Seguimos un par de horas allí juntos. Dando paseos alrededor del
lago con el pequeño Clark a nuestros pies, viendo los árboles y los
distintos pájaros que había por allí. Comimos la comida que había
traído él en la cesta y finalmente recogimos todo para volver a mi
coche. No dejé que Zayn volviera a cargarme en su espalda porque
teníamos que llevar las cosas del picnic en la mano y estábamos
pendientes de que Clark no se perdiera. Sin embargo, extendí mi mano
hasta encajar mi mano con la suya, sin entrelazar nuestros dedos. Yo
marcaba el ritmo de avance en nuestra relación y aquello me gustaba.
Zayn sonrió cuando llegamos al río. Cogió a Clark y lo metió en
la cesta y me la dio con el perro dentro. Sin aviso previo me cogió
en brazos y di un grito de sorpresa.
- Zayn estás loco – rodeé su cuello con mi brazo mientras sujetaba las cestas con el otro.
- No lo voy a negar – rió – pero mirando el lado bueno, no tienes que mojarte los pies.
- Te encanta cogerme – repliqué. No lo negó – ¿vas mucho al gimnasio?
- Siempre que puedo. A veces todos, los días, ¿por?
- Se nota que estás en forma – musité sonrojada.
- Esto es una novedad – sonrió, yo le miré confusa – por fin algo que te gusta de mí.
- Oh Dios, eso ha sonado tan superficial. Me he fijado en otras cosas antes que en el físico – reproché indignada.
- ¿Cómo cuáles? - me miró inquisitivo, insinuante. Su boca era provocadora. Perdí el hilo de mis pensamientos – ¿que te gusta más de mí?
- Es una tontería … - volví en mí misma. Los ojos de Zayn decían “oh, vamos. Suéltalo ya” - me haces reír de verdad. Nadie lo ha conseguido salvo tú en los últimos meses.
- Eso no es una tontería. Tu risa es algo que debes dejar ver más veces – torció sus labios en esa sonrisa tan suya – tendré que quedarme cerca de ti – dijo en tono de burla.
- No es mala idea – lo aprobé más seria que él – me gusta estar contigo.
Me bajó a unos metros de la orilla del río y seguí caminando por
mis propios pies.
Llegamos rápido a mi coche. Zayn sostuvo la cesta con Clark dentro.
Hicimos todo el camino de regreso a mi casa en silencio. ¿Ya está?
¿Así acaba mi día de cumpleaños? Ciertamente lo había pasado
genial, pero quería más … ¿era malo? “Díselo” Grita la
diablesa “Dile que quieres quedarte más tiempo con él”. Mierda.
Estaba demasiado confundida. “¿Puedes dejarte llevar un poco por
mi instinto?”. ¡No! Responde el subconsciente razonable. Si me
dejaba llevar por ese demonio interno volvería a ser la misma zorra
aprovechada de los chicos. “¿Quieres que se repita aquello?”
regañé a mi fuero interno. El silencio se hizo en mi cabeza. Me
estaba volviendo loca.
El reloj del coche marcaba más de las seis menos veinte. Llegaríamos
en un rato. Miré por el rabillo del ojo a Zayn. Él me miraba sin
ningún remordimiento. ¿Dónde se había metido la _____ segura
de sí misma? Esto no podía seguir así.
- ¿Qué haremos ahora?
- Tu hermano nos espera en tu casa. Le estamos cubriendo.
- Mmm … claro. Está con Kayla – negué con la cabeza – hasta en mi cumple hay que hacerle favores – reí con cansancio.
- ¿No quieres que te lleve a tu casa?
- ¿Te quieres librar de mí? - torció sus labios.
- No – me abalancé a responder – es solo …
- Oh, ¿quieres saber donde vivo? - su sonrisa se amplió.
- No era por eso – protesté – pero ahora que lo dices, ¿dónde?
- A tres calles de tu casa. Vivimos realmente cerca.
