Narra Justin
Janelle acababa de irse de casa feliz como una niña pequeña al terminar de contarme como le había ido su día con Jason y su novia. Yo no podía parar de asentir sonriente mientras la escuchaba. A ella le hacía ilusión contármelo … y en esos momentos supuse que era cuando ella echaba de menos a su madre, así que asumí el papel de tomarle atención acerca de un montón de cosas de mujeres.
Definitivamente amaba cuando mi esposa me contaba sonriente las tonterías cotidianas de nuestros hijos … sobretodo de nuestra hija. Ella estaba tomando la falta de su madre relativamente bien
mientras se desahogaba conmigo y seguía su rutina como lo hacía con mi mujer. Y no me importaba, adoraba a mi hija. De hecho empezaba a ver facetas de ella que nunca hubiera visto sin esas charlas ocasionales.
Se acercaba su graduación universitaria y ella no podía parar de dar saltos haciendo planes, pero tenía la ligera intuición de que ese día solo había venido para avisarme de que yo tendría que bailar con ella por ser su padre. Me dije a mí mismo que ____(Bolton) me hubiera dado una gran sonrisa burlona por tener que hacer lo que más odiaba y me consolé. Imaginar sus reacciones siempre me
tranquilizaba y me hacía actuar de la manera más adecuada. Posiblemente hubiera sugerido que practicase con ella o se habría reído de mí pidiéndole ayuda a nuestro pequeño hijo.
Recostando la cabeza en el sofá recordé una de esas ocasiones en las que Jason bailaba con su madre y no pude evitar sentir un pellizco de celos o … traición.
Regresé a casa malhumorado. Aquel había sido un día de mierda tanto en los negocios como en casa. Una vez más había discutido con ____ por la falta de atención que prestaba al hogar.
Seriamente no podía hacer más de lo que hacía y me frustraba defraudarla de aquella manera. Los asuntos en las calles se estaban complicando y yo tenía que estar más pendiente que nunca tanto de que los negocios fueran bien como de que ellos estuvieran protegidos en nuestra casa.
Ella lo sabía, pero no podía evitar rechinar los dientes por el poco tiempo que últimamente había pasado con ella, Janelle y Jase. No la culpaba.
Escuché la música alegre procedente del salón y disimuladamente me acerqué a la puerta para ver a Jason bailando con su madre, provocando su hermosa risa con cada vuelta que le hacía dar. Con
tan solo quince años aquel chico se había dado cuenta de como hacer feliz a su madre con la más mínima cosa como era un baile. Y sabía porque lo estaba haciendo. Por mí. Porque cada vez que
____ y yo discutíamos ella se enfurecía, pero en cuanto yo desaparecía ella se derrumbaba … Yo estaba lo suficientemente enfadado con ella para no sostenerla y entonces me marchaba y la
dejaba sola cada vez que gritábamos.
Los miré alegre pero al mismo tiempo amargado. Era yo el que se tenía que hacer cargo de subir su ánimo, no nuestro hijo. Además envidiaba que él la sacara a bailar … yo simplemente no podía
hacerlo y Jason tomaba esa ventaja sobre mí. Solo me bastaba recordar el baile de nuestra boda para no querer intentarlo nunca más. Mi esposa paró al verme parado en la puerta viéndolos cruzados de brazos. Asomé una sonrisa en mis labios para ofrecer paz entre nosotros. Jase soltó a su madre y le dio un beso en la mejilla antes de irse. Cuando pasó por mi lado palmeé su hombro y él sonrió satisfecho.
____ me esperaba en el centro de la sala cruzada de brazos, de nuevo firme e inflexible para mí. Di un paso al frente. Otro. Seguí avanzando hasta estar frente a ella y en ningún momento cambió su expresión. Se mantenía tan fuerte … No había duda de que ____ era la única que encajaba conmigo. Sin duda me provocaba muchos dolores de cabeza, pero amaba que ella supiera lo que
hacía y fuera tan disciplinaria. Lo fácil nunca me había atraído y mi esposa era lo opuesto a una mujer fácil. Tenía mucho carácter.
Inclinándome presioné un beso en su frente y ella cerró los ojos, aliviando la tensión en sus hombros. Con el dorso de mi mano acaricié su mejilla y ella se retiró haciendo un gesto de rechazo. Seguía molesta conmigo. Suspiré en derrota y busqué sus ojos.
