viernes, 19 de abril de 2013

Capítulo 42: Eres Un J*dido Egoísta

Narra ____

Justin había luchado con todas sus fuerzas contra todos los que le pusieron una mano encima. Me advirtió que corriera. Aún así, no pude hacerlo. Eran demasiados contra nosotros dos solos.

En este momento estaba en una pocilga de cuarto. Nunca pensé en Melanie como una pandillera. Sin bien la conocía de vista, jamás la asocié tampoco con Zac.

Me sentía estúpida por estar en aquella situación. ¿Por qué demonios tenía que llegar Zayn? Que yo supiera el no tenía idea de nada a lo que se refiriera a MF o a su banda de chiflados.

¿Y por qué demonios Justin hizo un trato con Melanie? ¿Qué trato podían hacer? No me encajaba nada y me estaba mareando. El ambiente era muy cerrado y húmedo.

Una puerta se abrió dejando entrar algo de luz. Me levanté del rincón donde estaba sentando. Enseguida visualicé a Melanie.
  • Dime pequeña perra, ¿que se siente?
  • ¿Qué se siente qué? – pregunté irritada.
  • Matar – susurró con malicia – porque tú lo mataste.
  • Me defendí porque él nos iba a matar a nosotros – dije más neutral sabiendo que se refería a Zac.
  • Lo vas a perder todo, ____. Y me voy a encargar de que lo veas con tus propios ojos – se aproximó a mí y me cogió del pelo – y después te tiraré a la calle medio desnuda para que todos te fuercen. Vas a gritar que te maten, _____. Vas a desear no haber conocido ni a Justin ni a Zayn ni haberte metido nunca en mi camino.
  • Estás loca – escupí en su cara.
Melanie tiró de mi pelo y me estampó contra la pared. El golpe produjo un corte en mi cara. Di un grito sordo por el impacto.
  • Justin fue un idiota por creer que perdonaría vuestras vidas a cambio de saber el paradero de los cuerpos de mi hermano y Troy y por traerme a la basura de Zayn.
  • ¿Qué te ha hecho Zayn? ¿Y como va a venir Zayn si no sabe donde estoy?
  • Eso no te importa, perra – tiró otra vez de mi pelo hacia atrás y me empujo al centro de la habitación – pero vino a por ti. Perra, siempre los tienes a todos detrás de ti como chuchos falderos.
  • ¿Qué Zayn ha venido? – jadeé.
  • Sí, ¿quieres venir a verlo morir? – se mofó.
  • No – exclamé para mí misma incapaz de creer en aquella pesadilla.
Melanie rió y me cogió de la muñeca. La retorcí para soltarme ella volvió a intentar cogerme pero puse resistencia y le di un puñetazo en la cara. Ella se abalanzó sobre mí como una fiera y caímos al suelo. No hacía más que tirar de mi cabello y golpear mi cabeza contra la superficie del suelo. Poniendo mis manos sobre las suyas hinqué mis uñas en sus dedos con todas mis fuerzas hasta crearle heridas profundas. Ella se soltó. Yo aproveché y me la quité de encima para ponerme de pie y golpearle la mandíbula con el pie. Iba a salir de allí pero me cogió del pie. Le pisoteé la mano y saqué la FIE Titan de mi pecho.

Sus ojos se desorbitaron. Apunté hacia ella. Sabiendo que si disparaba produciría un gran estruendo y todos acudirían al sitio preferí darle una última patada y dejarla agonizando de dolor. Saqué el cinturón de mi pantalón y até sus manos junto a sus pies con un buen nudo. Jamás pensé que las clases de campamento me servirían para algo.
  • Y ahora estate calladita, ¿entendido, perra?
  • ¡Muérete! – clamó indignada.
  • Oh, no pequeña, hoy no – di una cachetada a su sensible mejilla y gimió de dolor – siempre fuiste tan imprudente y fácil de prevenir que nunca interesaste a los chicos. En tu vida vuelvas a creer que eras mi rival porque yo era la mejor – dije en su oído para cabrearla más.
Metí la pistola en la cinturilla de mi pantalón y salí con cuidado del cuarto. Al parecer estaba insonorizado. Cuando me di la vuelta vi que en una esquina había un chico de mi edad tirado en el suelo entre un charco de sangre. Me quedé pálida.