Y una vez más me pregunté por qué no le había visto antes. A tres
calles de la mía, prácticamente éramos vecinos. ¿No tendríamos
que habernos cruzado alguna mínima vez? Claro … yo vivía en mi
mundo rodeada de mis amigas y con Justin, de ese entorno no salía.
Pocas veces me acordaba de que tenía familia. Mi casa solo estaba
para dormir y comer si no lo hacía en casa de mis amigas y para
estudiar cuando mis padres me obligaban.
Introduje el coche en el garaje de mi casa y salimos. Cuando entramos
en mi casa gobernaba el silencio. Me asomé por varias habitaciones
llamando a mis padres pero no había rastro de ellos. Le di un toque
a Mike para saber que había pasado. Zayn estaba frente a mí
sosteniendo a Clark.
- ¿Dónde estás?
- Con Kayla. ¿Y tú?
- Ya estoy en casa, pero no están papá ni mamá.
- Mmm … ¿has mirado el jardín?
- Nunca están allí, Mike.
- Mira por si a caso … no creo que desaparezcan por las buenas.
- ¿Tardarás mucho en venir?
- Estaré contigo en menos de lo que piensas.
Abrí la puerta que daba al exterior y contuve la respiración.
“SORPRESA” Gritaron todos a la vez.
Mike y Kayla estaban más cerca de la puerta. Mis padres estaban algo
más lejos al otro lado, preparando la barbacoa. Al fondo estaban
Ally y Marcie. Por otro lado estaban otros amigos de Mike que conocí
hacía poco. Había cintas de papel colgadas de un extremo a otro por
todo el área que rodeaba la barandilla. Un cartel de “Feliz 18
Cumpleaños” se sostenía en un árbol. Todo era color. Había
luces para cuando oscureciese.
Unas lágrimas saltaron de mis ojos. Jamás había recibido una
fiesta sorpresa … principalmente porque yo siempre había planeado
mis propias fiestas.
Kayla se acercó a mi para felicitarme. Le di las gracias y después
se acercaron Ally y Marcie. Les abracé. Habíamos estado días
pasando las unas de las otras, tratando de hacer como si no nos
importara como fuera nuestras vidas. Más lágrimas silenciosas
corrieron por mi cara. Me separé de mis amigas y retiré la humedad
de mi rostro con el dorso de la mano. Me dieron juntas un regalo.
- Chicas, no hacía falta.
- Bah, ábrelo.
Justin se estaba acercando con aquella sonrisa condescendiente que
me irritaba tanto. Si, me irritaba pero me daba ganas de tirarme a
él. Sabía su poder.
Se sentó en el sofá de su departamento para unirse a ver la
película de la televisión. Extendió el brazo por mis hombros y me
acercó a él. Recorrí los músculos de su pecho con las yemas de
mis dedos provocando que se le erizara la piel.
- ¿Por qué vas sin camiseta? Hace frío.
- Ese es el punto, nena. Para que tú me des calor.
- Que bien hueles, nena.
- ¿Te gusta? - sonreí victoriosa.
- Es tan suave …
- Tiene un punto dulce – maticé. Volvió a aspirar el aroma.
- Cada vez que uses este perfume voy a estar pegado a tu cuello – dio un suave beso.
- Lo usaré solo para ti.
- ¿No te gusta? - preguntó Marcie.
- Era … el favorito de Justin – ninguna dijo nada – preferiría que lo cambiarais. Alguno de Play Boy estará bien – sugerí.
- Oh, por supuesto cielo – respondió Ally – créeme, es lo mejor.
- ¿Sabéis algo?
- Mejor no me digáis nada – rectifiqué. – Gracias por venir chicas. Os echaba en falta.
- Nosotras también.
- Esto ha sido una tortura.
- Pero se supone que ha sido la mejor elección – les recordé.
