You Only Live Once : Capítulo 5: La He J*dido Hasta el Fondo

Aquello era una fiesta, no me iba a limitar a cumplir el plan, también me lo quería pasar bien. Derek y yo empezamos a bailar juntos, sus movimientos y los míos eran coordinados. Nos estábamos divirtiendo, de vez en cuando hacíamos payasadas y nos reíamos. Entre tanto, vi a Trudy mirarnos, hice como si no me diera cuenta, me giré a Derek y le sonreí.

Bésame – le urgí.
¿Nos mira? - rió. Yo asentí.

Aquello iba en contra de todas mis normas, por muy bien que nos pudiéramos llevar desde ese momento, Derek no era mi tipo, pero era necesario. Vi a Derek acercarse hacia mí despacio, sabía que en el fondo no quería esto. Puse mi mano en su cuello y yo también me aproximé. Cerré los ojos para no mirar y acabamos juntando nuestros labios. Derek manejó la situación lo mejor que pudo, realmente besaba tan bien como presumía … Abrí los ojos para mirar hacia el sitio donde estaba mi hermana, y … ya estaba a nuestro lado. Me separé inmediatamente de Derek.

Trudy, no te vi cuando entré – hice como si nada – así que me puse a bailar con Derek.
¿Se puede saber que estás haciendo? – tiró de mí hacia el baño para quedarnos solas.
No te gusta que se acerquen a Derek, ¿verdad? – me reí – pues ya sabes lo que siento yo cuando hablas de ligarte a Justin – dije con amargura.
Eres una idiota ____. Tan solo tenías que decirme lo que sentías por Justin, ¡soy tu hermana joder! ¡Y a mí Derek no me importa lo más mínimo! – reclamó gritando.
Mentirosa, te dije que no quería competir por Justin, para mí él no es ningún juego. Y claro que estas loca por Derek, reconócelo de una vez. Él está aquí por ti, le dije que me besara para provocarte, ¿entiendes? Yo no tengo nada con tu chico.
¿Y te crees que yo y Justin si tenemos algo? Estás ciega, ayer no hacía más que mirarte a ti, esta loco por ti, solo habla de ti. Yo no le gusto lo más mínimo.
¿En serio? – dije incrédula.
Pues claro tonta, y ahora te ha visto con el imbécil de Derek, ¿qué crees que piense?
La he jodido hasta el fondo – me quedé pensativa – Me voy enseguida con él – iba a darme la vuelta – Trudy, ve y habla con Derek, en serio, hace tiempo que deberíais estar juntos.
Ve y arregla tu vida, yo haré lo propio.

Salí corriendo del baño y revisé la barra. No estaba allí, tampoco en la pista de baile. Salí del local, miré por todas partes, no le veía. Busqué por el parking, Justin estaba apoyado sobre su coche tomando una cerveza. El ruido de mis tacones le desvelaron mi presencia, me miró serio.

Hola ____, ¿que haces aquí? - tiró la lata de cerveza lejos con brusquedad.
Venía a … a hablar contigo.
¿De qué? ¿Vas a venir con el rollo de mejores amigos a hablarme de tu nuevo novio?
No es mi novio – me apresuré a decirle – es solo un amigo.
¿Y desde cuando los amigos se besan? Dímelo ____ - se le notaba enfadado.
Escúchame por favor – me estaban entrando ganas de llorar – esto es difícil de explicar.
A mi no tienes por qué darme explicaciones ____.
¡No! Si tengo que hacerlo – me acerqué y me puse frente a él – Derek y mi hermana se gustan desde hace mucho tiempo, Derek y yo solo hicimos esto para darle celos a Trudy y reaccionara de una vez. Justin – cogí su mano – mírame por favor – sus ojos seguían pétreos, aquella mirada dolía – no soportaba la idea de que Trudy estuviera contigo … ella no hacía más que decir que quería ligar contigo y yo … yo …
Pero ____, ¿es que no te diste cuenta que todo momento que he tenido libre desde ayer lo he pasado contigo? En el coche para llevarte a casa, en la cocina para llevar los postres, esta mañana en mi casa … Tu hermana es solo eso, tu hermana.
Lo siento, me puse celosa ¿vale? - había tratado de explicarle las cosas con tranquilidad, pero el seguía acusándome con sus duras facciones, empecé a enfadarme – en mi vida me había pasado. No soy experta en manejar estas cosas pero han salido así.
¿Y qué quieres que te diga ____?
¿Qué que quiero que me digas? - asintió con decisión – para empezar, explicame por que no acabaste besándome este medio día – hice una pausa – y para seguir, dime como pudiste hacer después como si nada, ¡no sabes lo avergonzada que me sentí! – le eché en cara. Las lágrimas amenazaban con salir por la mezcla de rabia y los sentimientos recordados al haber estado a punto de besarle. Sus ojos empezaron a enternecerse.
No lo sé, ¿te crees que para mi fue fácil? Yo también quería besarte, pero no sabía si para ti iba a ser demasiado precipitado. Después de todo llegué hace un día después de más de seis años sin vernos. Y después de nuestra amistad, no sabía si querrías algo más. Creí que tú preferías no hablar del tema en ese momento, ¿te recuerdo como te encontré al regresar con las pizzas?

