– Ve a pedir que la rellenen – ordenó.
Sin saber muy bien que decir y pensando en lo extraña que era esa situación me levanté de la mesa.
Mis tíos me miraba con preocupación al ver como me iba y se quedaban a solas con aquel miserable hombre.
Fui al mostrador para pedir agua. Me miró como si estuviera loca cuando pedí que llenaran la botella con agua y finalmente pedí una botella. Increíblemente no tenían.
Regresé a la mesa sin saber bien lo que iba a pasar. Dejé de nuevo la botella vacía sobre la mesa.
Greg enarcó una ceja y me miró como si le repugnara.
Aquello no podía salir bien. Empezó a gritarme, pero yo no escuchaba bien lo que decía. Solo sabía que me estaba reprochando y yo me sentía como una inútil a su lado. Lucas intentó calmar la situación pero yo finalmente decidí salir de allí corriendo.
No quería aguantar más las peleas. Cuando me alejé bastante en la calle saqué un manojo de llaves de mi bolsillo y pensé en huir e irme a cualquier lugar donde Greg nunca pensara que estaría ni me encontraría. Inmediatamente pensé en la casa de mis abuelos y no sabía como iba a llegar, pero hacia allí me dirige solo que entonces la oscuridad me envolvió y ya no estaba de pie
en la calle.
Estaba tumbada sobre la cama donde había dormido durante unos cinco años. Me estaba despertando y escuchaba los pesados pasos de un hombre subir las escaleras. Sabía quién era y lo único que hice fue mantener los ojos cerrados como si con aquello me hiciera invisible y nadie me pudiera tocar. Pero no. La puerta se abrió de un golpe haciendo un gran ruido al golpear con
fuerza contra la pared. Seguí sin moverme hasta que sentí que Greg me arrebataba algo de las manos. Y entonces me sentí desesperada y vacía. Ni siquiera sabía que tenía entre mis manos hasta que lo había perdido. Abrí los ojos y supliqué a Greg que me devolviera el libro que me había arrebatado. Lloré. Él gritaba mientras me maldecía. Me levanté para quitarle el diario de mi
madre y entonces él me sacudió y me tiró de vuelta a la cama.
Involuntariamente llamé a mi madre en un sollozo como si ella me pudiera escuchar y venir en mi auxilio. Pero no, estaba sola. No había nadie. Nadie iba a llegar para salvarme.
Encaré a Greg y miré la puerta para volver a escapar, sin embargo él me detuvo amenazándome.
“Siempre te encontraré allá donde vayas” me gritó. Y lo último que recibí fue un contundente golpe con el que chillé de dolor. No solo físico, sino también de la herida que llevaba dentro.
– ¡Aah! – grité.
Mi espalda se levantó de la cama en un acto inconsciente, sin embargo, no me pude incorporar debido a unas manos que me sujetaban. Cuando me centré en lo que tenía delante vi a Jason con
preocupación en sus ojos. Miré a ambos lados. Seguíamos en su dormitorio, en la cama.
Noté las lágrimas cubriendo mis mejillas. La angustia aún era dueña de todas mis sensaciones.
Había sido la peor pesadilla que había tenido con diferencia en mucho tiempo.
Jason estaba sobre mí, sentado sobre mis caderas y sujetando mis brazos. Se relajó al verme más tranquila y me soltó para colocarse a mi lado y llevarme hasta su pecho de forma consoladora.
– Ssh, tranquila – susurró acariciando mi pelo – Solo fue una pesadilla.
Me mantuve en silencio. No sabía que decir ni que hacer. Tampoco es que entendiera muy bien lo que había pasado ni porqué había tenido ese sueño. Las lágrimas habían manado solas sin que yo
me hubiera dado ni cuenta. Tampoco podía retenerlas. En mi cabeza solo resonaba como había llamado a mi madre y lo sola que me había sentido. Había sido un sueño de lo más extraño que se
había convertido en lo más horroroso del mundo. Aún así … todo tenía sentido. Mi temor a Greg, a que me quitara algo preciado, que descubriera mi vida y como me había enterado de la verdad. Mi
costumbre de huir y buscar refugio. ¿Por qué en mis abuelos? Ellos me habían hecho sentir como un estorbo al igual que el hombre al que había llamado padre. No tenía a nadie.
– Vuelve a dormir, cielo – me instó Jason.
