los veía, aun así podía escuchar a los chicos vociferar en el jardín mientras reían.
Animada, bajé las escaleras y fui a la parte trasera de la casa para encontrarme con ellos alrededor de la piscina. Dober estaba tumbado en una tumbona, Ian estaba sentado en el borde de la piscina con los pies en el agua y para variar, Jason y Peyton jugaban con globos de agua.
Me quedé apoyada en el marco de la puerta de cristal viendo como mi chico se divertía con su amigo y sonreí en el acto.
A pesar de que el sol ya estaba cayendo todos seguían en bañador con sus torso desnudos. Jase corría para esquivar los globos de Peyton. Tenían dos cubos llenos de ellos inflados con agua. Uno a
cada lado. Aquello era una guerra.
Sin saber muy bien que hacer y no querer interrumpir me senté en la tumbona al lado de Dober.
– Hey ____ – saludó al verme.
– Hola Dober – me di cuenta de que tenía un gran tatuaje en su omóplato, uno idéntico al que llevaba Ian en el mismo lugar – ¿Tatuaje de hermanos? – pregunté señalando su espalda.
– Y de padre – sonrió asintiendo – ¡Jason! – llamó de repente – ¡Mira quien llegó!
Todos voltearon a verme. Incómoda alcé la mano para saludar y miré a otro lado. Enseguida noté una figura frente a mí que se inclinó para robarme un beso. Se puso en cuclillas y sonrió
apoyando sus manos en mis rodillas.
– ¿Pasaste calor? – sonrió.
– Oh, no. Conozco esa pregunta – lo señalé sabiendo que pretendía.
Rió echando la cabeza hacia atrás para soltar su carcajada. Entonces un impacto chocó contra mi espalda y maldije por dentro. Toda mi camisa se había mojado en la parte trasera. Volví mi vista
mientras todos se carcajeaban y miré a Peyton con maldad.
Me levanté dignamente y fui a coger un globo de agua para cada mano del cubo que ya estaba a la mitad. Los chicos se burlaban. Peyton se fue lejos de mí así que sin que lo esperara, lancé el
primero globo de agua a Jase y justo golpeó su frente mojándole toda la cara. Cerró los ojos y se sacudió el pelo. Cuando se levantó empecé a correr con el otro globo en mi mano mientras reía.
Peyton no podía parar de reír por la escena entre Jason y yo.
– ¿Crees que me olvidé de ti? – le pregunté a lo lejos.
Peyton dejó de reír, sin embargo, no huyó como yo esperaba. Al contrario, se acercó a mí y no me dio tiempo a lanzarle el globo porque me cogió de la cintura para elevarme del suelo y llevarme al
borde de donde estaba la parte más profunda el agua.
Reí y todos se contagiaron de mi risa. No merecía la pena suplicar, sabía que estaba condenada a mojarme a no ser que …
– No sé nadar – mentí – Ni se te ocurra tirarme.
– Hmm, ¿Por qué no te creo? – preguntó Peyton.
– En serio, si me tiras alguien tendrá que ir tras de mí para salvarme – no podía parar de reír.
– Eso no tiene gracia, ¿de qué te ríes? – se burló Ian.
– Estoy histérica – bromeé – Suéltame.
Con el globo aún en mi mano alcé el brazo y lo apreté para que toda el agua cayera sobre su cabeza. No podía parar de reír.
– Esa te la debía – me mofé.
– Oh, ____. Tú aún estás muy sequita.
Entonces me tiró al agua y caí de pie. Me impulse desde el fondo hacia fuera cuando noté un golpe en el agua de alguien tirándose a la piscina. Unos brazos me rodearon cuando estuve en la superficie. Jase me miró a los ojos y yo rodeé su cuello para engancharme a su cuerpo con mis piernas. Podía notarlo enfadado cuando miró hacia arriba.
– ¡Idiota! – le dijo a Peyton.
– ¡Si sabe nadar! – respondió mi primo con desdén.
Él me miró buscando una respuesta y yo mordí mi labio nerviosa. Asentí confirmando lo que había dicho Peyton y él suavizó sus rasgos aunque no quitó su ceño fruncido, esta vez dirigido a mí.