Ambos quedamos en un silencio incómodo; era cierto, yo no quise hablar de eso en aquel momento, de hecho tendría que haberse sentido mal con mi estúpido comportamiento. Las dudas de la noche anterior habían llegado a su fin, ya sabía lo que yo quería, solo faltaba que Justin quisiera lo mismo que yo … pero, ¿cómo decírselo?

Su mano acarició la mía, yo seguía preocupada, él ahora mostraba unos ojos de arrepentimiento y una leve curva en sus labios.

Se acercó y me abrazó. Oculté mi rostro en su pecho, sentí como presionaba sus labios en mi coronilla, yo me apreté más contra él. En aquel momento fue como si todos los problemas se desvanecieran, a su lado estaba mejor que nunca.

Todo ha sido un mal entendido – yo afirmé con la cabeza – ¿quieres que te lleve a casa? Han dado ya las doce – se ofreció.
Sí, estoy algo cansada – suspiré.
¿Y tu hermana?
Se las apañará con Derek.

Dicho eso Justin me acompañó a la puerta de copiloto y me la abrió. En cuanto estuve sentada cerró la puerta con delicadeza y fue a sentarse en su sitio. Justin condujo despacio por la carretera hasta que llegamos a nuestra zona residencial y aparcó en la calle.

Como un caballero, volvió a abrirme la puerta y me prestó su mano para salir del coche. Cuando cerró las puertas con la llave automática me arrinconó contra el coche poniendo sus brazos a cada uno de mis lados. El color miel de sus ojos me derritió, tenía la mirada más bonita que había visto. Sonreí al ver sus intenciones, el hizo lo mismo al verme a mí. Se fue acercando hasta que colocó su frente junto a la mía, empezaba a comer ansias. Su boca entreabierta me perdía en la tentación, remoje mis labios en acto reflejo. Volvió a colocar una sonrisa amplia en su rostro.

¿Quieres besarme de una vez? – rogué impaciente.

En ese momento sentí la suavidad de sus labios, húmedos pero ardientes. Justin capturó mi labio inferior mientras yo llevaba mis dedos bajo su nuca. Su brazo rodeo mi cintura y me apegó más a él. El beso empezó muy apasionado y varios segundos después se tornó más suave y lento hasta que finalizó con un último pico en que abrí los ojos.

_____, ¿puedo decir que oficialmente eres mi chica?
Solo si tú aceptas ser mi chico – puse ambos brazos sobre sus hombros sonriente.
Entonces acepto – me dio un beso rápido, puse mala cara – mañana habrá más – susurró en mi oído divertido – será mejor que entres, hay luces encendidas.
De acuerdo – volví a capturar su boca – buenas noches.
Lo serán – respondió convencido – espero que la tuya también lo sea.
Seguro que sí.

No quería separarme de él, sentía que podía pasarme el resto de la noche ahí, besándole una y otra vez sin cansarme. Por el contrario, tuvimos que irnos cada uno a nuestra casa para dormir.

En el salón estaba mi padre viendo la televisión, iba directa a mi cuarto cuando me llamó. Me acerqué lentamente al sofá y me puse frente a él. Había salido sin su permiso …

Vienes de una fiesta ¿cierto? – asentí incómoda – estabas castigada sin salir – me recordó.
Lo sé, lo siento – John alzó una ceja – Papá – tragué saliva – perdón por discutir el otro día contigo, me sobrepasé.
Lo hiciste – concordó en calma – eres consciente de que no estuvo bien lo que dijiste, pero de todos modos vienes de ver a tu amiguito Justin, eres una hipócrita.
Me fui a la fiesta con otro amigo, a Justin me lo encontré por casualidad – mentí para encubrir a mi hermana – Derek tenía ganas de quedarse más tiempo, por eso Justin me trajo – le conté aquello por si había visto algo fuera.
¡Debiste volver con tu hermana!
¡Ya basta! Yo no soy como ella. Me disculpé para llevarnos mejor pero no haces mas que reclamarme. ¡Estoy cansada, me voy a dormir!

Salí de allí y me fui a mi cuarto. Tras una ducha, me puse el pijama y caí rendida en el colchón. Ese día había sido demasiado ajetreado hasta el último momento. Supuse que mi madre se había dormido antes que mi padre, y por eso no pudo evitar que me pillara.