Me aferré a él con fuerza. Estaba en shock pero sabía que él si estaba a mi lado. Él no iba a desaparecer como el resto de personas con las que había contado. Jase siempre me daba la protección que necesitaba y gracias a ello, pude volver a cerrar los ojos para dormir, estaba vez sin soñar.
* * *
Salí disparada del dormitorio y fui dando tumbos escaleras abajo para ver a Jason sentado sobre el sofá con la guitarra sobre sus piernas.
– Buenos días, preciosa – sonrió al verme.
– Buenos días, Jase – respondí alegremente.
Él apartó la guitarra e hizo un gesto para que fuera a su lado. Me atrapó de sorpresa para sentarme sobre sus piernas y abrazarme fuertemente por la cintura. Su mejilla se colocó sobre mi pecho y yo
puse mi barbilla sobre su cabeza mientras acariciaba su cuero cabelludo.
– ¿Qué tal estás? – preguntó – ¿Dormiste bien después de la pesadilla?
Me tensé al recordar aquel mal sueño y finalmente suspiré. Me aparté de él para mirar su rostro y asentí. Sus hermosos ojos mieles me hicieron perderme en el momento.
– Hacía tiempo que no te escuchaba tocar – comenté.
– No te quería despertar – se afligió.
– Está bien. Fue lindo despertar con tu música – sonreí.
– Me alegra – sus labios besaron mi mejilla – ¿Quieres desayunar? Te estaba esperando para hacerlo juntos.
Me levanté de su regazo asintiendo y cogí su mano para que fuera conmigo a la cocina. Juntos empezamos a preparar bacon con queso y huevos. Servimos un poco de zumos de naranja y desayunamos en la barra de la cocina sentados sobre unos taburetes.
– ¿Qué sucedía en tu pesadilla? – preguntó curioso.
– No fue nada … – susurré.
– _____ – dijo como una protesta – Pataleabas, te movías desesperada, llorabas dormida y te despertaste gritando, ¿eso es nada? – contestó con sarcasmo.
– Era Greg – respondí rendida – Me perseguía. Yo huía sin saber a donde ir. Quise ir con mis abuelos, al principio estaba con mis tíos … estaba perdida. Ha sido algo raro – me encogí de hombros – No quiero pensar más en eso. Es la pesadilla más horrible que he tenido.
– Está bien – aceptó dándole un apretón a mi pierna – ¿Sabes? Anoche se me olvidó darte algo que había traído Peyton para ti.
– ¿De Peyton para mí? – me extrañé.
Jase asintió sonriendo y se fue de la cocina en busca de lo que fuera que me había traído mi primo.
Me entretuve recogiendo los platos y fregándolos mientras Jason regresaba. Él se sentó de nuevo en frente de la barra y colocó sobre ésta una caja mediana de madera de roble. Estaba encerada y tenía
una greca de color más claro que el resto de la caja. Me sorprendí al ver lo elegante que era. No parecía el típico regalo que mi primo pudiera pensar en hacer.
Jason me lo acercó para que la abriera y eso hice. Alzando la tapa vi varias cajas de plástico y pequeñas bolsas de terciopelo. A mi cabeza llegó la idea de joyas. Miré a Jase para pedir una explicación.
– Peyton dice que te las manda tu abuela. Son de tu madre y ella. Yo te diría que es una herencia familiar. Eres la única mujer que queda en tu familia para usarlas.
Comprendiendo que él tenía razón, abrí una caja y contemplé un collar de brillantes piedras transparentes en una cadena de platino. Mi boca se abrió en respuesta. Eran diamantes que iban a conjunto con una fina pulsera de los mismos materiales. Cerré la cajilla inmediatamente. Yo no era capaz de usar todo aquel lujo.
– ¿Cómo demonios mi abuela tiene un collar de diamantes?
Jason se encogió de hombros sin saber muy bien. Él sonreía ante mi expresión. Estaba totalmente desconcertada. Miré más … Había pendientes, un hermoso anillo con una piedra rosa pálida, pulseras de distintos diseños, gargantillas y … una pequeña corona con brillantes. Había visto esa corona en fotos. En el álbum de la boda de Greg y mi madre. Ella la había utilizado junto con un precioso vestido de color champán.
– Podrías usarla para el baile de esta noche – sugirió Jason.
Miré la corona y después a Jason. Pensé en el vestido que iba a usar … sí, era posible pero no me convencía mucho usar aquella joya que debía ser muy preciada.
– No estoy segura – titubeé.