– ¿Sabes que mentir está muy mal? – preguntó.
– Fue una broma, bebé – hice un gesto inocente.
– Ya … – sonrió con maldad.
Entonces me hundió en el agua sin que me lo esperara. Me solté de su agarre y tiré de su bañador hacia abajo para después salir nadando a toda prisa y coger aire. Tosí fuera mientras reía por su
reacción mientras colocaba el bañador en su lugar.
Luché por salir de la piscina antes de que Jason me alcanzara. En cuanto estuve fuera corrí y cuando volteé vi a Ian peleando con Jase dentro del agua para ver quien se hundía antes. Al parecer, ellos también tenían una cuenta pendiente de antes de que llegara y agradecí que me ayudara.
Me quité las sandalias totalmente estropeadas por el agua y volví a sentarme al lado de Dober en silencio mirando como los otros tres chicos luchaban en el agua. Dober me miró malintencionadamente y yo alcé las manos pidiendo clemencia.
Los chicos al final salieron fuera y Jason salpicó su pelo sobre mí apropósito. Me quejé y con una toalla que había por allí me sequé las gotas de agua.
Jase se sentó a mi lado en la tumbona y pasó su brazo por mis hombros para acercarme a su costado. Ya estaba acostumbrada a aquello tanto como los chicos a vernos juntos.
– ¿Qué tal fue tu día? – me preguntó Jase.
– Bien – me encogí de hombros – Ha sido una tarde muy larga – apoyé mi cabeza en su hombro cansada – Vosotros parece que habéis tenido un día refrescante – reí.
– Ha sido divertido – asintió Dober frente a nosotros.
– ¿Compraste un vestido para el baile? – se interesó Jason.
– ¡¿Vais al baile?! – interrumpió Peyton.
– Si tuvieras novia lo harías, marica – contestó Jase.
– Vale gracias – salté yo – Yo no quiero obligar a nadie a ir – me molesté.
– No esobligado – respondió para calmarme.
– ¿Pero a que chico le gusta ir a eso? – comentó Ian.
– A ninguno – dijo Dober para apoyar a su hermano.
Miré a Jason sintiéndome mal porque él fuera a llevarme involuntariamente. Después de todo, hablar con Janelle no había hecho que Jase cambiara del todo su opinión sobre ese tipo de citas. Él era igual que sus amigos. El baile era una tontería para él. Lo mismo que debía ser para mí al fin y al cabo. Tampoco es que nadie esperara que yo fuera a aquella fiesta de fin de curso pero era mi
ilusión. El típico baile de cuento de hadas. Podía parecer una estupidez pero al haber crecido leyendo cuentos como la cenicienta e historias románticas tenía sueños como aquellos.
Me levanté de la tumbona sacudiéndome su brazo. Me sentía en parte avergonzada y por otra decepcionada. No con él … sino con las circunstancias.
Me fui de allí sin decir nada ni hacer el más mínimo gesto. Cuando llegué al interior de la casa me quité la camiseta mojada por el pasillo y me fui al baño para relajarme. Una ducha siempre servía
para pensar y aclararse las ideas.
* * *
Narra Jason
Miré a ____ irse por la puerta trasera que daba a la casa. En cuanto desapareció volví a mirar a mis amigos. No esperaba que ellos entendieran lo que habían hecho pero yo si sabía que para ella ese
baile era importante. Si era cierto que a mí no me atraía lo de ir para que todos nuestros ridículos compañeros nos vieran pero si ella quería ir yo también solo por complacerla.
– ¿Que ha pasado? – preguntó Ian.
– Que sois unos bocazas. ¡Eso ha pasado! – exclamé tirando de mi pelo hacia atrás.
– No dijimos nada malo … – se intentó excusar Dober.
– Chicos, será mejor que nos vayamos – sugirió Peyton – Es tarde. Vamos a cenar – puso su mano sobre mi hombro – Lo siento, tío.
– Ya no importa – bufé – Iré a hablar con ella.
Me levanté y los miré sin saber que hacer. Ellos eran mis invitados, no se suponía que debía dejarlos solos … aunque había confianza.
