viernes, 15 de marzo de 2013

Capítulo 27: ¿¡Podrías Ser Más Inconsciente!?

Zayn ahuecó mi mejilla en la palma de su mano.
  • Lo siento– respondió.
Negué con la cabeza varias veces.
  • En la vida vuelvas a hacerme algo así, por favor, no te metas en más líos – rogué.
  • Lo siento, ____. Yo … simplemente no sabía que hacer. Creí que nunca te volvería a ver.
  • Dijiste que no te irías de mi lado ni aunque te lo pidiese – le recordé – ¿acaso no eres un hombre de palabra? Soy una tozuda, conmigo hay que insistir – me reí por aflojar el ambiente.
  • Lo siento – volvió a repetir sin ánimo alguno.
  • Ya, deja de disculparte – acaricié su mejilla – lo importante es que estés bien – susurré – ¿quién te hizo esto?
  • Pandilleros, antiguos colegas – bufó con humor oscuro.
  • Creí que lo habías dejado …
  • Yo también lo creía … pero es más complicado de lo que piensas – suspiró – Cariño, te juro que yo cambié. Nunca fue mi intención engañarte de la manera en que lo hice – dijo angustiado.
  • Ya, Zayn, no hablemos de esto ahora. Lo haremos cuanto estés mejor.
  • No, ____. Me encuentro bien para hablar ahora. Debí decirte que había oído hablar de ti antes, que conocía todo tu pasado y tu historia con Justin, debí hacerlo pero tú estabas tan dolida, querías ir tan despacio para asimilar todo y tenías tanto resentimiento por tu pasado que temí que me echaras de tu lado por tener algo que ver con todo ese entorno de mierda.
Lo medité por un minuto. Si, probablemente no hubiera permitido a Zayn acercarse a mí si desde el principio hubiera sabido que él me conocía por la fama de Justin. Me hubiera avergonzado aún más, me hubiera olido problemas, hubiese tenido miedo de que me echara en cara mis antiguas acciones y que las desvelara a mi familia. “Con el pequeño detalle de que ya me conocía, nuestra historia sería muy distinta” me dice el subconsciente.

Sin esa mentira quizás hubiera seguido sumida en la tristeza por meses, no hubiese conocido las partes de mí ocultas que habían salido a la luz gracias a él.

Sin esa mentira no le hubiese dado la oportunidad de mostrarse como era, un chico bueno, luchador, dulce y comprensivo.

Sin Zayn mi soledad hubiera permanecido por mucho tiempo, pero … ¿y Justin? ¿Si Zayn no estuviera conmigo, Justin hubiese vuelto a por mí? ¿Cómo hubiese reaccionado al verlo por primera vez? ¿Lanzándome a los brazos de Justin desesperada?

Me di cuenta de lo dependiente que era de aquel chico que me robó el corazón por primera vez en la vida. Quería cambiar eso, quería valerme por mí misma. ¿Por qué tenía que depender de algún chico? Zayn siempre estuvo para mí en los malos momentos, salí de la madriguera con su ayuda pero realmente no estaba tan ligada a él como lo estuve de Justin.

Gracias a la mentira de Zayn cambié, y en mi opinión fue para bien. Las personas que quería estaban para apoyarme en momentos de desequilibrio, pero no para sostenerme eternamente … a los dieciocho años me di cuenta de que empezaba a caminar por mí misma de verdad.
  • Está bien, Zayn, lo más seguro es que tú y yo no estaríamos juntos ahora si no fuera porque me ocultaste la verdad … pero no lo vuelvas a hacer – le miré severamente – ya nos conocemos y hemos vivido varias cosas juntos, así que no me alejaré de ti por las buenas, ¿entendido?
  • Yo ya no te oculto nada, ____. Pero, ¿Y tú? - su voz se tensó – Lo sabes todo de mí ahora, pero hay cosas de tu pasado que aún no me cuadran.
  • ¿Qué quieres saber? - dije con inseguridad.
  • Qué paso con Justin, por qué se fue, que pasó con aquellos acosadores. Ese tema realmente me preocupa – apretó mi mano – no quiero que te pase nada malo.
Soltando su man y llevando las mías a mi cabeza, tiré del pelo hacia atrás exasperada. ¿Este era el momento de contárselo todo? Estábamos en un hospital y no me sentía a gusto hablando de mi pasado allí, sobretodo por quién pudiera escuchar … Miré el reloj, había olvidado que tenía que irme a mi clase de autodefensa.
  • No me evadas – susurró Zayn suplicante.
  • No lo hago – volví la vista a él – Prometo contarte todo eso, pero no ahora, menos aquí. No me siento cómoda – le expliqué – además, tengo que irme – me levanté de la silla.
  • Hazme un favor – cogió mi mano – No le digas a mi abuela que estoy aquí.
  • ¿Y donde se supone que vas a estar? Ella se preocupará si no te ve y te vas a quedar ingresado …
  • Puedo decirle que estaré contigo un par de días en tu casa.
  • Zayn, no mientas a tu abuela.
  • No quiero preocuparla, ____. Por favor.
  • Esta bien – me aproximé y besé su frente – no te angusties y descansa. Volveré en un par de horas, ¿de acuerdo? Le diré a mi hermano que se quede un rato contigo – le sonreí.
  • Gracias.
Su mano se deslizó detrás de mi cuello y me acercó para presionar sus labios con los míos formando un beso lleno de urgencia y desolación. Puse mi mano sobre su cara y traté de calmar su ritmo rozando su boca levemente con el la punta de mi lengua.
  • Estoy aquí – lo tranquilicé – no te desesperes.
  • Necesito que hables conmigo – cerró los ojos con frustración.
  • Lo haré – di un casto beso en la comisura de su boca – solo ten un poquito de paciencia.
  • Lo que sea por ti – me regaló una dulce mirada – mi reina.
Un hormigueo me subió desde el estómago y desencadenó una sonrisa. Zayn me volvía loca con su ternura.
Finalmente saqué las fuerzas necesarias para salir del hospital y hacer mi camino a casa, fiándome de que Mike estaría atento de Zayn.
* * *