– Serás mi princesa – contestó él quitándome la corona con cuidado y colocándola sobre mi cabeza con delicadeza – ¿No quieres eso? Además, no es una corona exagerada y pienso llevarte a un sitio donde esto encaja perfectamente – sonrió.
– No lo sé, Jase – me retiré la joya y la dejé en su lugar – Es todo muy … abrumador – suspiré
– Ni siquiera creo que deba aceptar todo esto.
– ¿Quieres mi opinión? – asentí de inmediato – Esto es tuyo. De hecho Rebecca decía en la carta que pidieras estas joyas a tu abuela. Te pertenecen y deberías usarlas como tú creas conveniente sin pensar de donde proceden.
Estudié la caja de madera mientras pensaba en lo me había dicho Jason.
– Solo las usaré hoy – respondí – Después las guardaré – decidí.
Jase asintió aceptando mi decisión. Finalmente él se levantó y me cogió la mano para guiarme.
– ¿A dónde vamos?
– A practicar para el baile – rió – No quiero hacer el ridículo esta noche.
Pasamos la mañana ensayando nuestro baile, riendo y haciendo bromas sobre lo patosos que podíamos ser los dos juntos. Toqué el piano a modo de deshago por todo lo que llevaba por dentro.
Salimos a pasear por el centro. Comimos en un McDonalds y cuando regresamos a casa yo empecé a arreglarme mientras Jason hablaba con Peyton sobre algo por teléfono. Lo escuché hablar
enfadado, no sabía que podía suceder para que se pusiera de aquella manera.
A los minutos escuché el timbre de la puerta sonar. Escuché a Jase despedirse por el móvil y poco después abrió la entrada principal para dejar pasar a Janelle. Su aguada voz hizo eco por toda la casa y sonreí. Ellos hablaron un poco antes de que ella subiera y me encontrara a mí sobre la cama con un albornoz fino mientras me pintaba las uñas.
– Nena, he venido en tu auxilio – ella sonrió elevando un neceser que seguro estaba lleno de cosméticos – Esta noche vas a brillar.
– Espero que no sea con mucha purpurina – bromeé.
– No, eso lo dejaremos para otra ocasión – rió – Ahora levanta. Vamos a mi cuarto para arreglarte. Jason va a vestirse aquí y no quiero que te vea hasta que no te falte ni un detalle.
Negué con mi cabeza mientras me levantaba y nos íbamos juntas por el pasillo hasta su habitación.
Era un agradable cuarto de paredes color salmón con grandes toques femeninos. Había un enorme tocador con un gran espejo. Preparamos todo lo que iba a usar. Sobre la cama habíamos dejado
tendidos el vestido cubierto por una bolsa negra para que no se estropeara ni fuera visto, los zapatos que iba a utilizar, las joyas que había recibido ese mismo día, perfume …
Me había duchado antes de que ella llegara. Me había pintado ya las uñas de una mano y ella me pintó la otra al estilo de la manicura francesa. Mientras mis uñas se secaban Janelle se entretuvo en
peinarme con un rizador de pelo y me hizo un recogido. Mi flequillo quedó suelto y el resto del cabello quedó perfectamente colocado con laca.
Me puse base y polvos para darme color. Últimamente me había quedado un poco pálida y ojerosa por no dormir bien y el estrés, pero el maquillaje hizo magia para darme buen aspecto.
Janelle me delineó los ojos con eyeliner líquido produciendo la sensación de que mis ojos eran más grandes. Utilizó las sombras haciendo un degradado de tonos que realzaban mis ojos verdes.
– Chica, estás quedando increíble. Te voy a poner solo un poco de brillo de labios, sino vas a quedar muy recargada.
– Sí, por favor. No quiero ser un payaso – bromeé.
– Créeme, nadie te va a insultar cuando salgas de esta casa … En todo caso las que lo hagan serán las envidiosas – sonrió.
– Muchas gracias, Janelle.
– ¿Por? – preguntó divertida.
– Por ayudarme con esto. Sabes que soy bastante torpe para estas cosas – suspiré. Ella sonrió e hizo un gesto para quitarle importancia – ¿Sabes lo que le pasaba a Jason cuando llegaste?
Lo escuché enfadado.
– Entreabre la boca – pidió. Le hice caso y pintó mis labios – Al parecer una prima nuestra y Peyton se han juntado – rodó los ojos – La otra también se enrolló con … ¿Dober? – dijo insegura – pero ya sabes, nada serio. Jason les dijo que se buscaran una novia para dejarlo en paz contigo, le hicieron caso y ahora le jode que las chicas sean de nuestra familia – ella torció los labios burlándose – No es que culpe a Peyton, tú eres su prima y él no ha dicho
nada – rió – Y Sandy no es mala chica. Algo engreída – bufó – Supongo que la conocerás pronto – me sonrió – Te advierto que a Jason no les cae bien ninguna de nuestras primas – rió.
– ¿Por qué? – torcí mis labios.
– Pregúntaselo a él – se encogió de hombros – Pueden ser un poco pesadas e inmaduras, pero no son malas. A veces son divertidas y todo.
– Tú tampoco te relacionas mucho con ellas – adiviné.
– Son buenas para pasar un rato juntas. No todos los días – explicó – Sandy tiene quince años y Loreen diecisiete. Tenemos bastante diferencia de edad, por eso tampoco no nos hablamos mucho – justificó.
– Yo también tengo diecisiete.
– Sí, pero tú tienes el nivel de madurez de una chica de veinte años – replicó como si fuera obvio – No es lo mismo. Ahora ponte ese flamante vestido.
Sonreí mientras me dirigía a la cama. Me quité el albornoz. Llevaba ya puesto un conjunto de lencería blanca con encaje. Janelle sonrió y puso los pulgares hacia arriba encendiendo mis mejillas.
– Vas bien preparada – rió – Mi hermano se va a volver loco.
– ¡Janelle! – exclamé avergonzada.
– Chica, el vestido es muy sugerente. Tiene que encontrar algo bueno cuando te lo quite – rió.
Torcí mis labios mientras descolgaba el vestido de la percha y lo sacaba a relucir. Adoraba ese vestido. Abrí la cremallera y me introduje dentro de él. Lo ajusté hasta la cintura y Janelle me lo
cerró. El vestido se ceñía por completo a mi tronco transparentándose ligeramente entre el encaje azul. Por debajo caía haciendo capas hasta el suelo y mi pierna derecha quedaba al descubierto por la parte abierta del costados del vestido.
Janelle colocó los zapatos plateados frente a mí y yo me los calcé agarrándome a su mano. Sonreí al sentirme mejor en mi nueva altura.
Cogimos los pendientes, el anillo y la pulsera más brillantes que habíamos encontrado y me los puse. Janelle estaba apunto de ponerme la gargantilla de diamantes cuando la detuve.
– Compré algo especial para Jason.
– ¡Pero son diamantes! – dijo Janelle como una niña.
– Me da igual – sonreí – ¿Puedes ir a buscar una bolsita plateada dentro de mi joyero en la habitación de Jason?
– Esta bien – cedió – De paso veré como se está arreglando – me guiñó un ojo.
Desde luego, Janelle sabía como comportarse para parecer más joven y alocada que una chica que ya se iba a graduar en la universidad.
Me puse frente al espejo y me miré apreciando lo bien que me veía. Era de las pocas veces que realmente me sentía guapa y satisfecha con mi imagen. Di una vuelta para hacer ondear el vestido y
sonreí como una niña. En verdad, en ese momento era como una la niña que siempre quiso disfrazarse de princesa. Iba a vivir mi cuento de hadas por una noche. Como cenicienta iba a huir de
todos mis problemas para encontrarse con su príncipe y después regresar a la dura realidad.
Janelle volvió con lo que le había pedido con una sonrisa de oreja a oreja.
– No es porque sea mi hermano, pero te está esperando un regalo bajo las escaleras. Nunca lo he visto tan bien arreglado.
– Me estás poniendo nerviosa … – siseé cogiendo la bolsita de sus manos.
– Tranquila, él se va a quedar como tú cuando lo veas – rió – ¿Quieres que te lo ponga? – dijo cuando saqué la gargantilla.
– Por favor – sonreí.
– No son diamantes, pero tienes razón, es un toque que a Jase le va a gustar más que cualquier collar de lujo – la escuché feliz.
– Eso espero – dije nerviosa.
– No sabes cuanto te quiere, ____ – resopló – Cualquier detalle que hagas por él, lo va a apreciar y le va a encantar.
Me di la vuelta cuando el colgante quedó perfecto decorando mi cuello. Le di un abrazo a Janelle.
Ella me lo devolvió con gusto. Apreciaba muchísimo todo lo que me estaba ayudando … ella siempre me tranquilizaba y me hacía sentir bien conmigo misma.