– No te preocupes, sabemos la salida – dijo Dober con tono burlón.
– Está bien – hice una mueca.
– Acuérdate de darle lo que he traído, Jase – me recordó Peyton.
– Cierto – señalé – Nos vemos pronto, chicos.
– No vendrás esta noche, ¿verdad? – preguntó Ian.
– Se quedará a darle duro a su chica.
Apreté mi mandíbula y le di una palmada en el cogote a Dober. Él se quejó rascándose la nuca.
– Tío, es la verdad – insistió.
– Lo que haga con ella no es tu problema – corté.
– Hay que reconocer que es muy sexy – Ian intervino.
– Sí, lo es. Y es mía. No la vuelvas a mirar si no quieres problemas – advertí.
– Tranquilo, Jase – me apaciguó Peyton – Es raro verte así por una chica.
– Nunca me habéis visto con una – bufé.
– Eres un maniático protector – se burló Dober.
– ¿Sábeis que os sugiero? Que os busquéis unas pe*rras y os calméis un poco. Parece que estáis muy necesitados – ellos rieron aunque se sintieron ligeramente ofendidos – Si no me entendéis no es mi problema.
– No saques a McCann en tu casa, Jason – rió Ian – Será mejor que nos vayamos y hables con tu novia. Quizás sigamos tu consejo y busquemos a alguna chica esta noche.
Los tres sonrieron ante la idea. Me despedí de ellos y cogí mi camisa y mi toalla para ir al interior de la casa. Miré a mi alrededor por si estaba ____ pero no la encontré. Finalmente subí a nuestro
dormitorio. Escuché el sonido de la ducha y decidí que sería mejor que la esperase para que se aseara tranquila.
Me di cuenta de como había cambiado mi forma de ser desde que ella había aparecido. Acababa de dejar solos a mis amigos por ella. Practicamente había abandonado las calles por estar a su lado
protegiéndola. Tan solo salía a jugar y como mi padre había dicho, aquello no podía ser un juego.
Obviamente iba armado por si sucedía algún artercado pero había dejado de meterme en tantos líos … y una parte de mí no se sentía bien por ello. Estaba perfectamente con _____, pero me había
descentrado de mis metas. El dibujo en mi pecho me recordó que mi madre no estaba conmigo por culpa de unos desgraciados.
Mi padre había estado feliz con toda mi desconexión respecto a la venganza. Pero aquello no podía durar mucho más. Tenía que volver a la carga. Jason McCann no podía desaparecer del mapa sin
haber cumplido su misión.
La puerta del baño se abrió y ____ me miró desde la puerta cubierta por una toalla. Noté sus ojos rojos, pero no estaba seguro de si había sido por la ducha o por llorar. Rogaba que no hubiera sido la segunda opción. Ella se aproximó y se sentó a mi lado en la cama.
– Iré a devolver el vestido – dijo con voz queda.
– ¿Por qué? ¿Vas a cambiarlo por otro?
– No – sacudió la cabeza – No quiero ir al baile.
– Si quieres ir al baile – la contradije extrañado.
– Cierto, lo que no quiero es molestarte … no más de lo que ya he hecho – se levantó y fue hacia un mueble evitando mi mirada.
– ¿De qué hablas? – no la comprendí – ____, nunca me has molestado. Y lo de ir al baile …
– Claro que te molesto, Jase – se colocó una camisa ancha sobre la toalla y después fue a otro cajón – Solo te causo problemas. Y tú siempre estás ahí para ayudarme con mi mi*erda. Lo raro es que no te hayas cansado ya de mí – se puso su ropa interior y se quitó la toalla para perderse en el baño sin dejarme responderle – Primero mi soledad, luego mis abuelos, Greg, el drama con mi madre, que no le guste a tu padre …
– A mi padre sí le gustas – corté en cuanto dijo eso – Oye, ¿a qué viene todo esto? Tú a mí también me has ayudado mucho, ¿acaso debo sentirme mal por eso?