– Lo siento – susurré.
– Sé que lo sientes – respondió cortante – No es tu intención que pase esto que pasa, pero realmente no pones medidas para solucionar nuestros problemas.
– ¿Crees que no tengo suficientes allí fuera? – pregunté guardando la calma – Necesito un poco de apoyo, ____. Apoyo tuyo.
– Lo tienes – fue tajante – créeme que te entiendo, Justin. Es solo que … – esperé a su respuesta. Las marcas bajo sus ojos me dolieron. ____ no descansaba bien desde la última vez que había sido herido y había llegado tan tarde a casa acompañado de Lucas y Johnny.La atraje hacía mí rodeando los hombros de su pequeña figura – Estoy tan cansada de todo esto, Just – siseó contra mi pecho.
– Todo va a estar bien, amor – susurré besando su cabello.
– Vámonos de aquí – suplicó – Por favor.
Noté sus lágrimas mojar mi camisa y quise que alguien me diera un puñetazo por haberla atormentado de esa manera. Sabía a lo que se refería con irnos, ya me lo había propuesto muchas veces. Yo también lo había considerado. No era posible. Lo único que podía hacer era intentar alejarla de toda aquella mierda … otra vez.
Acaricié su melena a lo largo de su espalda mientras nos inundaba el silencio y ella normalizaba su respiración. Ella sabía que lo que me pedía era imposible. La impotencia era uno de los sentimientos cotidianos en nuestra familia.
– ¿Puedes pedir unas vacaciones en el trabajo? – ella negó con la cabeza hundida en mi pecho – Está bien, no importa. Te voy a sacar de aquí. Pronto.
– ¿Una salida familiar? – preguntó sin mucho entusiasmo.
– No, mi vida – di un beso en su nariz y apoyé mi frente sobre la suya – Voy a darte un fin de semana. Entero para ti, cariño.
– Los niños … – empezó a protestar.
– ____, Janelle tiene veinte años y Jason quince, pueden cuidarse por si solos. Cualquier cosa que necesiten están tus padres. ¿Hace cuanto que no tenemos un dichoso momento para nosotros, eh? – ella cerró los ojos negando con la cabeza. Ni siquiera lo recordaba – Necesitamos alejarnos de esto un poco. Voy a cuidar de ti, tal y como prometí.
– Nunca me has fallado en eso … – susurró – Sé como te esfuerzas por nuestra familia … aunque no dé el resultado necesario. Siempre has cuidado bien de mí y nuestros hijos.
– Os quiero demasiado, amor.
– Por mucho que me enfade sabes que no puedo vivir sin ti, ¿verdad? – dijo ella arrepentida por que peleáramos tan a menudo.
– Lo que sé es que mi vida no tiene sentido si vuelvo a casa y tú no estás para regalarme una de tus relucientes sonrisas – sentencié besándola.
La había fallado. No cuidé lo suficiente de ella. Falté a mi promesa. Ya no tenía su cálida sonrisa para señalarme que todo estaba bien. Que estaba perdonado. No la podía abrazar, no la podía besar.
Ni siquiera podía demostrarle una vez más lo mucho que la necesitaba y la amaba.
Tragué el nudo en mi garganta dejando caer en un susurro mis palabras dirigidas exclusivamente para ella. “Te amo, ___” Y nadie respondió a mi declaración. El vacío se hizo cargo de mi cuerpo.
Mi alma ya no tenía nada que me hiciera feliz. Tan solo quería reencontrarme con ella y en el delirio estaba pensando quitarme la vida. Sin embargo, mi parte racional me decía que aún tenía cosas que hacer en aquella maldita tierra.
Me levanté de un salto y cogí mi arma para meterla en la parte trasera de mi pantalón. Esa noche iba a desquitarme matando al sexto de mi lista.
* * *
Ha pasado una semana desde el baile. También había pasado una semana desde la última vez que habíamos estado realmente juntos. El distanciamiento había sido notable, y no sabía si había sido
por nuestra última discusión sobre su venganza o porque él realmente ya estaba muy empeñado en llevarla a cabo. Con las vacaciones había llegado más tiempo libre y con ello más concentración en cosas que habíamos dejado para más tarde.