– Yo ya me voy – se apartó de mí – Te falta esto – se inclinó al tocador y cogió la corona para colocármela en su lugar – No sé si eres una princesa o Miss Delaware. Seriously – rió.
– Gracias, Janelle – me sonrojé.
– Disfruta de tu noche, nena.
Ella sonrió antes de salir por la puerta. La escuché bajar mientras yo me perfumaba un poco.
Respiré hondo varias veces preparándome para salir. Cuando estuve más tranquila fui hacia la puerta decidida a pasar una gran noche.
Narra Jason
Janelle no había hecho otra cosa mas que advertirme que debía arreglarme debidamente varias veces y sabía que si lo decía tanto era porque ____ debía estar cuidando cada detalle.
Ella ya se había ido. Me puse nervioso al escuchar el sonido de la puerta procedente de arriba. Sujeté el ramo de rosas que había comprado mientras ____ se había estado vistiendo. Nunca le
había comprado flores a nadie … Todo aquello se sentía muy nuevo. Me sentía desorientado sin saber muy bien que hacer hasta que la vi en lo alto de la escalera.
Todo lo que pude ver fue ella. Todo en lo que pude pensar fue en ella. Mis ojos conectaron con su mirada y ella sonrió. Dudaba que pudiera amar a nadie más como a ella en ese momento. Se había
convertido en mi centro. ____ derrochaba belleza tanto externa como interna y estaba cegado por ello. La recorrí de arriba a abajo. El vestido azul hacía contraste con la alfombra granate de las
escaleras. Era un vestido elegante y atrevido. Ver su pierna por el costado abierto del vestido hizo que quisiera acercarme y acariciar su piel.
Llegó a mí en los últimos escalones y embobado le ofrecí mi mano libre. Ella no podía borrar la sonrisa de su rostro y yo no podía dejar de pensar que tenía la chica más hermosa del mundo y en lo
afortunado que era de tenerla a mi lado.
____ miró las flores en mi mano y cuando estuvo a mi altura alcé el ramo para ofrecérselas sin desprenderme de sus ojos verdes claros.
– ¿Para mí? – se llevó una mano a su pecho con gracia.
Asentí. Había enmudecido. No encontraba palabras para describir lo feliz que me sentía en ese momento por llevarla a ese baile. Estaba tan perfecta que cualquier cosa que dijera no iba a ser
suficiente para definir la realidad que yo veía.
Ella cogió las flores y se las acercó para olerlas. Noté el rubor en sus mejillas y no pude contenerme para acariciar sus zonas encendidas.
– Son preciosas, Jase – sonrió.
– Créeme. Esta noche tú eres la belleza personificada, cariño – me incliné y besé sus suaves y sabrosos labios con dulzura – La misma Afrodita te podría envidiar – susurré sobre sus labios recordando cuanto le gustaba a ella la mitología griega.
– Oh, Dios mío … Jason Bieber, usted sabe como halagar a su chica – ella intentó sonar segura pero yo noté esa timidez que tanto me enternecía – Tú también te ves muy bien.
– ¿Qué Dios griego quieres que sea? – bromeé. Ella rió – ¿Qué? – exclamé divertido.
– Puedes ser Ares – se mordió el labio.
– ¿El Dios de la guerra? – me sorprendí.
– Me gusta mi chico malo – se encogió de hombros – Y como toda divinidad, eres perfecto Jason – susurró acariciando mi cuello – Gracias por las rosas.
Ella se dio la vuelta y se movió para dejar las flores en un jarrón que había sobre un mueble de la entrada. Ella sonrió acomodándolas y cuando volvió hacia mí vi su gargantilla. Llevaba todo tipo de joyas de las que su abuela le había regalado. Sin embargo, aquel collar era diferente al resto de su ornamenta. Coloqué mis dedos bajo el colgante para alzarlo y miré a ____.
– ¿Una “J”? – pregunté con algo de emoción.
– J de Jason – respondió orgullosa – Por ser lo más importante que hay en mi vida.
– _____ – siseé atónito.
Me quedé sin habla. Desde luego que me había emocionado aquello. Sin saber que respuesta darle me abracé a ella. Debido a su nueva altura no tuve que agacharme para nada y ella posó su cara en mi hombro. Cerré los ojos respirando su aroma a flores. Yo aún seguía sin creerme que una chica como aquella era mi novia … Empezaba a plantearme si era cierto poder amar de la manera en que lo estaba haciendo. Todo aquella felicidad se sentía irreal.
