sábado, 2 de febrero de 2013

Capítulo 14: Bésame


Seguimos un par de horas allí juntos. Dando paseos alrededor del lago con el pequeño Clark a nuestros pies, viendo los árboles y los distintos pájaros que había por allí. Comimos la comida que había traído él en la cesta y finalmente recogimos todo para volver a mi coche. No dejé que Zayn volviera a cargarme en su espalda porque teníamos que llevar las cosas del picnic en la mano y estábamos pendientes de que Clark no se perdiera. Sin embargo, extendí mi mano hasta encajar mi mano con la suya, sin entrelazar nuestros dedos. Yo marcaba el ritmo de avance en nuestra relación y aquello me gustaba. Zayn sonrió cuando llegamos al río. Cogió a Clark y lo metió en la cesta y me la dio con el perro dentro. Sin aviso previo me cogió en brazos y di un grito de sorpresa.
  • Zayn estás loco – rodeé su cuello con mi brazo mientras sujetaba las cestas con el otro.
  • No lo voy a negar – rió – pero mirando el lado bueno, no tienes que mojarte los pies.
  • Te encanta cogerme – repliqué. No lo negó – ¿vas mucho al gimnasio?
  • Siempre que puedo. A veces todos, los días, ¿por?
  • Se nota que estás en forma – musité sonrojada.
  • Esto es una novedad – sonrió, yo le miré confusa – por fin algo que te gusta de mí.
  • Oh Dios, eso ha sonado tan superficial. Me he fijado en otras cosas antes que en el físico – reproché indignada.
  • ¿Cómo cuáles? - me miró inquisitivo, insinuante. Su boca era provocadora. Perdí el hilo de mis pensamientos – ¿que te gusta más de mí?
  • Es una tontería … - volví en mí misma. Los ojos de Zayn decían “oh, vamos. Suéltalo ya” - me haces reír de verdad. Nadie lo ha conseguido salvo tú en los últimos meses.
  • Eso no es una tontería. Tu risa es algo que debes dejar ver más veces – torció sus labios en esa sonrisa tan suya – tendré que quedarme cerca de ti – dijo en tono de burla.
  • No es mala idea – lo aprobé más seria que él – me gusta estar contigo.
Me bajó a unos metros de la orilla del río y seguí caminando por mis propios pies.

Llegamos rápido a mi coche. Zayn sostuvo la cesta con Clark dentro. Hicimos todo el camino de regreso a mi casa en silencio. ¿Ya está? ¿Así acaba mi día de cumpleaños? Ciertamente lo había pasado genial, pero quería más … ¿era malo? “Díselo” Grita la diablesa “Dile que quieres quedarte más tiempo con él”. Mierda. Estaba demasiado confundida. “¿Puedes dejarte llevar un poco por mi instinto?”. ¡No! Responde el subconsciente razonable. Si me dejaba llevar por ese demonio interno volvería a ser la misma zorra aprovechada de los chicos. “¿Quieres que se repita aquello?” regañé a mi fuero interno. El silencio se hizo en mi cabeza. Me estaba volviendo loca.