Habíamos pasado la fiesta de graduación de Janelle. Había conocido a toda la familia de Jason en aquel día y finalmente también habíamos salido en parejas con Peyton y Sandy. No es que esto fuera lo que más hubiera entusiasmado a mi chico, estaba realmente nervioso por ver a su prima con su mejor amigo, pero tenía que aguantarse por el hecho de que Peyton era mi primo y estaba en la misma situación que él. No tenía claro que aquello fuera un juego o si iba en serio.
De todas maneras solo habíamos salido juntos una vez en pareja, el resto de ocasiones en aquella semana pasé mi tiempo con Janelle y Sandy en conciertos, yendo al cine y haciendo salidas de
chicas para ver ropa o ir al spa.
Justin había hablado conmigo sobre Jason. Me sorprendió que él quisiera acercarse a mí para hablar en lo cuál terminamos teniendo una charla tranquila sobre su hijo. Justin sabía muy bien los
propósitos de Jase y quería tenerme como su aliada para protegerlo de lo que serían las influencias de la calle y los líos en los que se estaba metiendo … aquellos lados oscuros.
– Necesito que lo alejes de todo eso – me dijo severo – Eres la única que puede hacerlo mientras yo termino de encargarme de todo antes de que Jase se entrometa.
– Si no lo hago el nombre de Jason McCann va a estar muy presente por ahí fuera, ¿no? – en un intento de aligerar el ambiente me pareció que terminé sonando estúpida.
– ____ – suspiró – Si una cosa es cierta, es que Jason McCann no es solo un nombre, es una amenaza.
El miedo que sentí con la advertencia de Justin me puso el vello de punta. Tres días después de que Jase casi ni me dirigiera la palabra porque estaba muy entretenido con sus amigos encargándose de
sus cosas, me planté frente a él para hablar las cosas y solucionar nuestros problemas. Sí, tenía que admitir que hice también un poco de teatro para llamar su atención que manera que se centrara en
mí … quizás lloriqueé un poco. Y lo detesté porque sabía que aquello me daría la imagen de chica débil, pero Justin tenía razón, yo era lo que más preocupaba a Jason y en cuanto le rogué por unas
buenas vacaciones juntos él accedió.
– Él quiere vengar la muerte de su madre, como yo. Pero al contrario que yo él tiene una persona viva de la que preocuparse y cuidar, y esa eres tú – me sonrojé por como lo dijo de convencido pero me alivió con una sonrisa torcida – Es mi hijo, supongo que hará lo mismo que yo con mi mujer – no se me escapó la nostalgia en su voz – Ya le dije que valore lo que tiene y no mire más allá de lo que tiene al alcance de la mano, así que haz que se centre en ti. Me vendría bien que os fuerais de Delaware, incluso.
Y en cuanto comentamos la idea de viajar a Janelle, ella se nos unió y propuso que nos marcháramos a Maui, la isla donde solían veranear sus padres. Y no es que me molestara que se uniera al plan, estaba segura de que Justin se alivió incluso cuando se enteró de la partida de sus dos hijos. Con ambos fuera del mapa él podía actuar más tranquilo en lo que fuera que hiciera para la venganza. Realmente, Justin y yo habíamos entablado una buena relación con tal de proteger a sus hijos.
Diez días después de haber estado con Jason en un hotel de la isla, junto con los ocasionales encuentros con su hermana y Christian volvimos a Delaware totalmente relajados.
Yo hubiera querido alargarlo un poco más teniendo en cuenta que así estaba ayudando a Justin, además de las grandes experiencias pasadas allí.
Jamás olvidaría la forma en que Jason me hizo el amor en el mar ni bajo una cascada en un lago que él había encontrado de niño. Habíamos tenido grandes momentos de intimidad y a pesar de que
habíamos pasado un tiempo separados esos días se sintieron como si no hubiera pasado nada, de modo que estuvimos muy unidos. Mi colgante en forma de “J” era algo que nunca desaparecía de mi cuello y Jase lo amaba infinitamente tomándolo como una muestra de que era suya …
Mis dudas de que él estuviera tan entregado a mí como yo a él me atemorizaban. Me daba miedo pensar en lo mucho que lo necesitaba y que Jason algún día pudiera alejarse de mí. Mis
inseguridades siempre me iban a perseguir.
Cuando finalmente estuvimos de vuelta en la casa de Jase le dije que Janelle me había encontrado un trabajo en una cafetería, justo la del hotel al cual me había llevado para el baile, en el que había
trabajado su madre.
Jason no se lo tomó muy bien pero yo estaba decidida a empezar a ganar dinero para no tener que pedirle nada nunca más y depender de mí misma.
Narra Jason
Había dejado a ____ en casa después de volvernos a instalar y deshacer las maletas. Le había preguntado si quería acompañarme a ver a mi padre cruzando los dedos por detrás para que su respuesta fuera un no. Al parecer era evidente que quería ir solo por lo tanto ella puso la excusa de estar cansada por el viaje y me dejó visitar sólo el departamento de mi padre.
Era mediodía, no pensaba que iba a estar en la calle en ese momento así que fui directamente sin avisar. Si me encontraba la casa vacía lo llamaría o lo esperaría para tener noticias sobre lo que
había hecho en los días que yo me había perdido con mi chica.
Cuando llegué a la puerta y saqué las llaves para abrir la cerradura del departamento de mi padre escuché a dos hombres discutiendo. Una de las voces era irreconocible para mí. Sin saber muy bien
que hacer escuché un poco tras la pared para saber si podía o no interrumpir.
– ¡Cómo crees que yo iba a saber todo eso! – dijo un desconocido.
– Mira Zayn – advirtió mi padre – tu cu*lo está hundido en mi*erda. Aquí hay gente que aún te recuerda. Tanto Rebecca como mi esposa murieron, no hay nada que te ligue aquí ya que no eres lo suficiente hombre para enfrentar a tu hija.
– Me voy a quedar aquí – espetó aquel hombre.
Tuve una sacudida al darme cuenta de que el padre de ____ estaba allí. La realización me golpeó y en un movimiento rápido moví la llave y entré para plantarme en el umbral de la puerta. Mi padre
volcó la atención en mi intrusión al mismo tiempo que el tal Zayn. Era un tipo de nuestra misma altura con la misma tez morena y pelo oscuro que los de mi novia. Realmente me sentí agradecido de que ella no me acompañara por el lío que aquello hubiera supuesto ya que al parecer, él no quería conocer a la hermosa hija que tenía.
– Jason – dijo mi padre.
– ¿Este es el padre de ____? – interrumpí aunque supiera la respuesta.
– Sí – me indicó. Se dirigió a Zayn – Este es mi hijo Jason.
– El novio de tu hija, por si aún no te lo comentó.
– ¡Jase! – reprendió mi padre.
– Es mejor que no le digas que estoy aquí – espetó Zayn.
La ira me invadió cuando dijo aquello en su tono lleno de arrogancia. Sin pensar lo que debía contestar a aquello avance en su dirección con dos zancadas y de la forma más desprevenida alcé mi
puño y le golpeé en la cara haciendo que retrocediera hacia atrás. Mi padre enseguida se puso en medio para separarnos pero yo no podía hacer otra cosa más que odiar a ese hombre.
– Si no se lo digo será por ella, pedazo de mi*erda. No serías otra cosa que una decepción más en su jodida vida – lancé con veneno – Llámame cuando saques la basura – le dije a mi padre.
Dicho aquello me di la vuelta y salí de allí tirando de la puerta para desahogar todas mis frustraciones. ¿A dónde iba? No tenía idea pero no podía volver a casa y que ___ me viera tan alterado. Definitivamente ella no merecía preocuparse por alguien que no quería verla. Con que ella no supiera de la estancia de su verdadero padre en Delaware se solucionaba el problema. Iba a bajar la última planta del piso por las escaleras cuando recibí un mensaje de papá. “Espérame en lacafetería de abajo. Acabaré pronto”.
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TatataCHAAN!!! Dos capítulos señoritas, más os vale comentar. Preparaos porque se acerca muucho drama. Todo lo bonito ha acabado y las cosas van a ser más duras ... Nos tocará llorar xD
A todo esto, he empezado una nueva novela. Por ahora solo está puesta la sinopsis, espero que os guste. Pondré el primer capítulo el 13 de Septiembre. Me haríais un gran favor si se lo comentáis a vuestras amigas y eso ... Perdí lectoras desde que me denunciaron el tuenti y bueno, Hall Of Fame va a ser algo distinto a todo lo que he escrito hasta ahora.
UN BESO AMORES.
@itsBieberFanfic
http://wecangonowhere-butup.blogspot.com.es/