a bajar más por su cuerpo y tras sonreírme se dio la vuelta para que frotara su espalda. Sonreí mientras extendía otra capa de jabón por su perfecto cuerpo. Los
músculos de su espalda estaban duros bajo mis dedos. Colocando mis manos sobre sus hombros fui apretando con mis pulgares en círculos para hacerle un pequeño masaje bajando por sus omóplatos.
Jason se giró otra vez para coger mis manos y besarlas suavemente en el centro del dorso mientras me miraba con sus brillantes ojos mieles.
– Eres un ángel – sonrió sosteniendo mis manos mientras se acerba a darme un beso – Mi hermoso ángel – susurró dándome un pequeño empujón hacia atrás hasta que todo el agua cayó sobre nosotros aclarando nuestros cuerpos del jabón – Mía – sentenció profundizando en un beso.
ASDFGHJKLÑ MUERO DE AMOOOR*---* SIGUIENTE POR FAVOR, ME ENCANTA:333
ResponderEliminarAaaaaaaaa muero *-*.Que se esta espabilando ya mi coooper :').Que monos miralos en su casita ,llendo a ver la familia de el,que guuuay,teniendo escenitas hot ,normal que disfruten que son jovenes jaja.Me ha gustado mucho el capi,un besitoo.
ResponderEliminarBy:MJCS
He muerto miriam*-* dios asdfghkg, quiero un Jase en mi viida c: siguela pronto fei <3 como dije en el capi anterior, que nada te pare asdfg *0*
ResponderEliminarMe encantooi por favor sube el siguiente cap yaaa , me muero de amor de verdad , me matas con capitulos como estos :) SIGUIENTE .
ResponderEliminarVale. Estoy muriendo ahora mismo. Espera que nesecito respirar............ Vale ya. Joder ME HA ENCANTADOOO. ES IMPOSIBLE EXPLICAR TODO LO QUE ME GUSTA ESTA NOVELA JODER. DIUS ME ENCANTAN ESTOS CAPIS ENSERIO. espero que subas pronto porfa.. Bss con swagesura :33 *___*
ResponderEliminarMiriam cielo, como ya sabes, amo tu novela. Es la mejor que he leído y tu, mi escritora favorita*---* espero el siguiente con ganas.
ResponderEliminarLa parte de la ducha me ha matado*-* pero lo de la casa de los abuelos... Buf, precioso todo.
Siguela pronto, porque si no, yo tampoco subo8). No molesto mas, un beso linda<3
VALE, ME ACABAS DE MATAR, SIGUIENTE POR FAVOR.
ResponderEliminarEstoy muerta me ha encantado es tan bonita y la parte de la ducha dios mio casi me quedo sin aire y con los abuelos q bonito q tierno siguiente ya porfaaa besos y sigue escribiendo a si de bien
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