Acababa de desahogar toda mi desesperación en la clase de autodefensa. Había sido un gran día de entrenamiento corriendo, lanzando puñetazos y patadas al aire, al saco y combatiendo contra mis compañeros.

Cuando salí del vestuario recién aseada comprobé mi móvil. Había tres llamadas perdidas de Justin. Maldecí por dentro … él estaría preocupado y yo estaba sola en ese momento. Mientras me metía en mi coche le devolví la llamada. Contestó tras el primer tono, mala señal …
  • ¿Dónde estás? - preguntó de forma abrupta.
  • En mi coche, acabo de salir de entrenar en el centro deportivo.
  • ¿Estás sola? - sonó exasperado.
  • Sí, pero no te preocupes. Yo …
  • ¿Qué no me preocupe? ¿Te das cuenta de que estas permanentemente amenazada y tú te paseas tan tranquila por la ciudad?
  • ¿Estás enfadado? - soné incrédula.
  • ¡Enfadado es quedarse corto! ¿¡Podrías ser más inconsciente!? Te dije que …
De repente estallé en una carcajada. No tenía idea de porqué pero aquella fue mi reacción. ¿Estaba ya harta de enfadarme y preferí reír antes que llorar? Quizás.

Justin dejó de hablar y yo fui calmando mi respiración mientras todavía vibraba mi pecho.
  • ¿Qué le parece tan gracioso a la señorita ____?
Su tono tenía humor, sin embargo también sonaba algo sarcástico. Me estaba tratando como a una niña que no escuchaba y se revelaba contra sus padres.
  • Te crees con derecho a mandar en mi vida.
  • Corrección, tengo derecho a cuidar de tu vida – sonó victorioso por poder decir aquello.
  • ¿Por qué crees eso?
Puse el manos libres y encendí el coche para empezar a conducir.
  • Porque te quiero.
  • Justin – gemí por su respuesta – no hagas esto.
  • Tú también me quieres – empezó seguro, pero terminó la frase como si fuera una pregunta llena de inseguridad.
  • Voy a estar en el hospital – le informé cambiando de tema.
  • ¿Qué? ¿Por qué?
  • Zayn está ingresado y me quedaré con él – pude sentir como rechinaba los dientes – estaré bien. Él sabe prácticamente todo.
  • Haz lo que quieras.
Volvió a sonar seco. Volvió a sonar Justin Bieber, el chico duro al que no le penetraba ni una pizca de dolor en su sistema. Regresó a poner su barrera, y en parte me alegraba, odiaba sentirlo débil por mi culpa.
  • Es lo que he hecho siempre. Solo quería decírtelo para que no te preocuparas si no tienes noticias mías en un tiempo.
  • Eres tan irritante …
  • Parece que olvidaste eso en los últimos meses – reí con ironía para volver a irritarlo.
Escuché los pitidos intermitentes del móvil. Había colgado. Debí enfadarlo bastante. Mentalmente me encogí de hombros pensando que así me daría espacio y dejaría de ser un chico delicado; en esos momentos lo necesitaba fuerte, con la mente fresca y decidido. Sin embargo yo sabía que aunque el sacase esa faceta, por dentro Justin llevaría sus sentimientos de dolor y los liberaría en forma de rabia.

En lo más profundo de mi interior me pregunta si él extrañaba a la chica descarada que fui … más de una vez jugué con él incluso cuando fuimos novios. Me encantaba enfadarlo y que se desquitara salvajemente conmigo mediante sus juegos sexuales. Maldita sea … ¿Estaba de manera inconsciente provocando aquello? ¿Era eso lo que quería?

Sacudí la cabeza confundida. Mi vello se había erizado. Extrañamente sentí mis manos temblorosas. Aferré el volante con más fuerza para darme seguridad. Por mi cabeza rondaba la frase “estás jugando sucio”.

¿Torturarlo así como venganza sería demasiado? Si Ally supiera los planes que pasaban por mi mente en contra de Justin para divertirme un poco, hubiese exclamado “La cazadora de chicos volvió” Y por primera vez, no sentí rechazo a la idea de volver a ser esa chica, pero no “cazaría” cualquier chico que encontrase. No. Justin iba a experimentar en grado sumo lo que era una ____ muy difícil. Solo por hacerle ver lo que perdió, solo por convencerme a mí misma de que podía ser fuerte ante sus encantos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario