viernes, 22 de febrero de 2013

Capítulo 20: Me Estás Sacando de mi Propio Infierno


Zayn había traído una mochila con todo lo que pudiéramos necesitar en el nuevo picnic. Íbamos cogidos de la mano mientras caminábamos entre los árboles. Cuando llegamos al río tuvimos una mirada cómplice y Zayn rió acercándose a mí para cogerme en brazos y traspasar el agua sin que yo me mojase las zapatillas.
  • Esto te divierte – sonrió.
  • No más que a ti – contesté sonriendo – dime una cosa, ¿cuál es tu historia con este lugar?
  • ¿Por qué lo preguntas?
  • Cuando me trajiste por primera vez … dijiste que tenías una historia.
  • Descubrí el camino conduciendo sin más, no sabía a donde ir … quería estar solo y no escuchar más los problemas que había. Cuando mis padres murieron me pasaba aquí el día, era muy relajante.
  • ¿Hace cuanto … pasó el accidente?
  • Poco más de un año – respondió en tono solemne – mi hermana fue quien peor lo pasó. Desde ese incidente apenas habla – Zayn me bajó de sus brazos al llegar a la orilla.
  • ¿Y tú? ¿Cómo lo asimilaste? - cogí su mano y seguimos andando. Faltaba poco para llegar.
  • Me costó muchísimo, ____. Yo era una bala perdida en ese entonces … Fui un chico problemático que jamás iba a sentar cabeza, hasta que recibí el golpe más duro de mi vida.
Sentía como su humor oscurecía. Apreté su mano y le acaricié. Quería saber de él, sobretodo desde la conversación con su abuela, pero ese tema era muy delicado y tenía que ir despacio.
  • Siento haber sacado este tema – me disculpé.
  • Es normal que quieras saber … – suspiró.
  • No hablemos más de esto – me detuve y puse su cara frente a la mía – vamos a pasarlo bien.
  • Ya te haces una idea de que mi pasado no es bonito.
  • Eh – puse mis manos en sus mejillas – el mío tampoco, ya te conté la mayor parte de ello, y tú me dejarás saber tu vida con más tiempo. Sé que no es fácil hablarlo …
  • Mi abuela tiene razón, realmente me convienes – sonrió – estás sacando el lado más bueno de Zayn Malik, el nunca visto.
  • Desde que te conozco, eres un buen chico.
  • Eso es porque me conociste en una salida con Mike y el resto de amigos – se burló.
  • Y ahora que lo dices, ¿cómo conociste a mi hermano?
Seguimos andando para llegar al lago. Estaba deseando sentarme a su lado y hablar más tranquilamente.
  • Hace unos meses en el bar donde toco por propinas … nos encontramos varias veces allí y hablábamos en la barra tomando algo, a veces se reunía allí con sus amigos y yo acabé integrándome. Ahora vienen a verme tocar con frecuencia.
Eso explicaba porque no había oído hablar nunca de él. Llevaban poco tiempo conociéndose en comparación con el resto de los amigos.

Llegamos al mismo sitio donde Zayn me trajo por primera vez. Juntos, extendimos una manta por el suelo cerca de un árbol. Zayn se sentó apoyado en el tronco y abrió los brazos para que me acurrucara con él. Me coloqué entre sus piernas y pegué mi espalda a su pecho. Juntos contemplamos la hermosa imagen que nos regalaba la naturaleza. Sus dedos jugueteaban con los míos. Sentí sus labios en mi hombro. Era realmente relajante. Se sentía como si estuviéramos solos en el mundo.
  • Gracias por compartir este sitio conmigo – susurré.
  • Créeme, es mejor visitarlo contigo que solo – volvió a besar mi hombro – ¿tienes hambre?
  • Tengo sed – respondí – hace bastante calor.
  • A mí me dio calor de verte con esa ropa – contestó acercándome la mochila – me gustan tus piernas – acarició levemente mi muslo.
Saqué una botella de agua de la mochila y bebí un poco. Cuando terminé se la ofrecí por si el quería también beber, pero no quiso. Siguió acariciando la longitud de mis brazos con las yemas de sus dedos. Sentía su respiración en mi nuca. El calor aumentaba. Volví a dar unos tragos de agua. Unas gotitas cayeron desde mis labios hasta mi clavícula y bajaban hacia mi pecho.

Zayn pasó su pulgar por mis labios húmedos. Giré el cuello hasta que quedamos cara a cara. Sus labios capturaron los míos con fervor.

La temperatura subía constantemente. Mi botella seguía abierta en mi mano y sin saber como ni porqué la derramé sobre su pecho. Mordí el labio inferior de Zayn y me separé.
  • Chica mala – se pasó la lengua por los labios – Me has empapado.
Su cara advertía venganza. Me levanté para correr pero no me dio tiempo, enseguida me atrapó por la espalda y me llevó en volandas hasta el borde del lago. Reía y chillaba para que me soltara y no me tirara al agua.
  • Oh, vamos, fue sin querer – rogué – no te mojaría apropósito.
  • Mentirosa – mordió mi oreja y me dejó en el suelo.
  • Eh – me quejé.
  • ¿Qué? - rió Zayn agachándose para pasar la mano por el agua del lago y salpicarme – tú me mordiste el labio.
Sonreí y volví a tumbarme boca abajo sobre la manta. A Zayn se le había caído el móvil del bolsillo. Lo cogí para curiosearlo. Zayn se tumbó a mi lado apoyado sobre su espalda y cruzando sus manos bajo su cuello. Me miraba atentamente. Ver el fondo de pantalla me provocó un revuelo en mi interior. Había puesto la única foto que podía tener de mí, la que yo le mandé por mensaje cuando él estaba trabajando, Clark y yo juntos. Alcé la vista para ver sus ojos. Su rostro era neutro pero enseguida dibujo una ligera sonrisa sin dejar ver los dientes. Llevó su mano hacia mi mejilla, su tacto era realmente agradable y su mirada me hacía sentir cálida.

Mi boca se abrió en respuesta para dejar salir las siguientes palabras.
  • Te quiero.
Zayn abrió sus ojos en sorpresa y dejó caer su mano. Ni siquiera me había parado a pensarlo, simplemente me había dejado llevar y dije lo que sentía en ese momento.

Claro que le quería, él era tan importante en mi vida, me había ayudado tanto, me había tratado tan bien desde el principio que era imposible que no llegara a sentir algo realmente intenso por él. Esa era la verdad, me estaba enamorando de Zayn, un chico al que apenas conocía. Después de Justin, estaba volviendo a experimentar esa sensación, pero de una manera totalmente diferente.

Me había precipitado al soltar esas dos palabras y estaba atenta a la respuesta de Zayn, pero después me di cuenta de que no podía correr tanto y obligarlo a decir nada que no quisiera. Dejé el móvil en el suelo y me levanté avergonzada echando mis manos a la cabeza y tirando del pelo hacia atrás.
  • Lo siento, yo …
  • Eh, – se levantó y se puso a mi lado – no te disculpes – acarició mi mejilla con el relleno de su pulgar – no esperaba que me dijeras eso – su tono era bajo y comprensivo. Su mirada era tierna. Sentí que ahí mismo podía pararse el tiempo – Yo … creí que necesitarías más tiempo para esto, pensé que por lo que habías pasado me costaría conquistarte y ganarte.
  • Yo también, – reconocí agachando la cabeza – pero ya ves, ha salido solo, en poco tiempo te has colado en mi corazón – una lágrima discurrió por mi cara.
  • ¿Qué va mal? - sus cejas se juntaron y sus ojos buscaban los míos, pero yo siempre evité los suyos – ____, ¿qué pasa? No llores …
  • Pues que yo … tengo miedo de perderte, Zayn. No quiero que te sientas presionado por lo que acabo de decirte y te vayas, pero también tengo miedo de que tú no sientas lo mismo que yo – sollocé – lo siento.
  • ____ – con su brazo me acercó a él por la cintura y con su otra mano me acarició por el cuello – ¿qué clase de idiota sería si te dejase porque me quieres? Esto es más de lo que he podido pedir jamás – apretó su abrazo – No vuelvas a pedir perdón, cielo, tú crees que soy yo el único que está ayudando, cuando tú me estás sacando a mí de mi propio infierno. ¿Crees que no lo valoro? Si hay alguien que no te va a dejar, ese soy yo – puso sus manos en mis mejillas y me alzó el cuello. Pegó su frente con la mía – Y jamás me arrepentiré de decirte que te quiero, ____.
Su mirada penetró en la mía. ¿En serio yo le hacía tanta falta como él a mí? Dudé un instante antes de besar con delicadeza sus labios y abrazarle. Todo esto iba en serio, Zayn no me iba a dejar como aquella otra persona que me rompió el corazón en mil pedazos.

* * *
 
Pasamos más rato juntos abrazados bajo la copa del árbol, observando los pájaros y como el sol se alzaba a medio día, y después iba bajando por la tarde.

Habíamos vuelto a mi casa. Zayn me dio un buen beso antes de salir por la puerta para irse a ducharse y cambiarse de ropa en su casa. Yo hice lo mismo mientras pasaba el tiempo hasta que regresase. A la hora de escoger ropa interior, me detuve. Podía pasar cualquier cosa, debía estar prevenida porque ambos prendíamos la llama del deseo con facilidad.

Me decidí por lencería de encaje negra que todavía tenía sin estrenar. Me asomé al armario y pillé un vestido rosa pálido con volantes y escote en pico.

Tocaron al timbre y bajé corriendo. Zayn estaba impecable con unos vaqueros claros y una camiseta en pico ajustada a su figura de color gris.

Sonrió al verme. Me di cuenta de que aún tenía el pelo mojado y estaba descalza.
  • Te ves bien – colocó un mechón de pelo tras la oreja.
  • Tú también – metí dos dedos en el pico de su camiseta y tiré para acercarlo a mí y besarlo – ¿te apetece ver una película?
  • Como quieras – me dio un pico.
Pasamos al salón y pusimos la televisión. Zayn se sentó en el sofá un poco rígido. Me hizo gracia verlo tan formal aun con el hecho de que estábamos solos. Fui a la cocina a preparar unas palomitas y cuando volví me senté a su lado. Aún estaba serio y empezaba a preguntarme si ocurría algo.
  • Zayn, ¿qué pasa?
  • Nada cielo – pasó un brazo por mis hombros y besó mi sien – ¿qué vamos a ver?
  • Pensé en una comedia – puse el cuenco de palomitas entre nuestras piernas y cogí el mando – ponte cómodo, te recuerdo que estamos solos – dije colocando los pies en el borde la mesa y cogiendo un puñado de palomitas.
  • Lo sé – apareció una sonrisa pícara – créeme, no olvido el hecho de que estamos solos.
  • En una escala del uno al diez, ¿cuánto te estás controlando?
  • Un ocho – respondió estudiando mi cuerpo.
  • Eso es un gran nivel de desconcentración para ver la peli – me burlé. Coloqué la fuente de palomitas en la mesa y me puse sobre él. Deslicé mis manos por su pelo mientras miraba sus ojos – ¿qué piensas hacer conmigo?
  • Lo que tú quieras que te haga, tú mandas – acarició mis muslos. – Del uno al diez, ¿cuántas ganas tienes de ir a tu cuarto?
Me aproximé a su oreja al tiempo que acariciaba su cuello. Con los labios chupé el lóbulo de su oreja y después dejé salir mi cálida respiración arrastrando mi respuesta.
  • Diez.
Zayn apretó sus manos bajo mis nalgas. Di un pequeño chillido en sorpresa. Me cargó para dirigirse a las escaleras mientras yo reía. Rodeé su cuerpo con mis piernas. Cuando estábamos por el corredor del segundo piso me besó ardientemente. Me apretó contra mi puerta cerrada. Busqué a tientas la cerradura para abrirla mientras le seguía el beso. En cuanto la puerta se abrió Zayn entró aún agarrándome de la cintura. Tiré de mis piernas hacia abajo hasta quedar sobre el suelo. Llevé mis manos hacia los bordes de su camiseta y tiré de ella hacia arriba. Alzando los brazos Zayn se sacó la camisa. Oh, Dios. Sí, su musculatura era espectacular. Zayn alzó mi barbilla y me besó de nuevo mientras yo sentía con las palmas de mis manos sus tallados pectorales y abdominales.

La boca de Zayn se deslizó hasta mis hombros juntos con sus dedos para bajar los tirantes de mi vestido. El vestido cayó al suelo con facilidad y quedé en ropa interior.

Zayn se relamió los labios contemplándome.
  • Siempre he dicho que eres hermosa, pero ahora eso es quedarse corto – trazó una línea con sus dedos desde mi axila hasta la cadera. Una corriente me recorrió por todo mi cuerpo ante su toque y la conexión de su mirada.
Él se deshizo de sus pantalones y después me volvió a coger en brazos. Rodeé su cuello y lo besé. Zayn dio un giro sobre sí mismo y se sentó en la cama.
  • Déjame darte todo lo que tengo para ti – musitó en mi oído.
  • Hazme tuya, Zayn – lo empujé desde su pecho para que se tumbara – pero también, sé mío.
Me moví sobre su cadera. Un jadeo surgió de ambos. Sus manos apretaron mis caderas y tiraron de mí a su lado. Su beso fue apremiante. En cuestión de minutos nos deshicimos del resto de ropa que nos cubrían. Zayn recorrió todo mi cuerpo con su boca. Besó mis pechos, bajó hasta mi ombligo y se detuvo para mirarme antes de continuar. Eché mi cabeza hacia atrás, su lengua trazó círculos en mi clítoris y gemí.
  • Estás muy mojada, cielo – sopló en mi feminidad y me encogí de gusto – uno rápido – volvió a saborear mis fluidos – tus vecinos se cansaran de escuchar mi nombre – rió.
La erótica imagen de verme por horas enredada entre sus brazos me excitó. Gemí. Una y otra vez su lengua produjo la estimulación en aquel punto tan sensible. Sentía que me correría pronto, Zayn para acercar el momento antes, dio un ligero mordisco y llegué al clímax.

Se colocó sobre mí sin hacer el más mínimo contacto. Sus brazos se apoyaban a cada lado de mi cabeza y sus ojos eran fervientes. Acaricié su rostro. ¿Por qué este chico me hacía sentir tan especial con solo una mirada? Eso provocaba que lo deseara más, que quisiera dar más de mí y hacerlo disfrutar tanto como yo lo estaba haciendo.

Ajusté mis piernas alrededor de su cintura y rocé nuestros sexos. Zayn entornó los ojos y dejó salir el aire contenido.
  • Estas buscando que te envista – masculló extasiado.
  • No te reprimas, Zayn, hagamos esto para el placer de los dos – tiré de su cuello hacia mí para besarlo – llevas queriendo esto más tiempo que yo.
  • Estoy saboreando el momento – me besó tiernamente – después será más satisfactorio.
Poco a poco fue juntando nuestros cuerpos. Pecho con pecho, respiración contra respiración y sus irises oscuros lanzándome el mensaje perfecto de deseo y amor.

Zayn se hundió en mí, alargó ese primer instante en que fuimos uno solo. Cerré los ojos y entreabrí mis labios. Zayn se movió sobre mí. Jadeé su nombre. Él estaba siendo delicado por tiempos y salvaje por otros. Me estaba volviendo loca … Gemí en su boca.

En una maniobra yo acabé sobre él y moví mi cadera en círculos hasta que los dos llegamos a un orgasmo arrollador en el que Zayn rugió y yo grité por enésima vez su nombre.

Caí rendida hacia delante sobre su pecho. Sus brazos me rodearon por la cintura y besó mi coronilla. Cerré los ojos e intenté sosegar mi respiración.
  • _____- susurró.
  • Hmm – no tenía fuerzas para hablar.
  • Fue increíble.
  • Lo sé – sonreí débilmente. – Quédate conmigo – le pedí pasando mis manos por su cuello.
  • ¿Quieres que durmamos juntos?
  • Hmm. No te vayas.
  • No lo haré – después mis palabras cobraron más sentido para él – nunca lo haré – volvió a besar mi cabeza – te quiero, ____.
  • Y yo a ti – musité cayendo en un dulce sueño a su lado.


4 comentarios:

  1. Oh dios mio *-*
    Me he muerto xd

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  2. Venga ya...despues de esto no puede volver con JUSS!!!! D': Zayn y______ son la pareja perfecta!!!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Noooooooooooo!!!!!! Que son muuuy monos los dos y hacen muy buena pateja pero tiene que volver con JUSTINN que se nota que justin la quiere muuchoo y ella a el tambiieen

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