– Viene a que tú siempre te esfuerzas por mí y yo encima te vengo a pedir tonterías como el baile que a ti no te apetecen – contestó – Y no compares por favor, ¿qué he hecho yo por ti?
– su pregunta fue retórica dando a entender que la respuesta era nada y yo me sentí mal por eso.
– ¿Sabes una cosa? – me acerqué a ella que estaba de pie en el centro de la habitación – Si has hecho mucho por mí aunque no te des cuenta … pero eso es culpa mía porque nunca te he
dado las gracias – agarré su rostro entre mis manos y clavé mis ojos en los suyos – Gracias por no dejarme solo cuando nadie me entendía, gracias por no huir cuando tuviste miedo de mí, por enfrentarme, por conocerme de verdad como nadie ha hecho. Gracias por darme una jodida oportunidad. Gracias por tantas cosas, _____ – susurré – Por confiar en mí.
– Eso no es nada, Jase – se apartó de mí y se sentó en un lado de la cama – Sabes que yo he estado contigo porque yo también me he sentido siempre muy sola. Contigo encontré a alguien que me entendía …
– ¿Crees que no es nada lo que has hecho por mí? ¡Si no fuera por ti no habría terminado el pu*to año escolar y posiblemente estaría en la pu*ta cárcel! – exclamé y noté que le dio un escalofrío – Por ti estoy aquí ahora. Por ti sigo siendo una buena persona. ¿Sabes por qué le gustas a mi padre? – no le di tiempo a abrir la boca – Por eso. Por mantenerme en mi lugar.
El silencio se hizo entre nosotros. Nunca nos habíamos enfrentado de esa manera … incluso tras la discusión en la discoteca pudimos arreglar las cosas más fácilmente porque no habíamos discutido
por un asunto tan serio. Esto se trataba de su inseguridad y eso me ponía nervioso.
Necesitaba que se valorara más y entendiera lo mucho que yo también le debía en el caso de que ambos nos tuviéramos que cobrar los favores.
– Todo lo que he hecho por ti … lo hice con gusto. Porque me preocupas y me importas – expliqué una vez que me había serenado – Porque me moriría de preocupación si te quedaras sola. No me debes nada, _____.
– Yo no lo siento así … Mírame Jase – exclamó enfadada consigo misma – Vivo en tu casa porque no tengo otro lugar a donde ir, ¿en serio no te debo nada?
– No, porque yo soy feliz con esto, ¿lo entiendes?
Ella se cayó y no dijo nada. Miró al suelo y se negó a seguir discutiendo. Acercándome a ella alcé su barbilla y enfrenté su mirada.
– ¿Lo entiendes o no? – sus ojos se cristalizaron por un momento pero contuvo las lágrimas – Soy feliz contigo. No me importa lo que tenga que hacer para cuidarte si al final sé que estás bien y tú también eres feliz conmigo. ¿Lo eres? – ella asintió rápidamente – Bien, voy a proponerte algo.
– ¿Qué? – balbuceó.
– Ir al baile – ella puso mala cara. El tema se estaba complicando mucho – Mira, lo único que me molesta es estar con los idiotas de nuestros compañeros. Por lo demás … sé que esto quieres hacerlo y que es el sueño de toda chica y blah, blah, blah … – reí y ella sonrió
tímidamente – pero creo que hablo por los dos cuando digo que no va a ser cómodo estar con la compañía del instituto – volvió asentir. Di un pico a sus labios cuando vi que entraba en razón – Juntos tendremos una gran noche.
– Siempre te las apañas para que todo lo que hacemos sea grande – bufó.
– Hmm … eso un buen halago – reí.
La abracé cogiéndola de su cintura y apoyé mi barbilla sobre su cabeza mientras ella se apretaba contra mi pecho. Acaricié su pelo por su espalda intentando hacerla sentir bien. Ella suspiró y dio
un beso sobre mi pecho que me sobrecogió. Yo también presioné mis labios sobre su coronilla. No conté los minutos que estuvimos abrazados sin decir nada. Estábamos abrazados sin dejarnos ir el
uno al otro y sentíamos que podíamos quedarnos de aquella manera por años.