El reloj del coche marcaba más de las seis menos veinte. Llegaríamos en un rato. Miré por el rabillo del ojo a Zayn. Él me miraba sin ningún remordimiento. ¿Dónde se había metido la _____ segura de sí misma? Esto no podía seguir así.
  • ¿Qué haremos ahora?
  • Tu hermano nos espera en tu casa. Le estamos cubriendo.
  • Mmm … claro. Está con Kayla – negué con la cabeza – hasta en mi cumple hay que hacerle favores – reí con cansancio.
Bien. Volvamos al aburrimiento. Había que ayudar a Mike. ¿No podía pasar un día separado de su novia por el cumpleaños de su hermana? ¿Ni por quedar bien? No es que me importase en ese momento, realmente estar con Zayn fue mejor que cualquier cosa que hubiese hecho Mike, pero era molesto estar todo el rato salvando su imagen de buen chico ante mis padres.
  • ¿No quieres que te lleve a tu casa?
  • ¿Te quieres librar de mí? - torció sus labios.
  • No – me abalancé a responder – es solo …
  • Oh, ¿quieres saber donde vivo? - su sonrisa se amplió.
No lo había pensado hasta ese momento. Tan solo quería ser amable por si no tenía nada que hacer en mi casa o para saber si quería ver a mi hermano. Pero cuando lo dijo me dio curiosidad.
  • No era por eso – protesté – pero ahora que lo dices, ¿dónde?
  • A tres calles de tu casa. Vivimos realmente cerca.
Y una vez más me pregunté por qué no le había visto antes. A tres calles de la mía, prácticamente éramos vecinos. ¿No tendríamos que habernos cruzado alguna mínima vez? Claro … yo vivía en mi mundo rodeada de mis amigas y con Justin, de ese entorno no salía. Pocas veces me acordaba de que tenía familia. Mi casa solo estaba para dormir y comer si no lo hacía en casa de mis amigas y para estudiar cuando mis padres me obligaban.

Introduje el coche en el garaje de mi casa y salimos. Cuando entramos en mi casa gobernaba el silencio. Me asomé por varias habitaciones llamando a mis padres pero no había rastro de ellos. Le di un toque a Mike para saber que había pasado. Zayn estaba frente a mí sosteniendo a Clark.
  • ¿Dónde estás?
  • Con Kayla. ¿Y tú?
  • Ya estoy en casa, pero no están papá ni mamá.
  • Mmm … ¿has mirado el jardín?
  • Nunca están allí, Mike.
  • Mira por si a caso … no creo que desaparezcan por las buenas.
  • ¿Tardarás mucho en venir?
  • Estaré contigo en menos de lo que piensas.
No sabía porqué pero sonaba divertido. Miré a Zayn aún confusa y él se encogió de hombros. Caminé por el pasillo hacia el jardín que estaba en la parte trasera de mi casa. Zayn caminó detrás de mí. Si mis padres no estaban allí, saldría a sentarme en el porche. Era un sitio agradable para conversar y dejar a Clark corretear.

Abrí la puerta que daba al exterior y contuve la respiración. “SORPRESA” Gritaron todos a la vez.

Mike y Kayla estaban más cerca de la puerta. Mis padres estaban algo más lejos al otro lado, preparando la barbacoa. Al fondo estaban Ally y Marcie. Por otro lado estaban otros amigos de Mike que conocí hacía poco. Había cintas de papel colgadas de un extremo a otro por todo el área que rodeaba la barandilla. Un cartel de “Feliz 18 Cumpleaños” se sostenía en un árbol. Todo era color. Había luces para cuando oscureciese.

Unas lágrimas saltaron de mis ojos. Jamás había recibido una fiesta sorpresa … principalmente porque yo siempre había planeado mis propias fiestas.

Kayla se acercó a mi para felicitarme. Le di las gracias y después se acercaron Ally y Marcie. Les abracé. Habíamos estado días pasando las unas de las otras, tratando de hacer como si no nos importara como fuera nuestras vidas. Más lágrimas silenciosas corrieron por mi cara. Me separé de mis amigas y retiré la humedad de mi rostro con el dorso de la mano. Me dieron juntas un regalo.
  • Chicas, no hacía falta.
  • Bah, ábrelo.
Quite el envoltorio de la caja y comprobé el contenido. Un perfume. No un perfume cualquiera. El perfume que solo había usado con una persona. Esa persona no estaba. Era el aroma preferido de Justin. Un flashback me envolvió.

Justin se estaba acercando con aquella sonrisa condescendiente que me irritaba tanto. Si, me irritaba pero me daba ganas de tirarme a él. Sabía su poder.