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@itsBieberFanfic :) Hasta aquí por hoy. Prometo que el siguiente os encantará así que no seáis fantasmitas, ok? ;)
Os quiero ^^
TE ODIO!!!!! ARG COMO LA DEJASTE ASÍ? NO PASÓ CASI NADA D;
ResponderEliminarAY SUBE PRONTITO PRODIGIO DE LA ESCRITURA!!!
YA SABES A QUE CAPÍTULO QUIERO QUE LLEGUES. Y SABES QUE TE VOY A CASTIGAR.
Y POR CIERTO SDLFJFSLJSFLSJFLS Y TAMBIÉN LDFJSDLFJASLDJALDSJ
AAAAAAAH como puedes ser tan tan omg,te amo,enserio ¿eh? ¿Tienes un don? ¿Tus padres son escritores? Porque la forma de la qué escribes no es normal,esque es genial y no sé como lo haces pero muero por leer capis,la espera se me hace terrible :( ,porque tengo adicción a tú novela,yo creo que subes 100 capis al día y omg que feliz sería JAJA.Pero ya que no estas obligada a subir capis ya que lo haces por gusto pues no te atosigamos JAJA.Lo que voy a decir se me va hacer imposible de cumplir,pero tengo que hacerlo y esque voy a acumular capis para leerlos de golpe,me tirare una temporada sin leer para ver si puedo acumular muchos y leerlos todos al instante asdfghjkl.Sorry pero esque cuando leeo 1,me muero de intriga JAJA.
ResponderEliminarEs genial el capi,ella es tan adorable ahi arreglandose con Janelle que monis,y jase esperandola *-*,dios yo quiero ser ___ asdfghjkl.
Que pasaraaaaa intriga aaah JAJAJA.
Besitos guapa <3.
BY:MJCS.
Pues yo creo que más bien será un don porque escribo desde los diez y mis padres no tienen estudios x) Naah, llevo aprendiendo sola varios años y leo mucho, será eso.
EliminarMe alegra que entiendas que no puedo subir capis todos los días, gracias :')
Yo también he hecho eso de acumular capis, pero no me abandones mucho tiempo, la novela está por terminar en un mes o algo así, y te voy a echar de menos por esos grandes comentarios que tanto me animan a seguir.
Un beso ^^
Madre miiiiaa , me encantaaa. , no nos puedes dejar asii quiero maaas . jajjajajja Ahora pongamonos serios , es fabuloso , fantastico , impresionante ... y asi podria pasarme todo el dia . Quiero el.siguiente lo antes posiblee , por favor . jajajjaja :3 . Un besoo :)
ResponderEliminarAi ai ai... Yo tambn quiero un dios .. ;))). Me encanta cieloooo. Sube pronto porfa <3
ResponderEliminarDiosss, te odio por dejarlo así dioss, quiero màs. Me encantaaaaa. Siguiente cuanto antes pleasee
ResponderEliminarOOHH que bonito lo del collar que ponia la letra"J" me emocione mucho! Nose como puedes escribir asi . Eres perfectamente perfecta . gracias por seguir escribiendo cada capitulo . No sabes como mr alegro cada vez que entro en el enlace y me aparece capitulos nuevos! me dan ganas de saltar y de leerlos al momento . yo tambien quiero una amiga como Janelle . Bueno, mas bien yo soy una chica como Janelle ya que cuando mis amigas estan en "apuros"haha yo les ayudo . Cada vez que ayudo a alguien sjento como si se me acumularan puntos . como si estuviera jugando a un juego y cada vez que hacia algo bien se me subian los puntos haha . . Espero el siguiente capitulo ! Bueno me despiso ya , que se me va a apagar el movil hahaha si, estoy desde el movil :) . Y QUE NO SE TE OLVIDE DE MI EEEHHHHH que soy tu Fan number#1 !! aaaddddiiiiooooooosssss!
ResponderEliminarBesituus:3
Yo jamás olvido a una lectora ;)
EliminarY gracias a ti por leer. Ojalá te sigas emocionando jaja Creo que si, se acerca drama.
Aiins, yo diría que todas queremos ser rayita, en fin ...
Kisses ;)
Sabes lo que me gusta to blog? Creo que ya te lo e dicho mil veces por Twitter( soy @mcflyspain2) jajaja así que ya sabes sigue escribiendo como tu sabes por que realmente lo haces genial y cada vez te superas más por que ete capítulo es perfecto
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