Subí mis manos por su espalda para alcanzar a acariciar su cuello con las yemas de mis dedos. Ella se encogió y se apartó repentinamente. Al verla sonreír no me alerté, pero seguí frunciendo el ceño.
– Me haces cosquillas – torció sus labios.
– Oh – reí – ¿Podríamos hacer una exploración para ver donde tienes cosquillas?
– No – se negó saltando a la cama.
– No hagas de esto una persecución. Sabes que me excita.
– Voy a huir sí o sí – rió.
– Te encanta provocarme – negué con la cabeza sonriendo.
Corriendo fui a la cama para atraparla y ella dio un grito esquivándome. Me subí a la cama y ella saltó abajo para escapar de mi agarre. Fui tras ella cuando corrió hacia la salida y la detuve
colocando mi mano sobre la puerta. La arrinconé entre la puerta y mi cuerpo. Era toda mía. Ella se mordió el labio y yo la cogí de la cintura para elevarla del suelo. Chilló riendo. Me hacía gracia cada vez que dejaba escapar aquellos pequeños chillidos por cualquier tontería cuando jugábamos.
Con ella en el aire di unas vueltas sobre mí mismo hasta dejarla caer sobre la cama entre risas.
Me coloqué sobre ella con las rodillas a cada costado de su cadera. Me quité la camiseta sabiendo el calor que iba a llegar en breve. Ella no perdió la oportunidad de acariciar mis pectorales y bajar
hasta mi abdomen Gimió al tocar mi marcada “V”. Contuve una sonrisa socarrona al saber lo que provocaba en ella. Sin querer distraerme saqué su amplia camisa para dormir dejando a la vista sus senos. Lamí mis labios inconscientemente. Ella siempre se sonrojaba llegados a aquel punto.
– Vamos a ver en que puntos eres más sensible – anuncié estudiando su maravilloso cuerpo.
La noté tragar saliva mientras mordía su labio inferior. Sonreí y me aproximé para besarla capturando su labio superior. Introduje mi lengua en su boca provocando que gimiera. La besé insistentemente requiriendo toda su atención sobre mí hasta que ambos nos soltamos jadeantes. Fui bajando por su mandíbula dando besos mojados mientras rehabilataba mi respiración. Acaricié su cuello con la punta de mi nariz mientras sostenía su nuca con mi mano y la tocaba con mis dedos buscando que ella riera en algun momento. Se estaba conteniendo. Lo noté por la tensión de su cuerpo y la presión de sus labios.
Sonreí y me deslicé a besar su clavícula. Paseé mis labios por su canalillo y para su sorpresa le di también un lametón a uno de sus pezones. Se arqueó ligeramente debajo de mí. Volví a usar mi
lengua sobre aquella sensible zona y tiré de él con mis dientes haciéndole gemir cansinamente.
Mis manos acariciaron su cintura suavemente. Un ligero toque que hizo que su vello se erizara.
Introduje mi lengua en su ombligo mientras seguía acariciando con mis manos su cuerpo. Cuando correteé con mis dedos la fina linea entre su abdómen y su pubis rió de nuevo por las cosquillas que
le provoqué. Sus manos estaban sujetando las sábanas mientras se arqueaba o reía o ambas cosas a la vez.
Me puse de rodillas entre sus piernas y cogí una de ellas para doblarla y colocarla sobre mi hombro.
Ella me miraba escéptica sin saber que estaba haciendo y sonreí mientras pasaba mis manos por debajo de sus muslos delicadamente. Ella no rió, ni movió sus labios que era lo que buscaba.
Entonces me incliné y besé su pierna subiendo hasta su zona más íntima. Podía notar su deseo. La besé sobre su ropa interior.
– ¡Jase! – gritó entre sorpresa y jadeando de placer.
Sonreí y bajé a besar el interior de su otra pierna provocándola y excitándola cada vez más. Paseé mis manos por su pantorilla y se encogió ligermante con media sonrisa. Cosquillas. La besé hasta
bajar a su pie y allí busqué hacerla reír más, cosa que conseguí.
Me incliné sobre ella y besé sus labios con cariño.
– Eres muy sensible – hice una mueca.