Se sentó en el sofá de su departamento para unirse a ver la película de la televisión. Extendió el brazo por mis hombros y me acercó a él. Recorrí los músculos de su pecho con las yemas de mis dedos provocando que se le erizara la piel.
  • ¿Por qué vas sin camiseta? Hace frío.
  • Ese es el punto, nena. Para que tú me des calor.
Bufé mientras inclinaba mi boca hacia su pecho. Fácilmente me puse a horcajadas sobre sus piernas. Acaricié cada línea firme que marcaba su fibroso cuerpo. Sus manos apretaron mis nalgas provocando un gemido. Sus labios capturaron los míos mientras enredaba mis dedos al cabello de su nuca. Una mano subió por mi espina dorsal produciendo un escalofrío. Tiró de mi pelo hacia atrás y arqueé el cuello. Su boca lo saboreó. Poco después presionó el puente de su nariz contra la curva de mi cuello y aspiró.
  • Que bien hueles, nena.
  • ¿Te gusta? - sonreí victoriosa.
  • Es tan suave …
  • Tiene un punto dulce – maticé. Volvió a aspirar el aroma.
  • Cada vez que uses este perfume voy a estar pegado a tu cuello – dio un suave beso.
  • Lo usaré solo para ti.
Miré a las chicas. No creía que Justin hubiese tenido nada que ver. Él se había olvidado de mí.
  • ¿No te gusta? - preguntó Marcie.
El impulso de ser amable fue lo que primero me asaltó, pero lo pensé mejor. Ellas querían lo mejor para mí y éramos amigas. Nadie quería que recordara a Justin y ese perfume sería mi condena.
  • Era … el favorito de Justin – ninguna dijo nada – preferiría que lo cambiarais. Alguno de Play Boy estará bien – sugerí.
  • Oh, por supuesto cielo – respondió Ally – créeme, es lo mejor.
  • ¿Sabéis algo?
No hacía falta especificar sobre qué, o más bien, quién. Era obvio … No debí hacer la pregunta. Salió escopeteada desde lo más profundo de mi ser. Una parte de mí quería saber, la otra se negaba a escuchar.
  • Mejor no me digáis nada – rectifiqué. – Gracias por venir chicas. Os echaba en falta.
  • Nosotras también.
  • Esto ha sido una tortura.
  • Pero se supone que ha sido la mejor elección – les recordé.
  • He terminado con Lucas – me anunció Ally. “¡¿Qué?! No puede ser” pensé – se acabó. Hemos sido amigas toda la vida, un tío no me va a separar de ti – respondió segura.
Una parte de mí se sintió culpable. Lucas y Ally hacían buena pareja. No me gustaba eso.
  • Hablaremos más tarde de todo esto – les di otro abrazo – tengo que hablar con el resto.
  • Ve. Después nos toca bailar. Y ya hemos echado el ojo a los amigos de tu hermano – me guiñaron el ojo. Sonreí – tendríamos que haberlos conocido antes.
  • Sí, yo pienso lo mismo – inconscientemente miré a Zayn, el también me miraba mientras estaba con Mike – o quizás yo conocí a uno en el momento justo – dije más para mí que para ellas.
  • Uy, hay mucho que hablar – Marcie hizo palmaditas – me encanta.
Me fui de su lado y fui a saludar a mis padres. Estaban saludando al cachorro que jugueteaba a sus pies. Agradecí todo su esfuerzo por verme feliz. Estuve unos minutos con ellos, después con los amigos de mi hermano. Encendimos la música y empezó la verdadera fiesta. Mis padres nos habían dejado comida y se fueron. Lo pasé bien con todos. Bailar con mis amigas y después con mi hermano fue lo más divertido. Zayn estuvo más rato con sus otros amigos, eso sí, no apartaba la vista de mí. Comimos, hicimos chistes, jugamos a tonterías entre todos … volvieron a cantarme “cumpleaños feliz” y alguien explotó un petardo. Casi todos nos sobresaltamos y después nos reímos. Mike había traído fuegos artificiales. Estuve de pie mirando hacia arriba para ver las luces que explosionaban en el cielo nocturno. Zayn se puso a mi lado.