En ese momento escuché gritos desde los pasillos. Cogí la pistola y la puse por delante dispuesta a disparar al que fuera que apareciera a mi vista. Recordé las palabras de Justin “Cuida tu vida sin preocuparte de la del que te va a hacer daño”. Un chico apareció frente a mí y disparé sin pensarlo dos veces. Cuando me di cuenta de quien era me arrepentí.
  • ¡Johnny! – corrí hacia él. Su camiseta empezaba mancharse con sangre. Había rozado su antebrazo.
  • ¡Joder, ____!
  • Lo siento – iba a mirar su herida pero me apartó.
  • Vayámonos de aquí cuanto antes – dijo cogiendo mi muñeca.
  • ¿Y el resto?
  • Buscándote – dijo cogiendo el móvil – ¿Dónde está Melanie?
  • Atada en un cuarto oscuro – respondí. Enseguida paró.
  • ¿No la has matado? – me miró severo. Negué con la cabeza.
  • ¡Mierda!
  • ¡¿_____?! – escuché mi nombre por detrás.

Cuando me di la vuelta Justin ya estaba a mi lado y me abrazó por la cintura.
  • Gracias, Dios, estás bien. Oh, Dios. Lo siento.
  • ¿Y Zayn? – pregunté cortándolo.
Justin frunció el ceño y supe que estaba molesto. Miré a Johnny. El pasó de mí.
  • Ha dejado a Melanie viva.
  • Bien, tengo un par de planes para ella – respondió Justin.
  • ¡¿Y Zayn?! – pregunté de nuevo enfadada guardando la pistola en mi cinturilla otra vez.
Se hizo el silencio. O no sabían nada o no me querían contar. Empecé a andar por cualquier sitio, perdida. Adonde fuera, tenía que encontrar a Zayn. Lucas llegó se cruzó en mi camino. Supuse que Johnny lo había llamado con el móvil.

A mi paso me encontré con un par de hombres más moribundos por los impactos de bala. Cuando llegué a otra estancia y miré al fondo mi corazón se paralizó. Olvidé como respirar y mi visión dio vueltas y más vueltas.

No podía creer lo que veía. Zayn estaba ahí, pero tampoco estaba. Mandé la orden a mis piernas para que se movieran, pero lo único que pude hacer fue dar traspiés hasta llegar a su lado.

Su cara estaba amoratada y cubierta de sangre.

Me arrodille a su lado. Lágrimas y más lágrimas borraban mi visión y de algún modo lo agradecí. Cogí su mano temblando.
  • Zayn – musité. Le busqué el pulso. Tenía un ritmo muy leve. Miré a la entrada de aquella estancia. Tres idiotas me miraban a lo lejos – ¿A qué coño esperáis? ¡Llamad a una puta ambulancia! – grité.
  • _____ … – empezó Justin acercándose.
  • ¡Ni se te ocurra acercarte! ¡Esto es tu culpa! – lloré.
Justin se quedó paralizado. Lucas pasó por su lado y se acercó conmigo agachándose.
  • Si esperamos una ambulancia tardará demasiado y tendremos que dar muchas explicaciones sobre que pasó aquí – dijo Lucas – Justin, ve a por el coche. Johnny, ayúdame a levantarlo – señaló a Zayn – Todo irá bien – me susurró a mí.
Pero yo sabía que no. Todo no podía ir bien. Algo había pasado que yo no entendía. Claramente Justin había sido traicionado por Melanie, pero él antes había hecho un trato para decirle el paradero de unos muertos y por provocar que Zayn llegara al almacén. No sabía como lo consiguió, pero me cabreaba que hubiese querido quitarse a Zayn de su camino de una manera tan baja, de hecho, más que enfadarme, me decepcionó, y esa decepción, provocó mi enfado por una vez más haber confiado en Justin y que él actuara de manera tan insensible.

Johnny y Lucas alzaron a Zayn con cuidado del suelo y lo transportaron entre ambos hacia fuera. Justin ya estaba en el asiento de piloto cuando llegamos al coche de Lucas. Yo me puse en la parte de atrás con Zayn cogiendo su mano. Él estaba inconsciente y di gracias porque así no sentía el dolor. Justin conducía rápido. Le convenía hacerlo. Si Zayn moría no volvería a dirigirle la palabra.
  • ¿Cómo supisteis que estábamos allí? – les pregunté a Johnny y Lucas.
  • Me llamaste. Ally me dijo que estabas desesperada y que la llamada se cortó. Fue la señal de que teníamos que actuar … Sabíamos lo que Justin estaba haciendo, por eso estábamos preparados para salir si era necesario – explicó Lucas.
  • Justin lleva un localizador en su móvil – aclaró Johnny – así pudimos encontraros enseguida.
  • ¿Matasteis a todos? – pregunté inquieta.
  • Entramos disparando a todo el que se ponía de por medio, sino nos matarían a nosotros. Si no murieron en el acto ahora estarán agonizando hasta que se vayan al otro lado – dijo Johnny como si nada – eso me recuerda … ¿cómo se te ocurre dispararme?
  • No sabía que ninguno de vosotros estabais allí. Creí que alguien vendría para ayudar a Melanie a acabar conmigo – suspiré apretando la mano de Zayn. Faltaba poco para llegar a urgencias.
  • ¿Qué haremos con ella? – preguntó Lucas – Se ha quedado encerrada en el almacén. Atada según ____ – me miró a mí – Por cierto, bien hecho.
  • No esperes que sea feliz porque haya salido ilesa de este desastre – miré mal a Justin desde la parte de atrás. Supe que me vio desde el espejo retrovisor – Dame tu móvil, llamaré al hospital para que se preparen en urgencias.
  • Llama a mi hermana – sugirió Lucas tendiéndome su móvil.
  • Eso había pensado – dije tragando todo mi orgullo.
Marqué el número de Rebecca y esperé a que contestara. Ella sabía bien en los líos que todos nosotros estábamos metidos. De alguna manera, estaba metida en nuestro grupo para salvarnos el culo si algo realmente malo pasaba y necesitábamos atención médica.
  • Dime – contestó una voz chillona al otro lado.
  • Rebecca, soy ____ – me presenté primero – los chicos y yo vamos de camino al hospital, Zayn está muy herido y apenas tiene pulso.
  • ¿Qué ha pasado? – se alertó.
  • No preguntes, solo prepara urgencias porque estamos al lado – miré a Zayn mortificada – ya tenía las costillas rotas y le han dado otra paliza, lo más probable es que tenga muchas más heridas internas.
  • Incluso hemorragias – siseó disgustada – corred.
Y colgó. Le devolví el móvil a Lucas. Rebecca había sonado profesional por una vez. Sí, ella iba a asegurarse de que Zayn saliera de esa.

Llegamos a la parte trasera del hospital. Allí salimos todos y Lucas sacó a Zayn que con la ayuda de los médicos lo colocaron en una camilla. Vi como se lo llevaron corriendo. Fui tras ellos todo lo que pude hasta que entraron en una habitación donde no me dejaron entrar.

¿Qué íbamos a contar que había pasado? Ni siquiera lo había pensado, mi única preocupación era que Zayn saliera bien de toda aquella mierda. Me senté desolada en las sillas de la sala de espera y enterré mi rostro entre mis manos.

Vi unos pies frente a mí. Lentamente alcé la cabeza hasta ver el rostro de Justin. Por muchas ganas que tuviera de aclarar lo que acababa de suceder, no quería hablar con él, no tenía las fuerzas. Hasta el momento, solo me había encargado de salir viva de todo el atolladero en el que nos habíamos metido.

El rostro de Justin era duro e inexpresivo como la piedra. Su ceja y su labio sangraban. Hasta entonces no me percaté de que también le dieron una paliza antes de que Lucas y Johnny acudieran en nuestro rescate.
  • Vete, Justin – dije con desgana – estoy demasiado cansada como para pelearme contigo ahora – aparté la vista de él hacia la puerta que llevaba a la habitación donde estaba Zayn.
  • Deberías curarte esto – Justin acercó su mano a mi mejilla pero yo me aparté antes de que me pudiera tocar. Mi herida no tenía ninguna importancia – Ya me voy – masculló.
  • ¡Eh! – lo llamé en un repentino recuerdo – ¿Qué se supone que debo decir si me preguntan que ha pasado?
  • La verdad, ____. Le dieron una paliza, como a ti y a mí.

Justin se fue y me dejó sola. En ese momento sentí nauseas. Quería que todo parara. Quería volver atrás, muy atrás y rectificar todos mis errores.

Toda la impotencia y frustración se concentraron en el centro de mi pecho y sentí verdaderas ganas de gritar. Supe con quién tenía que desahogar todos mis chillidos. No me iba a tragar todos aquellas malas sensaciones. Si me aguantaba y no aprovechaba todo el enfado, no podría encargarme tan bien del asunto como quería. Toda la energía y fuerza que necesitaba llegó a mí.

Corrí por los pasillos del hospital hasta llegar a la salida. Vi a Justin dirigirse a su coche. Corrí más hasta él. Lo alcancé justo cuando abrió automáticamente las puertas de su coche.

Toqué su espalda y en cuanto se giró sentí el impulso de darle una cachetada.

Sin saber porqué las lágrimas llegaron a mí. Posiblemente lloraba de rabia y la frustración de no entender el desastre que Justin había provocado él solito.

La cara de Justin era seria y de alguna manera asimilo el golpe que le di como un castigo. Justin iba a presenciar la peor parte de una _____ muy enfadada.
  • ¿Cómo pudiste hacer esto? ¿Cómo se te ocurrió precipitarte a ir solo contra esa pandilla? ¡¿Cómo pudiste creer que negociando solucionarías las cosas?! – alcé los brazos al aire – ¡Eres un imbécil!
  • _____ …
  • ¡Negociaste la vida de Zayn por mí! ¿Cómo se te ocurre decidir la vida de alguien?
  • ¡Porque lo primero siempre has sido tú!
  • ¡Eres un jodido egoísta, Justin! Lo hiciste porque no te importaba que Zayn muriera, pensaste que así no me quedaba de otra que quedarme contigo – aventuré – Me has decepcionado Justin, no sabes cuanto. Te juro que como Zayn muera no vas a saber de mí nunca más – lo amenacé – ¿Cómo lo hiciste para que Zayn fuera allí, eh? ¿Cómo?
  • ¡Yo no quería que las cosas salieran así! ¡Este no era mi puto plan! – se defendió sin responder a mi pregunta – Ninguno de nosotros íbamos a morir hoy y por el momento él sigue vivo. Él sabía lo que hacía cuando fue.
Y entonces recordé entre las burlas de Melanie aquel “Vino a por ti” que me atemorizó en ese momento. Fue por mí porque vio que me secuestraron. Él estaba al lado de mi casa todavía cuando yo hablaba con Ally por el móvil. Lo más probable es que viera a los de la furgoneta raptarme y todo había estado preparado para conseguir que todos llegáramos a donde ellos querían.
  • Tú permitiste que me secuestraran para tentar a Zayn a buscarme – adiviné. El rostro de Justin era inescrutable – ¿Así demuestras que te importo? – pegué su pecho atacada por la cólera – ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Cómo?! – pegué su pecho con más y más fuerza cada vez.
Justin no ponía resistencia. Tenía razón. Él no había negado nada y tenía razón. Permitió que me secuestraran, negoció la vida de Zayn poniendo en peligro la mía propia. Justin estaba loco.
  • ¡No puedes hacerlo todo tú! ¡No eres un maldito héroe! ¡Eres, eres … un monstruo! – dije horrorizada – ¡Te odio, Justin! ¡Te odio! ¡No es normal lo que has hecho! ¡Has puesto todas nuestras vidas en peligro! La tuya, la mía, la de Zayn, la de Lucas y la de Johnny. ¡Di algo maldita sea! – bramé – ¿Qué sientes al cagarla del todo?
  • _____ …
Aquella voz vino desde atrás. Me giré enfadada sin pensar quien era. En cuanto vi a Ally junto con Lucas cogí aire para tranquilizarme. 
  • Cálmate – me dijo acercándose despacio a mí. Más lagrimas asomaron a mis ojos – Ven – abrió sus brazos. Solo hizo falta que diera un paso para estar a su lado y que ella cerrara sus brazos alrededor de mí en un abrazo de oso – Todo va a ir bien. Ssh – dijo para apaciguarme – Ya se acabó, tranquila.

4 comentarios:

  1. Dios mio,tu novela es jodidamente perfecta, ¿COMO COÑO ME DEJAS ASIIIIIIIII????????!!!!!!!!!! Necesito saber ya que va a pasar,que Zayn no muera por dios,quiero saber si en realidad Juss queria deshacerse de Zayn,que lo.dudo,ya no se ni con quien quiero que se quede _____ estoy muy liada,pffff....por dios,siguiente

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  2. SIIGUIENTE PEROO YAAAA madre mia como escribes tan bien? por dios que intriga ahkdjslsjs

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  3. A ver yo quiero que se quede con juss pero como coño ha podido hacer toda esa mierda?!! No lo entiendo pero no me puedes dejar asii pff pero y si es verdad que no queria que pasase eso? Con zayn esta claro que no quiero que se quede pero tampoco quiero que se muera que justin se explique y que ___ le perdone porfavoorr oh dios mio esque no me puedes dejar asi tu novela es perfectaaaa y tu también!!!! Bueno siguiente yaa pero yaaa ya yaaaa porfavor no me puedes dejar asii eres mala te voy a mataar!! Bueno un besito y sube el siguiente en cuanto puedas :)

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