– Jason …
– Lástima que yo no tenga cosquillas – me burlé.
– Jase – susurró.
– ¿Excitada, nena? – comprendí al ver su rostro deseoso.
Me agaché a retirar sus braguitas y pasé dos dedos por su centro. Ella alzó las caderas instantáneamente buscando más de forma refleja. Sonreí al ver cuan desesperado se encontraba su cuerpo. Recordé como había gritado solo por un beso sobre su ropa interior y no pude aguantar la tentación de besarla ahí, sin barreras. Ella dio un grito cuando además deslicé mi lengua. Sus manos me sujetaron el pelo tirando de mí y revolviendo salvajemente mi cabello. Usé mis labios, mis dientes y mi lengua para hacerla llegar al límite del orgasmo, pero la dejé al borde del precipio por el que iba a caer. Ella protestó irritada y yo reí mientras me movía para coger un condón de la mesita de noche. Me quité los boxers y volví a colocarme sobre ella.
– Ahora, ____ – susurré sobre sus labios – Te voy a hacer el amor.
---------------------------------------------------------------------
Chicas, sé que he tardado en subir este capítulo pero espero que os gustara. Tiene de todo ... He estado un poco desanimada y sin ganas de escribir, de ahí que no haya subido hasta ahora, además, no subía mucho la moral ver el montón de visitas y los pocos comentarios. Así que FANTASMAS SALID ¬¬
@itsBieberFanfic
Osea mi madre se ha puesto como loca con los gritillos de gilipollas que me he puesto a dar! HAHAHAHAHAHAHA osea LOL estoy loca, tu lo sabes, yo lo se.
ResponderEliminarSoy la primera en comentar! Osea que si alguien ha escrito antes es porque yo estaba escribiendo! Btich i'm the firts!
ME HA ENCANTADO! Y SABES? CUANDO EMPIEZO UNA NOVELA SIEMPRE VENÍA AQUÍ PARA LEER CAPÍTULOS SUELTOS Y INSPIRARME! ERES MI MUSA BABE!
Sigue escribiendo. Este fantasma es como casper vuelvo a ser un niño humano hahahahahahahaha
Oc ya paro.
Sigue así porque se de buena mano que tus capítulos alegran el día a la gente! ¿Por qué lo se? Porque siempre que subes capítulo mi día se hace mejor!
Un besazo.
Tia....no nos puedes dejar asi es practicamente un delito dejarnos en esto.... Soy poli y te meto en la carcel...tia que corte de rollo. PORQUE NO ESPERASTE A QUE SE LA FOLLARA JODER???!!! Nos has dejado cn las ganas
ResponderEliminarHolaaa , soy una ... eem fantasma (?). Leo todos y cada uno de los capitulos de tu novela , me encantaaa por favoor , siguientee yaaaa jajjsja un besoo ;)
ResponderEliminarjajaja noe estoi contigo jeo q capitulazo maxo a molaoooooooooooooooooo q te cagas
ResponderEliminarEs la mejor novela del mundo
ResponderEliminarCAPITULAZO me ha encantado cuando los amigos de jase han dicho cosas de ella y el se ha puesto ahi todo protector y ha dicho es MIA asdfgh *-*.Y en cuanto al tema hot madremia Jaja nos has dejado asin *o* pero bueno esperaremos al siguiente para ver que pasa xd.
ResponderEliminarMe encanta como va la historia :). Un besito,muuuac.
By:MJCS
OH dios mio que capitulo como nos has dejado dios mio hahaha me encanta como escribes, me ha encantado todoo pero sobre todo cuando dice q es suya hahaha me encanta siguiente y sigue escribiendo asi dse bien besos
ResponderEliminarEnserio, esta novela me tiene enamoradaaaa. Siguiente cuando puedas :))
ResponderEliminarHoli pa ti mi lolly ;)))). Juer porque nos dejas asi.. Es un delitooooooo esto no puede ser madre...... Ya quisiera yo que eso me pasara a mi :33333. Me encanta tu novela enserioooo. Sube pronto porfi :)))) bss con swagesura
ResponderEliminar