- He terminado con Lucas – me anunció Ally. “¡¿Qué?! No puede ser” pensé – se acabó. Hemos sido amigas toda la vida, un tío no me va a separar de ti – respondió segura.
Una parte de mí se sintió culpable. Lucas y Ally hacían buena
pareja. No me gustaba eso.
- Hablaremos más tarde de todo esto – les di otro abrazo – tengo que hablar con el resto.
- Ve. Después nos toca bailar. Y ya hemos echado el ojo a los amigos de tu hermano – me guiñaron el ojo. Sonreí – tendríamos que haberlos conocido antes.
- Sí, yo pienso lo mismo – inconscientemente miré a Zayn, el también me miraba mientras estaba con Mike – o quizás yo conocí a uno en el momento justo – dije más para mí que para ellas.
- Uy, hay mucho que hablar – Marcie hizo palmaditas – me encanta.
- Tengo que irme – susurró en mi oído. Volví la vista a él alzando el cuello – mañana tengo que trabajar bastante temprano.
- Vaya, los modelos también madrugan – me mofé.
- Imagen publicitaria – me corrigió sonriente.
- Te acompaño fuera – tomé su mano y caminamos por el pasillo hasta la puerta que daba a la calle – tú sabías lo de la fiesta sorpresa, ¿no?
- Sí, yo fui tu distracción mientras la preparaban – abrió la puerta y salió a la calle. Salí con él y entorné la puerta tras de mí – ¿lo pasaste bien?
- Esperaba un cumpleaños horroroso … resulta que ha sido el mejor de toda mi vida – sonreí.
- Eso queríamos todos – acarició mi mejilla con ternura.
- Te toca a ti llamar la próxima vez – le recordé – ¿estarás ocupado esta semana?
- Mañana, quizás pasado también. Tendré que conducir al otro lado de Delaware para una sesión de fotos … es publicidad de sitios turísticos.
- Claro, llega el verano … ¿en la costa?
- Supongo – se encogió de hombros – tendremos que anunciar la playa, pero también los restaurantes, hoteles … lo típico del turismo.
- ¿Suerte? - nos quedamos pensando – no, no la necesitas – reímos. Entrelacé los dedos de mi mano con la suya. Zayn miró el gesto y después volvió la vista a mis ojos.
- ____, hay algo que llevo queriendo hace un tiempo.
- Hazlo – musité – bésame Zayn.
Su boca alcanzó la mía. Cerré los ojos al contacto. Caliente, se
sentía muy caliente. Capturé su labio superior y enredé mis brazos
en su cuello. Su mano, ahora liberada de la mía, tomó mi cintura
mientras con la otra seguía acariciando mi mejilla. Zayn presionó
mi labio inferior entre los suyos. Suave, dulce, delicado. Me eché
para atrás dejando milímetros de distancia entre nuestros labios.
Saborear ese momento me hizo sentir una reina. Sonreí. Su cálida
respiración chocaba contra mi cara. Presioné mis labios contra los
suyos otra vez durante un segundo y me separé abriendo los ojos.
Nuestras miradas conectaron. La sonrisa de Zayn era tímida, no
dejaba ver sus dientes pero era igual de hermosa. Su mano se desplazó
de mi cara para colocar un mechón de pelo detrás de la oreja.
Retiré mis brazos de su cuello y lo acaricié con mis manos.
Finalmente nos separamos.
- Te llamaré en cuanto pueda – susurró en medio de la noche.
Dios amo tu novela, es tan... uf no se. sube pronto el capi siguiente :)
ResponderEliminarAquí te dejo mi blog, junto con mi novela por si te quieres pasar :) http://anapaynejustin.blogspot.com.es/ Besos!
cual es tu tuenti?? :D
Eliminardfjañdlkfajñd por fin a besado a Zayn!!!!!!!!!!!!!!!! cual es tu tuenti por cierto? :D
ResponderEliminarMiriam Biebs Malik :)
EliminarCuando subes el siguiente¿? Me encanta esto.. ^^
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