  • Tengo que irme – susurró en mi oído. Volví la vista a él alzando el cuello – mañana tengo que trabajar bastante temprano.
  • Vaya, los modelos también madrugan – me mofé.
  • Imagen publicitaria – me corrigió sonriente.
  • Te acompaño fuera – tomé su mano y caminamos por el pasillo hasta la puerta que daba a la calle – tú sabías lo de la fiesta sorpresa, ¿no?
  • Sí, yo fui tu distracción mientras la preparaban – abrió la puerta y salió a la calle. Salí con él y entorné la puerta tras de mí – ¿lo pasaste bien?
  • Esperaba un cumpleaños horroroso … resulta que ha sido el mejor de toda mi vida – sonreí.
  • Eso queríamos todos – acarició mi mejilla con ternura.
  • Te toca a ti llamar la próxima vez – le recordé – ¿estarás ocupado esta semana?
  • Mañana, quizás pasado también. Tendré que conducir al otro lado de Delaware para una sesión de fotos … es publicidad de sitios turísticos.
  • Claro, llega el verano … ¿en la costa?
  • Supongo – se encogió de hombros – tendremos que anunciar la playa, pero también los restaurantes, hoteles … lo típico del turismo.
  • ¿Suerte? - nos quedamos pensando – no, no la necesitas – reímos. Entrelacé los dedos de mi mano con la suya. Zayn miró el gesto y después volvió la vista a mis ojos.
  • ____, hay algo que llevo queriendo hace un tiempo.
Noté que su cuerpo se aproximó al mío. Medía un palmo más que yo y tuve que alzar mi cuello. Sus ojos se veían como caramelo derretido. Dulces, hermosos. Una tentación para mí. Por fuerzas de atracción incomprensibles mi cuerpo se inclinó hacia él. Remojé mis labios en un acto reflejo. Su boca se había entreabierto. Su mano libre ahuecó mi cara. Inclinó su cabeza para besarme pero se detuvo a centímetros de mí. Su mirada se desplazó de mi boca a mis ojos clavando sus pupilas en las mías. ¿Todavía me estaba pidiendo permiso?
  • Hazlo – musité – bésame Zayn.
Su boca alcanzó la mía. Cerré los ojos al contacto. Caliente, se sentía muy caliente. Capturé su labio superior y enredé mis brazos en su cuello. Su mano, ahora liberada de la mía, tomó mi cintura mientras con la otra seguía acariciando mi mejilla. Zayn presionó mi labio inferior entre los suyos. Suave, dulce, delicado. Me eché para atrás dejando milímetros de distancia entre nuestros labios. Saborear ese momento me hizo sentir una reina. Sonreí. Su cálida respiración chocaba contra mi cara. Presioné mis labios contra los suyos otra vez durante un segundo y me separé abriendo los ojos. Nuestras miradas conectaron. La sonrisa de Zayn era tímida, no dejaba ver sus dientes pero era igual de hermosa. Su mano se desplazó de mi cara para colocar un mechón de pelo detrás de la oreja. Retiré mis brazos de su cuello y lo acaricié con mis manos.

Finalmente nos separamos.
  • Te llamaré en cuanto pueda – susurró en medio de la noche.
No puede mas que asentir y verlo marchar.


5 comentarios:

  1. Dios amo tu novela, es tan... uf no se. sube pronto el capi siguiente :)
    Aquí te dejo mi blog, junto con mi novela por si te quieres pasar :) http://anapaynejustin.blogspot.com.es/ Besos!

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  2. dfjañdlkfajñd por fin a besado a Zayn!!!!!!!!!!!!!!!! cual es tu tuenti por cierto? :D

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